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jueves, 2 de enero de 2020

Si vives deseando que llegue el fin de semana, quizá debas hablar con tu jefe elhuffingtonpost

El agotamiento laboral provoca estrés crónico y puede ocasionar sensación de vacío, desvinculación y despreocupación profesional.

Por
Monica Torres

EMILIJA RANDJELOVIC VIA GETTY IMAGES
El agotamiento laboral es un problema real y no desaparece al llegar el fin de semana. Ese empleado cansado, irritable y apático de la oficina es la misma persona en casa.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su Clasificación Internacional de Enfermedades, entre los principales requisitos para diagnosticar agotamiento laboral no tiene por qué estar el exceso de trabajo. Una persona también puede sentirse desaprovechada en el trabajo. El agotamiento laboral provoca estrés crónico y puede ocasionar sensación de vacío, desvinculación y despreocupación profesional.

Cuando sufres agotamiento laboral por el estrés que te provoca tu trabajo, es probable que olvides lo que era el tiempo libre. Puede que hasta desarrolles malos hábitos los fines de semana que te hagan sentirte aún peor el lunes por la mañana.

Por ello, la edición estadounidense del HuffPost se ha puesto en contacto con psicólogos y expertos en orientación profesional para conocer esos malos hábitos y ofrecer soluciones.

Vives deseando que llegue el fin de semana

Hay una gran diferencia entre tener ilusión por la llegada del fin de semana y ser lo único para lo que vives. Esa forma de pensar es una señal de que sufres agotamiento laboral. “Cuando dices ‘Odio los lunes’ o ‘Por fin es viernes’, por graciosas que sean las frases, lo que te estás diciendo es que el 80% de tu vida es un asco”, asegura el psicólogo Ryan Howes.

“Cuando la gente divide la semana y empieza a pensar en el trabajo como la parte mala y el fin de semana como la parte buena, el problema se agrava”, explica Howes. “Se pasan el fin de semana temiendo que llegue el lunes y quejándose por ello”.

Solución: Aprovechar la semana para hacer cosas que harías el fin de semana. “Si aprovechas los fines de semana para quedar con amigos, descansar y vivir pequeñas aventuras, perfecto. ¿Y cómo trasladar eso a la semana laboral?”. Howes recomienda quedar para desayunar con un amigo que no sea del trabajo o pasarse por una librería durante el descanso.

Cuando sientes que tu trabajo te está costando la vida, “tienes que alimentar tu alma”, explica Adriana Alejandre, terapeuta familiar y matrimonial. Asegura que rodearse de gente graciosa es de ayuda y que probar algo nuevo reaviva nuestra curiosidad.

Si sientes que en tu trabajo no aprovechas todo tu talento y estás cansado de sentirte infrautilizado, también puedes buscar esa ilusión que te falta por otras vías, explica Melody Wilding, trabajadora social y asesora ejecutiva. “Ese tiempo libre del fin de semana puede ser muy útil para empezar un nuevo voluntariado o proyecto, algo que te haga sentirte más ocupado”, recomienda.

No dejas de pensar en tu trabajo y de quejarte

A lo mejor te parece que estar todo el fin de semana quejándote de lo horribles que son tus compañeros y tu jefe es una forma de liberar estrés, pero a largo plazo solo te hace sentir peor.

Cuando no eres capaz de dejar de pensar en esas emociones negativas y no dejas de hablar de ello, “no te estás desahogando, le estás dando demasiadas vueltas, estás resentido, y eso quiere decir que ese desahogo no está funcionando”, señala Howes.

Solución: Ser más consciente de ti mismo y cambia tu forma de pensar. “¿Qué puedo hacer al respecto?” es una pregunta que sirve para replantearte tu forma de pensar y redirigir de forma productiva la energía que gastas. “Desahogarse debería ser el inicio de la solución, no un fin en sí mismo”, asevera Howes.

