He viajado por los cinco continentes y en todos los lugares conocen Ibiza casi al mismo nivel que Madrid y Barcelona. De hecho la "marca Ibiza" está presente en todo el mundo. Cuando comento por aquellos lares quela isla Pitiusa es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCOdebido a su biodiversidad y cultura, piensan que estoy de cachondeo.
Lo preocupante es cuando se lo digo a conocidos españoles que cada año acuden a la llamada de las grandes fiesta de la isla y su respuesta es la misma –¿estás de cachondeo?-
No es ninguna broma. De hecho es muy triste que una isla tan hermosa, con tantos bellos rincones y patrimonio como Ibiza, se haya visto etiquetada por sus gigantescas discotecas y los derivados de fiestas que se alargan hasta el infinito.
Tan golosa era la isla que los antiguos fenicios que la habitaban hace más de dos mil años empezaron a defenderla de cuanto imperio intentara dominar Europa.
Muchos siglos antes de que los hippies y los DJs llegaran a la isla, Ibiza era un codiciado enclave situado en medio del comercio marítimo que circulaba por el Mediterráneo. Tan golosa era la isla que los antiguos fenicios que la habitaban hace más de dos mil años empezaron a defenderla de cuanto imperio intentara dominar Europa. El resultado de toda esta historia de siglos de luchas y conquistas en el Mediterráneo es Dalt Vila uno de los baluartes amurallados más bellos, completos y mejor conservados de cuantos se mantienen en el viejo continente.
El conjunto monumental que ahora podemos disfrutar en Dalt Villa fue construido en su mayoría entre los siglos XIV y XVI. Aparte de las murallas, de su interior destaca la Catedral de Ibiza, uno de los mejores ejemplos de estilo gótico catalán.
Si a todo este patrimonio cultural le añadimos una biodiversidad donde los ecosistemas marinos mantienen su frágil equilibrio y riqueza, no debería sorprendernos que en el año 1999 la UNESCO inscribiera a Ibiza en su lista de Ciudades Patrimonio de la Humanidad.
Pero lamentablemente sí nos sorprende. Varias veces me ha tocado escuchar - he estado más de diez veces en Ibiza y aún no conozco Dalt Vila – .
Pues que triste.
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