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viernes, 19 de octubre de 2018

Niños andaluces granadahoy.com

ANTONIO CAMBRIL

Continúa el empeño en promover la unidad de España a costa de dividir a los españoles. La secretaria de acción social del PP, García Tejerina, ha despachado que "Un niño Andaluz de diez años sabe lo mismo que uno de ocho de Castilla y León". La ex ministra de Agricultura sigue la estela de compañeras del partido como Ana Mato, que los llamó analfabetos, pese a que su desconocimiento llegaba al punto de ignorar de donde salía el jaguar que su ex guardaba en el garaje de casa o quien costeaba los fuegos artificiales en los cumples de sus hijos. En plena precampaña electoral, Tejerina ha puesto negro a Moreno, el candidato andaluz de los populares, que le ha reprochado sus palabras y debe de ir por la sede del partido gritando "¡socorro que vienen los míos!" El comentario evidencia por que la derecha lleva cuarenta años sin gobernar en el Sur. Aunque el desprecio público a esta tierra y sus gentes se ha convertido en un clásico. Y ha habido dirigentes de otras zonas, especialmente Cataluña y el País Vasco, que han salado antes la misma herida.
Uno, que tiene debilitado el sentimiento patriótico y es andaluz a tiempo parcial, o sea, cuando le da la gana, especialmente a la hora de la siesta, podría responder que Castilla no tiene niños más listos sencillamente porque no existen, porque es un gran despoblado, aunque eso sería injusto y ponerse a la altura de la señorona. Como hoy me invade un sentimiento arcangélico, voy a responder con tres argumentos simples. Andalucía alberga un gran número de pequeños inmigrantes que desconocen durante sus primeros años el idioma y habitan en la marginalidad, lo que afecta a su rendimiento. Otra razón es que los ricos son mucho más listos que los pobres: la Comunidad padece una de las rentas más bajas de España y eso repercute en la escasez de recursos y en el apoyo que pueden recibir de sus familias (verbigracia, la contratación de profesores particulares cuando los chiquillos pasan por épocas de desmadre). Y la tercera es que, durante casi tres lustros en el Gobierno Central, el PP, ese hooligan de la escuela privada, no ha contribuido a solventar el problema. Tejerina podría haber criticado el deficiente sistema educativo de lo que alguien definió como la Andalucía de "volante y levantá" sin mentar a sus niños. Y considerar que la educación no sólo se obtiene en clase. Dos horas frente a Canal Sur secan el cerebro del crío más sagaz.

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