Páginas

viernes, 15 de septiembre de 2017

La Sierra, tubo de ensayo para la evolución ambiental granadahoy.com

La UGR actúa en dos ecosistemas de los montes granadinos para evaluar su medioambiente y conservar la naturaleza

Borreguiles de la Virgen es uno de los ecosistemas de actuación, que está más afectado por la mano del hombre y la incidencia solar.

Investigadores del departamento de Estratigrafía y Paleontología de la Universidad de Granada (UGR) han analizado dos zonas de ecosistemas adyacentes en Sierra Nevada con el objetivo de determinar su evolución ambiental durante el Holoceno tardío, es decir, en los últimos 4.500 años aproximadamente, con el objetivo de conservar mejor toda la naturaleza que reside en los montes granadinos.
Estas turberas se denominan borreguiles de la Virgen y de la Caldera y están situadas aproximadamente a 3.000 metros sobre el nivel del mar, según informó en una nota de prensa la Universidad de Granada (UGR), que especificó que "uno de los fundamentos de la investigación lo han constituido trabajos recientes que demuestran que los ecosistemas situados a altas latitudes son un sensor del cambio climático".
EL ESTUDIO VE UN CAMBIO EN LA CONSERVACIÓN EN LOS ÚLTIMOS 150 AÑOS
Por esta razón, el grupo de la UGR, que desde hace diez años se encuentra estudiando los ecosistemas pasados de Sierra Nevada, han evaluado estas condiciones ambientales que además son extrapolables a otras áreas de alta montaña de todo el mundo. Mediante el análisis de las tendencias naturales a largo plazo en estos lugares con altas latitudes, así como de la respuesta que tienen ante el impacto que produce el ser humano sobre estas, los investigadores tratan de crear "un mapa de los cambios ambientales en Sierra Nevada para definir la evolución que sufrirán estos entornos".
El artículo científico del grupo de la Universidad de Granada ha sido publicado en la prestigiosa revista Scientific Reports, perteneciente al grupo americano 'Nature'. La primera conclusión que se obtuvo de esta investigación ha sido consecuencia de un elemento particularmente singular: a pesar de que las zonas de estudio solo están separadas por aproximadamente cuatro kilómetros entre ellas, han experimentado respuestas ambientales locales totalmente distintas ante las mismas condiciones climáticas y de altitud. Esto implica que estos cambios son un mecanismo complejo en esta región, dado que cada una de las zonas está más condicionada por un fenómeno distinto.
Zona de actuación de uno de los estudios de la Universidad de Granada.
Los investigadores han sido capaces de determinar que la respuesta ambiental en Borreguiles de la Virgen está más controlada por la Oscilación del Atlántico Norte, mientras que en Borreguiles de la Caldera tienen mayor impacto las fluctuaciones en la radiación solar que incide sobre ella. Este hecho resulta significativo porque ayuda a "definir las acciones de conservación de estos ambientes", que "deberán ser específicamente diseñadas para cada uno de estos entornos naturales".
La segunda conclusión de la investigación de la UGR es que esas respuestas se han amplificado en ambas zonas durante los últimos 100 o 150 años debido a la presión del ser humano sobre el terreno. Esto significa que las condiciones ambientales de los ecosistemas acuáticos de alta montaña de Sierra Nevada pudieron haberse establecido a principios del siglo XX. Por lo tanto, se infiere una "pronunciada sensibilidad en estos ecosistemas, lo que implica un cambio acelerado en los mismos debido a la acción humana".
El investigador Antonio García-Alix lo explicó argumentando que "los ecosistemas acuáticos alpinos de Sierra Nevada son bastante vulnerables al cambio climático y a la presión humana que estos ejercen ya que, además de estar situados a alta elevación, se encuentran en la región Mediterránea, otra zona muy sensible".

No hay comentarios:

Publicar un comentario