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sábado, 30 de diciembre de 2017

Cinco pensamientos que debes evitar para lograr tus objetivos elhuffingtonpost

PHOTO BY ARIADNA AT MORGUEFILE.COM

De todos los pensamientos que tenemos, los más desaconsejables son los que obstaculizan nuestro camino por la vida, porque nos infunden un estado de ánimo que nos impide avanzar y cumplir nuestros objetivos. En cierto sentido, estos pensamientos se parecen mucho a las estrellas ninja (o shuriken). Esas que, se lancen como se lancen, siempre acaban haciendo daño. He aquí una recopilación de algunos de ellos.
"Esto es lo peor que me podía haber pasado". A veces tendemos a dramatizar y a olvidar que, en la amplia mayoría de las situaciones, lo que nos pasa no es ni mucho menos lo peor, ni todo está perdido, ni hemos llegado a un punto y final. Son expresiones colgadas de un fatalismo que no solo es erróneo, sino que no aporta nada de nada. Suelen aparecer en las mentes que piensan que el Universo entero conspira contra ellas, idea que obviamente es un disparate.
Echar de menos es una emoción natural durante muchos procesos de separación, y nadie debería culpabilizarse por ello.
"Soy tonta por echarle de menos". Quien más y quien menos ha sufrido algún desengaño amoroso, una ruptura no esperada o un desenlace dramático. Sin embargo, una característica esencial de los seres humanos es estar hechos de células y no de piedras. Por tanto, echar de menos es una emoción natural durante muchos procesos de separación, y nadie debería culpabilizarse por ello. Y mucho menos auto insultarse. Este tipo de descalificaciones minan la autoestima y, por supuesto, son bloqueantes además de erróneas.
"Nadie me tiene en cuenta". Pensamiento de tipo auto excluyente que nace de una autoestima debilitada. Tiende a instalarse en quienes, incomprensiblemente, piensan que unos seres humanos valen más que otros. Todo el mundo tiene algo que aportar, porque todo el mundo tiene ideas y voz para expresarlas. Nótese la utilización de la palabra nadie, que en la gran mayoría de los casos es, obviamente, una generalización excesiva.
"No puedo vivir sin ella". Dicho de manera breve: todo el mundo puede vivir sin todo el mundo, porque cada uno está dotado de sus propios pulmones, riñones, intestinos y demás órganos vitales para la existencia. Lo que diferencia a unas personas de otras no es que sean independientes, sino que se sienten independientes. La autonomía, esa preciada característica humana que aparece apenas el niño se pone en pie, y que se acaba de configurar en la adolescencia, no es un enigmático objeto de deseo, es una propiedad irrenunciable de las personas.
El mero hecho de poseer estos pensamientos bloquea a la persona y la deja desinflada.
"Tú nunca me has querido". Epítome de un trasnochado y rancio dramatismo de folletín, este pensamiento tiene la sorprendente capacidad de hacer que toda una vida de amor se reduzca a la nada. Invalida todos los momentos que se han vivido juntos y, consecuentemente, logra instalar un profundo sentimiento de vacío, de tristeza y de falta de sentido. Es, quizá, uno de los pensamientos más destructivos y bloqueantes de todos.
La acción más importante ante estos pensamientos no es ponerse a discutir sobre ellos, sino darse cuenta de que el mero hecho de poseerlos bloquea a la persona y la deja desinflada, incapacitada para cumplir sus objetivos, los que quiera que sean. Ante una de estas inoportunas y nocivas ideas lo mejor que se puede hacer es evitarla, porque si no se acabará clavando y haciendo daño. Como las estrellas ninja.

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