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jueves, 9 de marzo de 2017

Arqueología, una ciencia dispuesta a desmontar estereotipos de género saberuniversidad

La arqueóloga Margarita Sánchez Romero investiga nuevas fórmulas de análisis arqueológicos que visualicen más el "imprescindible" papel que desempeña las mujeres en cualquier sociedad.

La investigadora Margarita Sánchez. G. H. (Granada)

TANIA ABRIL

La lucha por la igualdad entre mujeres y hombres durante el siglo XX ha permitido conquistar derechos elementales para ellas, como el voto. Estos pequeños pasos, que poco a poco, van reconociendo a las mujeres en posiciones representativas de la sociedad -aunque aún queda mucho por conseguir, sobre todo, en terrenos como la política, la economía, e incluso, en el ámbito profesional- son grandes avances de esta época.
Hay muchas personas que en su día a día contribuyen y aportan nuevos conocimientos encaminados a una sociedad más igualitaria. Un ejemplo de esto, es la labor que desarrolla Margarita Sánchez Romero, profesora titular del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada (UGR); con líneas de investigación como Arqueología de las Mujeres y relaciones de género que investiga aquellas actividades con las que históricamente las mujeres han sido asociadas, tratando de recuperar y valorar todas las experiencias, la sabiduría y las innovaciones generadas por ellas; o Arqueología de la Infancia, que se centra en los procesos de aprendizaje y socialización de los más pequeños y "nos permite acercarnos a un momento de la vida de las personas que es crucial no sólo para su desarrollo y formación, sino también para la propia reproducción social del grupo. Es el período en el que se adquieren habilidades y conocimientos, se asumen sistemas de creencias, se forma la personalidad y se inculcan valores y actitudes hacia el mundo que nos rodea", según comenta Sánchez Romero.
Desde el terreno de la Arqueología -la ciencia que trabaja con los restos materiales que nos han dejado las sociedades en el pasado y cómo éstos nos hablan "de todo el grupo social sin distinción", subraya Sánchez Romero-; y más en concreto, el grupo de investigación HUM065 GEA: Cultura material e identidad social en la Prehistoria del sur de la Península ibérica, del que Sánchez Romero está al frente, donde se trabaja por una nueva fórmula que ayude a "generar conocimiento científico que pueda ser utilizado para acabar con los estereotipos, para restar credibilidad a ideas asumidas sobre las razones de la desigualdad entre mujeres y hombres, ideas que muy a menudo están muy burdamente construidas", comenta Sánchez.
SU GRUPO TRABAJA POR GENERAR CONOCIMIENTO CIENTÍFICO QUE PUEDA SER UTILIZADO PARA ACABAR CON LOS ESTEREOTIPOS
Su investigación plantea nuevos retos para el mundo de la Arqueología, desde la que hasta la fecha se desprende que "el único protagonista de la historia es el hombre"; ya que si nos remontamos al origen de esta disciplina científica, que nace a lo largo del siglo XIX en Europa occidental, "lo hace de la mano de hombres blancos de la élite económica e intelectual que están inmersos en un mundo cambiante", indica Sánchez. "Estos hombres miran al pasado prehistórico buscando la justificación para ejercer el derecho sobre determinados territorios o fundamentan los procesos de colonización mediante la comparación entre los pueblos a los que colonizan con los prehistóricos; además se preocupan por priorizar el estudio de determinadas tecnologías que ellos entienden que son las que hacen avanzar el mundo o intentan contrarrestar a las sufragistas buscando en la Prehistoria ejemplos de cómo deben ser las familias, de cómo deben comportarse las mujeres y cuáles deben ser las relaciones que establecen con los hombres", subraya la investigadora.
El estudio de esta profesora de la UGR sobre las mujeres en las sociedades de la Prehistoria pone de manifiesto que la Arqueología "ha olvidado la importancia de la cotidianeidad, de los procesos de mezcla e hibridación, de las tecnologías relacionadas con el mantenimiento de los grupos humanos, de los mecanismos de solidaridad, y por supuesto de todos los grupos que no han detentado el poder, a pesar de que esas estrategias y esas personas suponen la mayor parte de nuestro pasado". Así, "las mujeres o bien quedan invisibilizadas, o se las estereotipa otorgándoles un papel dependiente y pasivo en las formas de organización social". Y arremete "como vemos, la no presencia de las mujeres en lo que contamos sobre el pasado, no se debe a una conclusión científica que demuestre que nosotras no hemos participado de manera fundamental en la construcción y desarrollo de las sociedades, si no que se debe a un sesgo en la investigación que se produce en el XIX y que se ha mantenido desde entonces".

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