El desafío para sobrevivir a la creciente competencia agrícola pasa por optimizar la organización de la oferta hortícola en origen para mejorar la comercialización
ELIO SANCHO · FRANCISCO MATURANA |
No hay peor enemigo que uno mismo. Almería aglutina prácticamente el monopolio de la oferta de buena parte de frutas y hortalizas durante algunos meses de la campaña hortofrutícola, principalmente, el pimiento, el pepino y la berenjena. Sin embargo, eso no se traduce en una posición de privilegio a la hora de comercializar y lograr un mejor precio para el agricultor debido a la falta de organización en origen. Un vacío que evitaría las guerras de precios fratricidas, que en ocasiones provocan una espiral a la baja que sólo beneficia a la gran distribución, lo que unido a una mínima planificación de los cultivos cada campaña serviría para dar un paso de gigante hacia la supervivencia del sector hortofrutícola almeriense, más allá de la amenaza de la creciente competencia.
Estas fueron algunas de las principales conclusiones que se extrajeron del Desayuno Informativo celebrado esta semana en Diario de Almería bajo el lema Sector hortícola: la concentración de la oferta, retos, debilidades, consecuencias del Brexit y futuro, que contó con la participación del secretario general de Agricultura y Alimentación de la Consejería de Agricultura; Rafael Peral, el director de Andalucía Oriental de Banco Sabadell, Francisco Javier Luque; el gerente de Vicasol, José Manuel Fernández; el presidente de Unica Group, José Martínez Portero; el gerente de Coexphal, Luis Miguel Fernández; el gerente de Alhóndiga La Unión, Jesús Barranco; el director comercial de Agrupalmería, Leopoldo Sánchez; el presidente de CASI, Miguel Vargas; el presidente de Biosabor, Francisco Belmonte, y el director del Centro de Investigación Ciaimbital de la Universidad de Almería, Diego Luis Valera.
"Nosotros somos nuestros principales competidores", afirma Luis Miguel Fernández, que reconoce que queda mucho trabajo por hacer para ser capaces de organizar la oferta y cita un ejemplo: "Tenemos casi el 100% de la cuota de pepino en los meses de invierno y no hemos sido capaces de organizarnos", aunque apunta que hay cultivos como el tomate, con multitud de especialidades y con una oferta más dispersa, que son más difíciles de gestionar.
A pesar de estas dificultades, que suponen un reto ya histórico para la provincia de Almería, los participantes coincidieron en señalar que hay solución; eso sí, con esfuerzo, voluntad de trabajo y sacrificio. Además, con una marca común amparada en una buena campaña de promoción y un mayor valor añadido. En este sentido, Francisco Belmonte abogó por mejorar el sabor de los tomates como una necesidad que no se debe posponer, pues a su juicio, se producen demasiados kilos con apenas sabor, lo que repercute en la rentabilidad del cultivo. "Hay que crecer no sólo con agricultores, olvidarnos de crecer a costa del vecino, sino con el vecino", afirmó.
Rafael Peral definió la campaña hortofrutícola 2015-2016 que está llegando a su fin como una "tormenta perfecta", en la que se han juntado una serie de factores que han tirado de los precios a la baja: más producción, aumento de superficie invernada en Almería y auge de productos que han entrado en la UE a consecuencia del veto ruso, como ha pasado con Turquía. Por eso apuntó el reto de buscar nuevos mercados y consolidar la agricultura ecológica.
Según el gerente de Vicasol, el veto ruso está haciendo mucho daño por las ventas que no se realizan y el exceso de oferta que provoca hacia mercados consolidados. El Brexit aún está por ver cómo afectará en materia de aranceles; de momento, con la devaluación de la libra, los supermercados británicos están tirando de los precios de compra a la baja. Los mecanismos de gestión crisis precios no están funcionando como deberían. La Interprofesional de Frutas y Hortalizas está buscando alianzas en la UE, pues el sector no está siendo capaz de activar de forma óptima las herramientas de retirada de producto, apuntó Luis Miguel Fernández.
Otra de las claves de futuro del sector pasa por una buena promoción, según los participantes. Ahí, el reto radica en que el consumidor identifique las frutas y hortalizas almerienses con calidad y seguridad alimentaria, aunque se requiere para ello ir de la mano de la marca España para tener más proyección.