Wilding explica que vaciar la mente utilizando preguntas reflexivas para pensar sobre la semana laboral ayuda a cerrar ese episodio y pasar página el fin de semana. “Me encuentro con mucha gente que llega al fin de semana y no aprovecha ese tiempo para desestresarse”, cuenta.

Para ayudarte a pensar en lo que ha ido bien, Wilding propone hacerse preguntas como: “¿Qué he logrado esta semana? ¿En qué he progresado? ¿En qué quiero progresar?” o “¿Qué puedo aprender de esto para más adelante?”.

Al pasar página emocional y mentalmente, no permites que tus pensamientos sobre el trabajo “te invadan y te persigan todo el fin de semana”.

Estás hasta las narices, incluso en tu tiempo libre

Cuando sufres agotamiento laboral, tus problemas en el trabajo pueden empezar a invadir tus fines de semana.

“Veo a muchas personas tan saturadas por la cantidad de cosas que tienen que hacer o quieren hacer que se olvidan del fin de semana y ni siquiera aprovechan esos días para recuperarse”, comenta Wilding. “Se evaden con Netflix y con picoteos infinitos y cosas por el estilo para escapar de todo y no tener que afrontar su problema”.

Solución: Ponerse objetivos. Esto no quiere decir que no puedas relajarte en el sofá y ver películas, pero hazlo con conciencia. “No pasa nada por darte un atracón de Netflix si tienes buenos motivos para hacerlo y sabes qué es lo que vas a conseguir”, tranquiliza Wilding. “Siempre y cuando sea una decisión personal, está bien, pero si tus motivos son ‘Quiero olvidarme de todo, quiero meterme en mi cueva y esconderme del mundo’, no son las mejores decisiones”.

La tecnología te domina a ti y no tú a ella

Si tienes el teléfono cerca, tal vez estés en tensión por si te llaman del trabajo, aunque oficialmente estés en tu tiempo libre. Sin darte cuenta, quizás hasta te pongas a mirar el correo y las notificaciones del trabajo.

Para empezar, piensa de dónde viene esa urgencia por estar disponible. “Normalmente, surge del miedo. Por eso es estresante, porque tienen miedo. ‘Tengo miedo de perderme algo. Tengo miedo de quedarme rezagado. Tengo miedo de volver y no estar preparado’”, expone Howes.

Solución: Poner límites a la diponibilidad y compartir esas expectativas. Si sientes el impulso de estar disponible por miedo a que te necesiten y no estés ahí, reflexiona sobre cómo está agravando esta forma de pensar la espiral del agotamiento. “Si siempre han dependido de ti y tú les respondes en tu tiempo libre, les estás permitiendo que sigan dependiendo de ti. Es muy importante combatir la ansiedad”, advierte Alejandre.

Aunque de verdad necesites estar disponible, puedes poner límites a cuánto trabajo estás dispuesto a asumir en tu tiempo libre, sugiere Wilding. “Vale, necesitas estar en contacto, pero tienes que poner condiciones”.

Una vez que te has puesto límites, házselos saber a los demás. “Expón con claridad tus horas de trabajo, cuándo pueden ponerse en contacto contigo, cuándo no y cuánto tiempo tardarás en contestar”, propone Wilding.

No siempre depende de ti, pero aun así tienes derecho a cambiar lo que puedas

Claro que algunos factores escapan a tu control: jefes demasiado exigentes, fechas límite poco razonables, etc. Sin embargo, también puedes tomártelo como una señal de que necesitas cambiar algo que no funciona. Una vez que encuentres la causa de tu agotamiento laboral, tienes que valorar si te compensa sacrificar tu salud mental por seguir en el trabajo. Tal vez tengas que hablar con tu jefe sobre tus expectativas laborales o ponerte serio con tus prioridades profesionales.

Entretanto, recuperar el fin de semana es posible, pero hace falta mucho trabajo para curar el estrés del trabajo.

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