PABLO ALCÁZAR
Para el director de eldiario.es, la celebración del Día del Orgullo Gay hay que mantenerla porque deja mucho dinero
Hace 66 millones de años, el choque de un asteroide con la Tierra y la erupción de algunos volcanes produjeron un cambio climático que dio lugar a la extinción los dinosaurios. El último cambio climático lo está provocando nuestra especie que ya dispone de armas y tecnología suficientes para comerse y destruir el planeta. Estamos dando lugar a una nueva extinción, (¿la definitiva?). Un informe de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad -auspiciado por la ONU- concluye que un millón de especies de animales y plantas están en peligro de desaparecer por completo. Parece que España, por su situación geográfica y características socioeconómicas, es muy vulnerable al cambio climático. Cuando en todo el mundo haga calor y nuestras playas hayan sido invadidas por el agua procedente del deshielo de los glaciares, dejarán de venir los turistas que se tostarán en sus países de origen. No serán solo 24 las playas que no obtengan la bandera azul de la excelencia, porque la mayor parte de nuestras playas habrán desaparecido. Nos empobreceremos. Las calles aparecerán vacías y las criaturas sólo saldrán de noche a las puertas de sus viviendas para tomar el improbable fresquito. Las vistosas manifestaciones transversales que invaden nuestras calles durante todo el año, para pedir esto y aquello, se enrarecerán drásticamente. Desaparecerán las procesiones, el Día del Orgullo Gay, las concentraciones masivas con motivo de la venida del Papa o del Dalai Lama que nuestro buen clima propicia; las invasiones ocasionales de hinchas de equipos septentrionales que vienen a Sevilla, a Madrid o a Barcelona para tostarse, tomar unas cervezas y desahogarse. Pero como todo no va a ser malo, en esa época catastrófica de escasez que se anuncia, quizá vuelvan a florecer ideologías fuertes y diversas, fáciles de identificar, tanto para combatirlas como para adherirse a ellas. Y así un periodista progre como Ignacio Escolar, director del digital eldiario.es, no se vería obligado a defender la celebración del Día del Orgullo Gay con el mismo argumento que utilizan cofrades y políticos para defender el turismo religioso: "Se trata de acontecimientos festivos callejeros que dejan mucho dinero". Las ideologías y las creencias convertidas en calderilla, arrasadas por el cambio ideológico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario