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miércoles, 21 de septiembre de 2016

El bloqueo político debilita la candidatura granadina del gran acelerador de fusión granadahoy.com

España apura sus opciones para albergar el macroproyecto de IFMIF a través de su apuesta técnica Croacia y Polonia se consolidan como dos rivales fuertes por su poderío económico
ENRIQUE ABUÍN GRANADA
Justo ayer se cumplieron tres meses de la celebración del Workshop de impacto científico-tecnológico de IFMIF-Dones en España, las jornadas que organizó la UGR para presentar en sociedad la candidatura granadina por el gran acelerador de partículas de fusión, al que también optan Polonia y Croacia. Ese encuentro se concibió como un punto de inflexión dentro de todo el proceso de selección, con el que España mostraba abiertamente el interés por albergar la gran infraestructura científica de IFMIF. Pero ha pasado un trimestre y sigue sin existir un pronunciamiento claro y rotundo por parte de las instituciones implicadas sobre cuáles son sus intenciones a la hora de formular la propuesta ante Europa. Los responsables españoles ya pudieron presentar ayer un primer avance del proyecto en la reunión técnica celebrada en la sede de Fusion for Energy (F4E) como anticipo al trabajo definitivo que se entregará a final de este año y para cuyo resultado ayudaría que España deje de tener un Gobierno interino. 

Es cierto que el marasmo propio de la época estival y el bloqueo político no han ayudado a afianzar el proyecto, más allá de haber decido el liderazgo del prestigioso científico Carlos Alejaldre y la ubicación de Escúzar. Además, la estrategia de las administraciones españolas se ha basado desde un primer momento en el principio de la discreción y la prudencia para no desvelar ninguna carta en la partida que dirimen con sus rivales europeos. Peto todas estas circunstancias combinadas han ido derivando en una suerte de hermetismo y falta de información pública de la candidatura que empieza a levantar recelo entre quienes siguen de cerca un proyecto que, según las cifras testadas por numerosos economistas, reportaría 1.000 millones de euros al Producto Interior Bruto (PIB) de la provincia y una creación de empleo integral de 12.000 puestos de trabajo a lo largo de sus dos décadas de implantación. 

Fuentes cercanas al equipo de trabajo advierten de un exceso de confianza en la experiencia en fusión de España frente a las posibilidades económicas de Polonia y Croacia. Con especial atención a lo que pueda ofrecer el país balcánico, que en su propuesta inicial presentada estos días en Barcelona ha confirmado una oferta presupuestaria muy sólida. Por su parte, la candidatura granadina, cuyo primer boceto de proyecto presentaron ayer miembros del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), ha fundamentado su fortaleza en su potencial técnico y de mano de obra especializada, al mismo tiempo que el Gobierno y la Junta han conseguido aunar una oferta económica suficiente para, al menos, dar lugar a la negociación. 

Aunque son pocas las pistas que ha dado el comité de trabajo español sobre la situación de la candidatura española. Todos los integrantes del proyecto (Gobierno, Junta, Diputación, partidos políticos y empresarios) han preferido mostrar sigilo y no pronunciar en ningún momento cuáles son los pilares de la propuesta final que se trasladará a Fusion for Energy durante el último trimestre de 2016. Hasta el punto de que expertos que han colaborado en iniciativas similares aseguran que Granada tiene la necesidad de consolidar cuanto antes una oficina técnica capaz de reunir un apoyo masivo por parte de las instituciones y de la sociedad civil. De hecho, uno de los puntos que se tomará más en cuenta a la hora de valorar las candidaturas será el grado de aceptación que tenga el proyecto en el lugar de origen. 

Esto hace igualmente inquietante el silencio administrativo desde Escúzar y, más concretamente, desde el Parque Metropolitano Industrial y Metropolitano (Profitegra) donde se encuentran los terrenos elegidos por el equipo de trabajo para albergar el acelerador de partículas. Escúzar, un pueblo de menos de mil habitantes, en el que recalarían grandes firmas nacionales e internacionales como Altran, Indra, Sener o Mitsubishi Japan, todavía no se ha pronunciado al respecto. Asimismo, la llegada de IFMIF supondría el salto definitivo de Profitegra, un complejo que nació para convertirse en el mayor parque industrial de Andalucía y al que la crisis ha acabado por frustrar sus expectativas. 

Y es que poco ha cambiado en los últimos meses. Primero fue el impacto mediático que trajo la noticia del acelerador en diversos medios que, aunque al principio sonaba a ciencia ficción para los granadinos, poco a poco fue encontrando un respaldo social suficiente para sacar a los responsables del discurso de la prudencia. Así, la rectora de la UGR, Pilar Aranda, salió a principios de junio junto al presidente de la Cámara de Comercio, Gerardo Cuerva, para mostrar la total adhesión de la Universidad y de los empresarios granadinos a la candidatura del acelerador. 


Este fue el detonante para que el Gobierno y la Junta limaran asperezas y dejaran de pasarse la pelota respecto a la inversión para confirmar que estaban trabajando conjuntamente en la candidatura. Declaraciones oficiales que se suman a las de carácter local desde el Ayuntamiento y la Diputación u otras de índole social. Un apoyo que tiene que subir de intensidad en los próximos meses si es que realmente España y Granada quieren y pueden hacer una apuesta contundente que obtenga el beneplácito de Europa.

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