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domingo, 28 de julio de 2019

Atajate, un pueblo que busca no morir granadahoy.com

  • Los vecinos reclaman oportunidades labores para que los jóvenes no se tengan que marchar
  • El botiquín médico vuelve a funcionar y el consultorio abre tres días en semana
Vecina de Atajate trabajando en labores de limpieza JAVIER FLORES (Atajate)
La Serranía de Ronda es una de las zonas más afectadas por la despoblación, con numerosos municipios que no alcanzan ni los 300 habitantes. Entre ellos Atajate, el municipio con menos habitantes de toda la provincia con un censo oficial de 169 residentes.
La descripción de la zona es similar a otras muchas en España, con una escasa o nula apuesta de las diferentes administraciones durante años, malas comunicaciones, pérdida de servicios y falta de oportunidades para los más jóvenes, lo que hace que emigren a las ciudades y a otras regiones en las que encuentran más posibilidades de trabajo.
Botiquín de despacho de medicamentos JAVIER FLORES (Antajate)
En este tiempo los pequeños municipios han ido perdiendo servicios, con menor presencia de oficinas bancarias, o están teniendo muchas dificultades para poder contar con colegio público, consultorio o farmacia.
Atajate fue una de las localidades afectadas por esta situación, con el cierre de la oficina bancaria, de la farmacia o la pérdida de horarios de atención en el consultorio médico. No obstante, en los últimos tiempos el municipio recobró el servicio de medicamentos mediante un pequeño despacho que abre dos horas al día y el consultorio médico. Además, también cuenta con tres bares, entre ellos un restaurante, y el hogar del pensionista se encuentra en obras.
Ahora hemos mejorado en servicios, pero el gran problema lo seguimos teniendo en la falta de oportunidades de empleo”, explica Claudia Sow, una joven de 22 años de edad que en estos días está ocupada gracias a un plan especial de empleo de la Junta de Andalucía que se realiza a través del Consistorio.
Ella enumera como muchos de los jóvenes de la localidad en estos momentos trabajan en Ronda, ciudad a la que se desplaza a diario, por lo que algunos suelen terminar por marcharse allí a residir. Otros, debido a la formación que tienen, han tenido que irse a municipio más lejanos, como es Archidona, para poder encontrar un puesto de trabajo acorde a la formación que tienen.
Consultorio de Atajate situado en la calle principal JAVIER FLORES (Atajate)
Las palabras de Claudia las ratifica Mariluz Carrasco, una vecina que estos días también trabaja gracias a los planes de empleo, y que insiste en la necesidad de contar con oportunidades para que los más jóvenes no se tengan que marchar de la localidad para tener un futuro.
Precisamente, ella ve una oportunidad en la posible reconversión del edificio que en pasado ocupó la Caja de Ahorros de Ronda (hoy Unicaja) en una residencia para ancianos. “Daría mucho trabajo para un pueblo como el nuestro”, señala Mariluz. De momento, se tienen que conformar con algunas pequeñas obras.Precisamente, la propuesta de situar cajeros automáticos en los consistorios de estos pequeños municipios que se lanzó desde el nuevo gobierno de la Diputación de la Diputación de Málaga es bien recibida, ya que en la actualidad se tienen que desplazar hasta Ronda para cualquier gestión de este tipo, en especial, las personas mayores, que cuentan con más dificultades a la hora de realizar trámites por internet.
No obstante, dentro de este panorama de pérdida de población y falta de oportunidades, también hay casos de jóvenes que deciden hacer el viaje contrarioy dejar su vida en una gran ciudad para vivir en una pequeña localidad. Es el caso del farmacéutico Juan Manuel Palacios, que abrió el servicio de botiquín de Atajatehace un año y que regenta la farmacia de Jimera de Líbar, localidad en la que se instaló con su familia procedente de Algeciras.
Tras años trabajado en la capital del Campo de Gibraltar y después de tener conocimiento que se vendía la farmacia de Jimera de Líbar, decidió “mirar si los números salían” y optó por volver al municipio natal de su madre.
“Hemos buscado tener una mejor calidad de vida”, explica Juan Manuel, que asegura que no tarda más que en Algeciras en llevar a su hija a la guardería en Cortes de la Frontera, ya que su mujer, Lorena, también trabaja con él en la farmacia. Además, destaca la tranquilidad y la libertad que conlleva vivir en los pequeños municipios. “Mi hija juega en la calle sin problemas”, dice.
De igual modo, destaca el trato mucho más cercano con los vecinos de ambas localidades, en las que existe una mayoría de población mayor. “Es muy cercano”, al tiempo que asegura que no dudan en llevarle productos de la huerta cuando en las temporada.
Mientras tanto, en el consultorio médico también pasan consulta tres veces a la semana un facultativo y una enfermera, un sistema que fue modificado recientemente, ya que con anterioridad los dos profesionales iban por separado.

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