Decidimos reivindicar la sanidad y ahora el tren. Y somos tantos que no cabemos en las celdas de castigo
Éramos (o más bien somos) el último de la fila. El que siempre recibe los golpes, el que se va al cuarto de castigo, sin comer. Por malos, o sea, por desgraciados, como en una novela de Dickens. Los que tenemos más paro, más trabajo precario, menos industria, los que sufrimos dentro de la ciudad un sistema de autobuses lleno de transbordos y dificultades, los que hemos visto tambalearse nuestra sanidad, las comunicaciones, con un aeropuerto casi sin tráfico, un metro que no acaba de arrancar, los que perdimos hasta el tren en nombre de un AVE de tercera que quieren que llegue a una estación de hace dos siglos… o más.
De pronto, en un acto de desesperación decidimos salir a las calles, reivindicar la sanidad y ahora el tren. Y somos tantos que ya no cabemos en las celdas de castigo. Así que algo habrá que hacer con Granada, espero que piensen nuestros dirigentes políticos y económicos, los que mandan. La Sanidad parece que va por buena senda… queda el tren y las comunicaciones interiores. Porque, por ahora, muchos ya hemos decidido que hay que atravesar la ciudad caminando… pero solo hasta dónde se pueda. Y queda impulsar nuestra cultura, darle más altos vuelos.
Ayer traía este periódico dos importantes noticias: el llamado "Clúster tecnológico", que agrupa en nuestra ciudad diferentes empresas tecnológicas y biotecnológicas, lo más 'in' u 'On', propiamente dicho, con interesantes proyectos y una colaboración y transferencia de conocimientos universidad-empresa muy atractiva. Suman fuerzas en este empeño, la Universidad, el Gobierno andaluz, el alcalde, la Diputación, los empresarios… También hablaba ayer el presidente de la Diputación de impulsar el desarrollo industrial granadino. Algo que ya clama al cielo, porque esto de convertirnos en camareros mal pagados y explotados, es demasiado demencial.
Lo que pasa es que en esta ciudad, por lo que tengo visto, del dicho al hecho va un trecho muyyyyy largo, que a veces ni acaba. ¿Llegará el AVE? ¿Llegará soterrado? ¿Llegará un AVE de verdad o de mentirijillas? ¿Podremos ir a Madrid en tren siquiera por Moreda mientras tanto? ¿Esa industria que reivindica el presidente de la Diputación Provincial se desarrollará verdaderamente, o será un brindis al sol que se llevarán las lluvias y los días grises?
Sigue haciendo falta que no dejemos de manifestarnos en las calles para pedir lo que nos corresponde como ciudadanos sin tener que tragarnos tanto agravio.
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