El trabajo servirá para mejorar los árboles y protegerlos de ataques de bacterias y hongos
AGENCIAS BARCELONA
Investigadores del Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona, del Real Jardín Botánico de Madrid (CSIC-RJB) y del Centro Nacional de Análisis Genómico de Barcelona (CNAG-CRG) han logrado descifrar el genoma completo del olivo, lo que permitirá mejorar la producción de aceitunas y de aceite.
La investigación, que ha publicado la revista GigaScience, ha conseguido secuenciar por primera vez los más de 56.000 genes del genoma de un ejemplar de olivo de más de 1.300 años de antigüedad de la variedad Farga, una de las más importantes del este de España.
El jefe del grupo de genómica comparativa del CRG, Toni Gabaldón, que ha liderado la investigación, explicóo que hasta ahora se desconocía el genoma del olivo, que regula las diferencias entre variedades, tamaños y sabor de las aceitunas, por qué son tan longevos o las claves de su adaptación al secano.
Según Gabaldón, la secuenciación del genoma completo del olivo servirá para ayudar al olivo, tanto a su desarrollo como a protegerse de las infecciones que causan estragos, como los ataques de bacterias (Xilella fastidiosa) y hongos (Verticillium dhailae). "Es, sin duda, un árbol emblemático cuya mejora vegetal resulta muy difícil puesto que hay que esperar al menos 12 años para ver qué características morfológicas tendrá y ver si resulta o no interesante para hacer, por ejemplo, cruces", dijo Galbaldón.
Hace cuatro años, Gabaldón participaba junto a Pablo Vargas, investigador del CSIC en el Real Jardín Botánico, en la presentación de resultados científicos de proyectos sobre especies amenazadas, como el lince ibérico.
Entonces, Pablo Vargas propuso al que era presidente del Banco Santander, Emilio Botín, que financiara la secuenciación completa del genoma del olivo empleando exactamente la misma metodología que se empleó en la secuenciación del lince.
Cinco meses después, se firmó el contrato para hacer la primera secuenciación completa del ADN del olivo, una investigación que ha durado tres años.
"En la secuenciación de un genoma hay tres fases: la primera, aislar todos los genes. La segunda, ensamblar el genoma, ordenar esos genes uno detrás de otro, como si concatenáramos frases sueltas de un libro. Y finalmente identificar todos los genes, es decir, montar el libro. Esas dos últimas fases son las que hemos realizado y presentamos ahora", explicó Vargas.
La investigación, que ha publicado la revista GigaScience, ha conseguido secuenciar por primera vez los más de 56.000 genes del genoma de un ejemplar de olivo de más de 1.300 años de antigüedad de la variedad Farga, una de las más importantes del este de España.
El jefe del grupo de genómica comparativa del CRG, Toni Gabaldón, que ha liderado la investigación, explicóo que hasta ahora se desconocía el genoma del olivo, que regula las diferencias entre variedades, tamaños y sabor de las aceitunas, por qué son tan longevos o las claves de su adaptación al secano.
Según Gabaldón, la secuenciación del genoma completo del olivo servirá para ayudar al olivo, tanto a su desarrollo como a protegerse de las infecciones que causan estragos, como los ataques de bacterias (Xilella fastidiosa) y hongos (Verticillium dhailae). "Es, sin duda, un árbol emblemático cuya mejora vegetal resulta muy difícil puesto que hay que esperar al menos 12 años para ver qué características morfológicas tendrá y ver si resulta o no interesante para hacer, por ejemplo, cruces", dijo Galbaldón.
Hace cuatro años, Gabaldón participaba junto a Pablo Vargas, investigador del CSIC en el Real Jardín Botánico, en la presentación de resultados científicos de proyectos sobre especies amenazadas, como el lince ibérico.
Entonces, Pablo Vargas propuso al que era presidente del Banco Santander, Emilio Botín, que financiara la secuenciación completa del genoma del olivo empleando exactamente la misma metodología que se empleó en la secuenciación del lince.
Cinco meses después, se firmó el contrato para hacer la primera secuenciación completa del ADN del olivo, una investigación que ha durado tres años.
"En la secuenciación de un genoma hay tres fases: la primera, aislar todos los genes. La segunda, ensamblar el genoma, ordenar esos genes uno detrás de otro, como si concatenáramos frases sueltas de un libro. Y finalmente identificar todos los genes, es decir, montar el libro. Esas dos últimas fases son las que hemos realizado y presentamos ahora", explicó Vargas.
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