El auge de la agricultura ecológica es una oportunidad, pero también debe tener un buen control, como recordaron José Martínez Portero y José Manuel Fernández. Respecto al agua, Peral apuntó que hay supermercados que están pidiendo a las comercializadoras de frutos rojos que demuestren que la obtención de los recursos hídricos no tenga ninguna duda acerca de su legalidad.
Estas fueron algunas de las principales conclusiones que se extrajeron del Desayuno Informativo celebrado esta semana en Diario de Almería bajo el lema Sector hortícola: la concentración de la oferta, retos, debilidades, consecuencias del Brexit y futuro, que contó con la participación del secretario general de Agricultura y Alimentación de la Consejería de Agricultura; Rafael Peral, el director de Andalucía Oriental de Banco Sabadell, Francisco Javier Luque; el gerente de Vicasol, José Manuel Fernández; el presidente de Unica Group, José Martínez Portero; el gerente de Coexphal, Luis Miguel Fernández; el gerente de Alhóndiga La Unión, Jesús Barranco; el director comercial de Agrupalmería, Leopoldo Sánchez; el presidente de CASI, Miguel Vargas; el presidente de Biosabor, Francisco Belmonte, y el director del Centro de Investigación Ciaimbital de la Universidad de Almería, Diego Luis Valera.
"Nosotros somos nuestros principales competidores", afirma Luis Miguel Fernández, que reconoce que queda mucho trabajo por hacer para ser capaces de organizar la oferta y cita un ejemplo: "Tenemos casi el 100% de la cuota de pepino en los meses de invierno y no hemos sido capaces de organizarnos", aunque apunta que hay cultivos como el tomate, con multitud de especialidades y con una oferta más dispersa, que son más difíciles de gestionar.
A pesar de estas dificultades, que suponen un reto ya histórico para la provincia de Almería, los participantes coincidieron en señalar que hay solución; eso sí, con esfuerzo, voluntad de trabajo y sacrificio. Además, con una marca común amparada en una buena campaña de promoción y un mayor valor añadido. En este sentido, Francisco Belmonte abogó por mejorar el sabor de los tomates como una necesidad que no se debe posponer, pues a su juicio, se producen demasiados kilos con apenas sabor, lo que repercute en la rentabilidad del cultivo. "Hay que crecer no sólo con agricultores, olvidarnos de crecer a costa del vecino, sino con el vecino", afirmó.
Rafael Peral definió la campaña hortofrutícola 2015-2016 que está llegando a su fin como una "tormenta perfecta", en la que se han juntado una serie de factores que han tirado de los precios a la baja: más producción, aumento de superficie invernada en Almería y auge de productos que han entrado en la UE a consecuencia del veto ruso, como ha pasado con Turquía. Por eso apuntó el reto de buscar nuevos mercados y consolidar la agricultura ecológica.
Según el gerente de Vicasol, el veto ruso está haciendo mucho daño por las ventas que no se realizan y el exceso de oferta que provoca hacia mercados consolidados. El Brexit aún está por ver cómo afectará en materia de aranceles; de momento, con la devaluación de la libra, los supermercados británicos están tirando de los precios de compra a la baja. Los mecanismos de gestión crisis precios no están funcionando como deberían. La Interprofesional de Frutas y Hortalizas está buscando alianzas en la UE, pues el sector no está siendo capaz de activar de forma óptima las herramientas de retirada de producto, apuntó Luis Miguel Fernández.
Otra de las claves de futuro del sector pasa por una buena promoción, según los participantes. Ahí, el reto radica en que el consumidor identifique las frutas y hortalizas almerienses con calidad y seguridad alimentaria, aunque se requiere para ello ir de la mano de la marca España para tener más proyección.
El auge de la agricultura ecológica es una oportunidad, pero también debe tener un buen control, como recordaron José Martínez Portero y José Manuel Fernández. Respecto al agua, Peral apuntó que hay supermercados que están pidiendo a las comercializadoras de frutos rojos que demuestren que la obtención de los recursos hídricos no tenga ninguna duda acerca de su legalidad.
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