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domingo, 12 de marzo de 2017

10 lugares insólitos para desaparecer del mundo elhuffingtompost

A muchos de ellos ni si quiera llegan las carretera: estos insólitos y desconocidos rincones son perfectos para olvidar tu vida actual y desaparecer, casi literalmente, del mundo. La comunidad de viajeros de minube recomienda, en esta ocasión, una gran lista de rincones del mundo que son perfectos para desaparecer, ya que, por ahora, no hay opción de mudarse de planeta.
San Pedro de Atacama, Chile: MINUBE/IGNACIO IZQUIERDO
Viajar a San Pedro de Atacama es similar a viajar a la Luna sin salir de la Tierra. ¿Podría sonar mejor si tu objetivo es desaparecer del mundo? El extenso desierto de Atacama, el más árido de la Tierra si no tenemos en cuenta los polares, ocupa una superficie de más de 100.000 kilómetros cuadrados. Ahí no sólo puedes desaparecer, sino incluso perderte con facilidad.

Lhasa, China. MINUBE/JOANJO FONTANET
Lhasa, la capital del Tíbet, es un tranquilo lugar lleno de paz y armonía. Es precisamente allí donde se encuentra el Palacio Potala, el situado a mayor altitud de todo el planeta: a 3.700 metros. Es el hogar del Dalai Lama, así que quizás tengas más fácil aquello de encontrar la paz interior si estás rodeado de monjes budistas tibetanos.

Glencoe, Gran Bretaña: MINUBE/DAVID GIMENO REDONDO
En plenas highlands escocesas se encuentra Glencoe, una de esas poblaciones con encanto a los que muchos temen ir por si acaso no quieren volver nunca a su verdadero hogar. Entre lagos, valles y montañas aparece Glencoe, un lugar de tierras vírgenes y naturaleza salvaje. ¿Dónde hay que firmar?

Yangshuo, China: MINUBE/JOANJO FONTANET
A orillas de los ríos Yulong y Lijiang se encuentra Yangshuo, una remota población en la región china de Guangxi, al sur del gigante asiático. Yangshuo es famoso por su paisaje kárstico que aparece en los billetes de 20 yuanes. Entre arrozales y colinas que parecen emerger de la nada, este lugar se convierte en uno de esos paisajes oníricos dignos de película.

Banff, Canadá: MINUBE/NATIVIDAD CASTILLO
En plenas Rocosas canadienses se encuentra Banff que, con su Parque Nacional, es el lugar perfecto para desconectar y respirar aire puro. Rodeado de bosques, montañas, ríos y lagos, Banff enamora a cualquiera. Osos negros, pumas, linces, alces, nutrias y lobos serán algunos de tus compañeros en esta aventura.

Kotor, Montenegro: MINUBE/CÉDRIC SAUVAGET
El pequeño pueblo fortificado de Kotor, situado en una preciosa bahía de Montenegro, es una de esas sorpresas desconocidas que esconde la infravalorada Europa del Este. Tal vez esto sea una gran ventaja, ya que puedes desaparecer del mundo en uno de los lugares más bellos del planeta y, además, sin grandes masas de turistas.

Samos, Grecia: MINUBE/ENRICO LORENZON

Fuera del clásico circuito turístico Atenas – Santorini – Mykonos se encuentra Samos, una de las islas griegas más desconocidas y más auténticas, que nada tiene que envidiar a sus vecinas. Se encuentra al este del mar Egeo, casi en Turquía, y todos los que la visitan están de acuerdo: su gente se caracteriza por su inmensa hospitalidad.

Lao Cai, Vietnam: MINUBE/DAVID BOTELLA BLANCO

La provincia de Lao Cai, al norte de Vietnam y en la frontera de la provincia china de Yunnan, es un símbolo de las auténticas constantes en la vida vietnamita: felicidad, hospitalidad y humildad. En ella se encuentra el paradisíaco Valle de Sapa, un lugar al que apenas llegan las carreteras: lo mejor para llegar allí es coger un largo tren nocturno desde Hanoi, la capital del país.

Favignana, Italia: MINUBE/VINCENZO LAMANNA.

La pequeña isla de Favignana, cerca de la popular Sicilia, es una de esas grandes desconocidas del Mediterráneo. La tranquilidad de esta isla repleta de acantilados y calas se une a la gran historia que esconde: está repleta de vestigios de una gran ciudad cartaginesa. Un precioso lugar para olvidarse de la civilización.

Longyearbyen, Noruega: MINUBE/MIGUEL

En pleno océano Glacial Ártico se encuentra el archipiélago de las islas Svalbard, siendo Longyeabyen el mayor de sus asentamientos, con unos 2.000 habitantes. Entre osos polares, perros de nieve y un hielo permanente, Longyearbyen acoge la universidad más septentrional del mundo. Si algún inconveniente puede tener es su temperatura: aunque en invierno se suelen alcanzar los -21 grados con facilidad, en alguna ocasión se llega ¡a los -46 grados! Hace ya varias décadas sus habitantes descubrieron que los cadáveres de su cementerio jamás se descomponían.

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