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domingo, 14 de enero de 2018

¿Debemos hacer caso a nuestro corazón? elhuffingtonpost

GETTY IMAGES/WESTEND61
Dice un proverbio indio "si dudas qué camino elegir, elige el camino del corazón pues quien hace lo que su corazón le dice, no se equivoca nunca". Lo leí hace ya muchos años y aunque las palabras no sean las mismas exactamente, el sentido se me quedó grabado profundamente. Como aprendiz de médico estudié el corazón tan solo como una bomba. Ahora, estoy convencido que el corazón es mucho más que eso.
Según iba trabajando con mis pacientes, descubría nuevos caminos para acompañarlos a dejar de sufrir. Muchos de ellos tenían que ver con el amor. La inmensa mayoría de las personas que sufren, lo hacen por carencias afectivas en su pasado. Eso es lo que me hizo investigar sobre las emociones y cómo poder ayudar a mis pacientes a resolver sus problemas emocionales.
Hay muchas personas que después de una vida insatisfactoria, dan un giro y cambian a una vida conectada con su corazón
De ahí surgió la Psicoterapia Humanista Integrativa, modalidad de psicoterapia en la que trabajamos desde el corazón. La base de la vida es el amor y las personas necesitan amor para enfrentarse a sus conflictos profundos. A través del amor y del contacto, podemos acompañarlos en el proceso de cambio.
Hay muchas personas que después de una vida insatisfactoria, dan un giro y cambian a una vida conectada con su corazón. Quien toma esa decisión, debe vencer muchos miedos profundos, multitud de diálogos internos que le amenazan con situaciones catastróficas. Debe vencer el miedo a perder lo que tiene, aunque eso no le ofrezca ninguna satisfacción. Miedo al vacío. Debe afrontar la pérdida de todo lo que le ata a ser quien cree que es y a no ser quien de verdad es desde el corazón.
Hay quien toma ese camino en solitario, lo que lo hace todavía más duro. Hay quien lo logra dentro de un proceso de psicoterapia profunda, ayudado por su psicoterapeuta, que le protege y le acompaña en esa transformación interior, facilitándole el viaje. Durante este proceso habrá que tomar muchas decisiones, soltar relaciones nocivas, resolver emociones arcaicas no expresadas. Será mejor con ayuda profesional.
Sin amor, la vida no tiene sentido. Nada es tan importante y necesario
¿Debemos hacer caso a nuestro corazón? La respuesta es sí. Sin duda alguna. Desde ahí deberíamos tomar nuestras decisiones más importantes. Eso no quiere decir que no usemos nuestra cabeza ni que dejemos de pensar, sino que confiemos en nuestro ser superior o como queramos llamar a lo que aquí estamos llamando corazón. El corazón nos conecta con nuestro yo esencial, con nuestras emociones, nos conecta con los demás, con la Naturaleza, nos vincula con la vida.
Sin amor, la vida no tiene sentido. Nada es tan importante y necesario. Es el pegamento que nos une con todo lo que llena nuestro entorno. Las palabras fundamentales en una vida rica y plena, son todas de la órbita del amor. Confianza, respeto, responsabilidad, honestidad, agradecimiento, alegría, felicidad, paz ...
Cuando emprendemos el camino de nuestro corazón, todo empieza a encajar. Él se convierte en nuestro guía interno. Nos lleva desde nuestra esencia, dejando de lado lo que es superficial y vano. Para cambiar a esta otra forma de vivir, hay que ser valiente, dar los pasos adecuados y ... sobre todo confiar en lo que dice tu corazón.

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