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viernes, 20 de abril de 2018

Cómo superar los 'debería' y convertirse en una persona saludable elhuffingtonpost

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Cuando nos fijamos un objetivo en el trabajo, en el día a día o en nuestra vida, a la par solemos tener una lista con cosas que deberíamos hacer para alcanzar ese objetivo. Cuando tu objetivo está relacionado con tu salud, tu aspecto físico y tu peso, esa lista de 'deberías' probablemente es super larga:
Debería salir a correr todas las mañanas.
Debería hacer 100 abdominales por día.
Debería entrar en la talla 40.
No debería beber calorías.
Nunca debería comer helado....
Podría continuar horas y horas ampliando esta lista, pero sinceramente solo con leer los 5 primeros debería, ya me estreso y desanimo.
Una lista tan larga y exhaustiva supone una batalla constante y puede llevarte a sentir que nunca haces lo suficiente, no importa cuánto lo intentes, que probablemente nunca te sentirás feliz.
A mi me costó muchos años entender que, de hecho, todos estos 'deberías' me estaban frenando en lograr mi objetivo. Que había exteriorizado mi motivación, dejándola dictada por metas fuera de mis verdaderos sentimientos.
Cuando estás motivado por tus propias necesidades y deseos, dejas de pensar 'Realmente debería hacer esto hoy' y empiezas a pensar '¿Cómo voy a hacer que esto suceda?'
Motivarse a sí mismo es un asunto complicado, y la mayoría de nosotros lo hace de la manera equivocada. Creemos que necesitamos más disciplina, cuando lo que realmente necesitamos es más autocompasión.
Pero incluso la autocompasión es menos importante que recurrir a una fuente sólida de motivación interna.
Si te estás diciendo a ti mismo que debes hacer algo, pero no lo haces, las posibilidades son bastante altas de que en realidad no quieras hacerlo. Seguramente desearás los resultados y los beneficios de lo que sea, pero probablemente consideras que la acción en sí misma es una tarea o un castigo.
En otras palabras, confías en la motivación externa.
La motivación interna es lo opuesto a la motivación externa y es mucho más efectiva para mantener los comportamientos a largo plazo, especialmente los relacionados con la salud. Cuando estás motivado por tus propias necesidades y deseos, dejas de pensar "Realmente debería hacer esto hoy" y empiezas a pensar "¿Cómo voy a hacer que esto suceda?"
Tus pensamientos pasan de la esperanza a la acción.
Lo interesante es que cambiar tu fuente de motivación tiene poco que ver con la tarea en sí, y más con la forma en que la miras. Eso significa que puedes elegir ver un comportamiento "saludable" bajo una nueva luz al pensar en ello de una nueva manera.
Pero esto también puede funcionar en la dirección inversa. Si algo que una vez disfrutaste de repente se convierte en un requisito o una tarea, no estarás tan motivado para hacerlo.
Lo que mejor puedes hacer para lograr tus objetivos es centrarte en tu propio bienestar
Ser físicamente activo, por ejemplo, es innatamente gratificante. Los niños corren y saltan por diversión. Los perros buscan, persiguen y luchan cuando están permitidos. Si conoces a alguien que practica deportes o ejercicios regularmente a altas horas de la madrugada, es probable que esté motivado por algo más que la salud o la pérdida de peso.
Por otro lado, cuando el ejercicio es una receta para bajar de peso, un castigo por comer en exceso o ser forzado por alguna otra razón externa, su Motivación Interna es reemplazada por la Motivación Externa, y tu deseo de hacerlo se desploma.
Esto significa que la Motivación Externa no es solo inferior a la Motivación Interna para lograr tus objetivos, sino que actúa como una fuerza de desmotivación.
En psicología, esto se conoce como el Efecto de sobre-justification, y es la razón por la cual es necesario enfocarse en tu motivación Interna a un nivel emocional (no racional) para convertirte en una persona saludable.
Lo que mejor puedes hacer para lograr tus objetivos es centrarte en tu propio bienestar y redescubrir la alegría innata que proviene de la comida natural y real, fresca y de temporada. Ir a comprar al mercado, aprender a cocinar pueden ser increíblemente gratificantes comparado con la obligación de comer barritas/batidos protéicas o saltarte cenas con tus amigos.
Yo ya nunca pienso en lo que debería hacer para perder peso o ser más saludable, excepto en un sentido muy abstracto. En cambio, me aseguro de hacer regularmente las cosas que respaldan mi calidad de vida, mis hábitos básicos, y estas son algunas de las mejores partes de mi día. Me parece bello e irónico que este cambio de perspectiva sea lo que me ayudó a mantener mi peso durante todos estos años.
Si todavía estás luchando por desarrollar los hábitos de comer mejor o estar activo, comienza centrándote en las cosas que amas. Deja de lado las motivaciones externas de verse bien, entrar en unos vaqueros de la 40, complacer a tu médico o estar "saludable" y asegúrate de satisfacer tus deseos de sentirse con energía, comer alimentos deliciosos que te ayuden a mejorar y a dar a tu cuerpo lo que necesita.
Comienza por dentro si quieres cambiar el exterior.
¿Que es lo que te motiva?

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