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sábado, 15 de octubre de 2016

Montaña de nieve, bienes... y servicios granadahoy-com

SIERRA Nevada, debido a su gran altitud, es la montaña del sur de la Península donde la cubierta de nieve está presente durante más tiempo. Es conocida la relevancia de la explotación de la nieve como recurso deportivo-recreativo para la economía granadina durante la temporada invernal y primaveral pero además es un elemento físico clave para entender el funcionamiento de multitud de procesos en los ecosistemas de montaña. 

El manto de nieve que cubre la Sierra funciona como un gran embalse natural de agua, que, tras su fusión, puede penetrar en el terreno o bien escurrir hasta los cauces de los ríos. Supone un porcentaje muy alto de las aportaciones de agua a diferentes cuencas hidrológicas. Este papel se hace aún más importante en el contexto de cambio climático al que nos enfrentamos, que predice cambios importantes en la abundancia y distribución de las precipitaciones. 

El cambio climático de origen antropogénico está acelerando el proceso natural de calentamiento del planeta y afectará, por tanto, en Sierra Nevada, de manera directa al estado y al comportamiento de la cubierta de nieve, lo que provocará cambios en los ecosistemas de la media y alta montaña nevadense. 

PROVISIÓN DE AGUA 

Uno de los principales beneficios de la nieve consiste en que se trata de agua en estado sólido, que se va liberando progresivamente y en diferentes momentos a lo largo del periodo de deshielo. Este fenómeno convierte a las cumbres de Sierra Nevada en un inmenso embalse que va dosificando el agua a lo largo de toda la primavera y del comienzo del verano. Esta agua desciende por los manantiales y ríos abasteciendo embalses y zonas agrícolas. Este efecto tiene una repercusión a una escala muy local (municipios de Sierra Nevada) y también a escalas más amplias, como por ejemplo la propia provincia de Granada y toda la población asociada a las grandes cuencas hidrográficas que drenan el agua de esta gran montaña. En este caso sería la cuenca del Guadalquivir (tanto a través de la cuenca del Genil, como a través de la cuenca del Guadiana Menor), la cuenca del Guadalfeo y otra serie de cuencas de menor entidad que vierten hacia los subdesiertos de la provincia de Almería. Es importante destacar aquí la importancia del suministro de agua, por poca que sea, en el desierto. 

PROTECCIÓN DE LA VEGETACIÓN 

Bajo la nieve se produce un 'efecto iglú'. La temperatura nunca baja tanto como cabría esperar a tenor de la temperatura de la atmósfera. La nieve, por tanto, protege a la vegetación (y también a otros organismos) de las bajas temperaturas. Estas bajas temperaturas y los fuertes vientos que azotan las cumbres de Sierra Nevada durante el duro invierno podrían deteriorar la vegetación que habitualmente queda protegida bajo una gruesa capa de nieve. Los años en los que nieva poco o en los que la nieve se retira excesivamente pronto se puede apreciar la vegetación 'quemada' por el frío y las fuertes rachas de viento. Esto tiene también importantes consecuencias para los organismos fitófagos, como muchos artrópodos endémicos de las cumbres o como para el propio ganado doméstico y silvestre. La cantidad y calidad del pasto disminuye y se deterioran los recursos tróficos de especies tan emblemáticas como las mariposas endémicas que pueblan estas cumbres. 

SINCRONIZACIÓN DE LA FENOLOGÍA 

La retirada de la nieve es el detonante para que comiencen a desarrollarse ciclos biológicos como por ejemplo la floración o el nacimiento y desarrollo de las orugas de las mariposas endémicas. Estos fenómenos están fenológicamente sincronizados. Una retirada anómalamente prematura de la nieve puede desencadenar el nacimiento y el comienzo del desarrollo de la oruga mientras que la planta aún no ha recibido las señales climáticas que le inducen el desarrollo de las flores o los brotes tiernos. Se produce, por tanto, un desacople fenológico, con severas consecuencias para ambos organismos. El ecosistema y las redes ecológicas tienen un elevado nivel de interconexión y la escasez o la retirada prematura de la nieve pueden desencadenar un desacople y colapso en estos ciclos vitales que sostienen a los sensibles ecosistemas de alta montaña. 

PREVENCIÓN DE CATÁSTROFES 

La precipitación puede y suele ser más intensa en la cima de las montañas y en las cabeceras de los grandes valles. Esta precipitación, que a veces puede ser abundante y caer en tromba, habitualmente cae en forma sólida, de nieve, por encima de determinadas cotas. Si no fuera así y cayera directamente en forma líquida, estas trombas podrían ser canalizadas por los angostos valles de cabecera y en consecuencia podrían provocar catástrofes naturales en forma de grandes avenidas. 

DESPENSA PARA LAS AVES 

Las grandes corrientes de aire que asciende desde las zonas bajas a las cumbres arrastran gran cantidad de pequeños artrópodos. Estos artrópodos caen sobre los neveros primaverales y son especialmente conspicuos y visibles debido a que destacan sobre el blanco manto de nieve. Al final de la primavera, en el borde de cada nevero hay siempre algún acentor alpino escudriñando y buscando alimento. La condición física de estas aves en una época tan importante como el periodo reproductor depende de este suministro de alimento que, sin la nieve, sería casi imposible (o al menos muy difícil) de detectar. Los polluelos, una vez que han nacido, también son muy dependientes de este recurso. 

VALOR PAISAJÍSTICO 

La belleza de los paisajes nevados no pasa inadvertida para nadie. La visión de las cumbres de Sierra Nevada repletas de nieve que puede disfrutarse durante el invierno y la primavera desde muchos puntos de la ciudad de Granada nos reporta una estampa excepcional. Los espectaculares pueblos de las Alpujarra se embellecen aún más cuando el manto blanco de las cumbres nevadenses enmarca el verde de las laderas en las zonas bajas. 

DIVERTIDA 


La nieve es una fuente de disfrute y diversión. Tirarnos en trineo, practicar el esquí en sus diferentes modalidades o jugar con la nieve… Son actividades que la mayoría habrá practicado alguna vez. Recordemos lo bien que lo hemos pasado haciendo un muñeco de nieve por ejemplo y pensemos que este es un servicio más, de los muchos, que la nieve nos aporta.

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