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martes, 3 de abril de 2018

Obesidad y Economía de la Salud Diario El País

Las parejas que en su matrimonio se ayudan para todo, tienen menos probabilidad de aumentar de peso y de ser obesas en la mediana edad (Harvard School of Public Health). Y esto termina aliviando la carga sobre salud pública.

Foto: Pixabay
John Cawley, investigador de Cornell University en Economía de la Salud, visitó Uruguay a fines de 2017 para exponer sus descubrimientos en materia de los costos económicos del sobrepeso. En enero de 2018, publicó la investigación Policies to Prevent Obesity and Promote Healthier Diets. Allí señala que la obesidad ha crecido dramáticamente en las últimas décadas en muchos países, en especial en Estados Unidos. Esto ha llevado a que los diseñadores de políticas desarrollen intervenciones que buscan prevenir la obesidad y promuevan dietas más saludables. Sin embargo, al momento presente, hay bastante incertidumbre y confusión acerca de la efectividad de esas políticas.
Cawley revisa la literatura científica internacional sobre cuatro tipos de políticas: a) impuestos a las bebidas que contienen azúcar; b) obligación de explicitar el contenido calórico en el menú de los restaurantes; c) restringir la publicidad de comidas dirigidas a la juventud; d) excluir de los programas públicos las comidas con alta densidad de calorías. La conclusión general que extrae el investigador de Cornell es que no parece haber "balas de plata", o sea intervenciones que permitan con un solo "tiro" prevenir y reducir el problema de la obesidad en la población y en el fisco. Se necesitaría una mezcla de las políticas citadas para lograr algún resultado significativo.

Matrimonio y peso.

Hasta el momento, se la había prestado muy poca atención al impacto del matrimonio sobre la obesidad. Laura Kubzansky, investigadora del Harvard School of Public Health, acaba de publicar A Prospective Study of Marital Quality and Body Weight in Midlife. El estudio analiza la asociación entre la calidad del matrimonio y el sobrepeso en la mediana edad. 

Emplea datos de 2.650 adultos de mediana edad de Estados Unidos, donde se les pregunta a la pareja sobre la calidad de la ayuda mutua en el matrimonio y la calidad del matrimonio en general. Los investigadores, a partir de esas respuestas, asignaron un valor numérico al grado de ayuda mutua en la pareja, y luego observaron —durante nueve años— la evolución de los kilos que gana cada uno.
La calidad global del matrimonio se obtuvo de la siguiente pregunta: "¿Diría usted que la relación con su esposo/a o pareja es excelente, muy buena, buena, regular o mala?". Y las respuestas van desde 1 ("excelente") a 5 ("mala").
La ayuda emocional que se ofrecen los cónyuges se mide con una escala validada internacionalmente (la Spouse/Partner Support Scale). Tiene seis ítems. Por ejemplo, uno de ellos es: "¿Cuánto realmente su esposo/a o pareja cuida realmente de usted?". Las respuestas van desde 1 ("mucho") a 4 ("nada").
Además, la investigadora, con la intención de identificar con claridad el efecto puro de la calidad de la ayuda en el matrimonio, cuenta con datos sobre la edad de cada persona, su etnia, su nivel de educación, el ingreso del hogar, y la presencia de condiciones crónicas de salud. Es uno de los primeros estudios científicos que logra controlar por todos estos factores.
La profesora Kubzansky encuentra que las personas que reportan una más alta calidad en la ayuda mutua en la pareja, tienen menos probabilidad de sufrir sobrepeso. Por ejemplo, por cada paso ascendente en el "ranking de calidad de la ayuda mutua en el matrimonio", la persona presenta una caída del 22% en el riesgo de sufrir obesidad. Este estudio de Harvard se suma entonces a la evidencia internacional de que las relaciones sociales positivas son un activo en materia de salud.

Respuestas.

Laura Kubzansky ofrece dos posibles explicaciones a la relación que encuentra entre calidad del matrimonio y salud. Una se enmarca en lo que se conoce como regulación o control social de la salud.
Un matrimonio donde habitualmente están atentos para ayudarse, facilitan la regulación del comportamiento —los esposos se animan entre sí para optar por conductas saludables y evitar las riesgosas—, y en definitiva culmina evitando el sobrepeso.
Otra hipótesis que podría explicar la relación positiva entre calidad del matrimonio y salud: las experiencias positivas en las relaciones entre la pareja contribuirían directamente a disminuir los problemas emocionales personales. Esto desemboca en menor probabilidad de meterse en conductas de salud riesgosas y evita así el problema —entre otros— del sobrepeso.
En suma, se desprenden al menos dos conclusiones de la reciente investigación de Harvard. Primero, es muy rentable que las parejas inviertan en la calidad de la ayuda emocional que se prestan. Segundo, matrimonios y parejas felices, con fuerte ayuda emocional mutua, bajan la presión sobre el gasto público en salud.
(1) Decano de la Facultad de Ciencias Empresariales y Economía de la Universidad de Montevideo.

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