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sábado, 18 de abril de 2020

La agonía de romper con tu pareja en plena cuarentena elhuffingtonpost

Piensa en la alternativa: probablemente pasar el confinamiento con tu ex sería mucho peor.

Por 
Brittany Wong

MALTE MUELLER VIA GETTY IMAGE
Rompió y seguidamente llegó la cuarentena.

Eso es lo que le pasó a Scott, un escritor de Texas (EEUU). Su novia y él rompieron después de cinco años el 13 de marzo. Un día después, empezó el confinamiento.

Que coincidieran las fechas fue casualidad, pero al ser un cambio tan abrupto resultó mucho más duro.

“Puedo asegurar que nunca me había sentido tan aislado”, comenta Scott, que, como el resto de personas de este artículo, solo ha querido utilizar su nombre. “El peso de la soledad crece de forma exponencial porque también cargo con la tristeza del final de nuestra relación. Nunca lo había pasado tan mal emocional y psicológicamente”.

Su ex y él se siguen mandando mensajes, pero con poca frecuencia. Es consciente de que ya se ha terminado definitivamente.
En circunstacias normales (es decir, sin una pandemia de por medio), Scott asegura que le habría resultado muy difícil concebir un futuro sin su ex. Con el coronavirus, le cuesta más imaginar cómo será el futuro en general.

“Esa es una ansiedad compartida por todo el mundo, pero la ruptura me obliga a prepararme y a planificar un futuro que ni me esperaba ni deseaba”, explica. “Siento que es imposible aceptar la ruptura y el futuro que se nos avecina. Me paraliza emocionalmente”.

Scott no es el único que está pasando por una ruptura en pleno confinamiento. Los psicólogos con los que se ha puesto en contacto la edición estadounidense del HuffPost aseguran que tienen muchos pacientes pasando por lo mismo.

“Además de lidiar con el dolor de una ruptura, te sientes realmente solo por la cuarentena”, señala la terapeuta familiar y matrimonial Virginia Gilbert. “En circunstancias normales, afrontas la ruptura con tus amigos, pero ahora está todo el mundo en casa”.

Para Leah fue un triple revés en su vida: su prometido la dejó una semana antes de que se ordenara el confinamiento en Los Ángeles (EEUU) y ella acababa de empezar en un nuevo trabajo (solo llevaba cuatro días conociendo a sus compañeros cuando tuvo que empezar a teletrabajar).

“Ha sido un cambio enorme tener que quedarme sola en una casa medio vacía con huecos donde solían estar sus cosas y con los recuerdos de nuestra relación. Además, se llevó todos los videojuegos, así que no tengo nada que hacer”.

La situación no mejora mucho si te acabas de quedar soltera y vives con tu familia. Eso es lo que le pasó a Jen Lee.

“Tengo a familiares de otra ciudad viviendo en mi casa porque no pueden volver a la suya por las restricciones de desplazamiento, así que no puedo llorar a gusto. Ni siquiera puedo llorar para desahogarme antes de dormir”, dice.

“Olvídate ya del cuento de que pasar la cuarentena juntos os habría unido más. Los momentos difíciles no suelen llevar a finales felices”

La situación de Lee ―estar rodeada de familiares― podría ser una ventaja para algunas personas, sobre todo en el caso de los hombres, sostiene la terapeuta familiar y matrimonial Caroline Madden. De todos sus pacientes que han sufrido una ruptura en plena pandemia, son los hombres los que peor lo están llevando.

“Las rupturas son más complicadas para los hombres en estos momentos porque no tienen acceso a su red de apoyo emocional”, opina. “Los hombres suelen recurrir a sus parejas en busca de apoyo emocional, de modo que cuando su pareja o su cónyuge rompe, para ellos es una pérdida increíble que no es fácil de sustituir”.

Normalmente Madden aconseja a sus pacientes, sean hombres o mujeres, que se apoyen en sus amigos, que vayan con ellos a hacer deporte o que se tomen un día de descanso en un balneario. Ahora ya no puede darles el mismo consejo. “Por el distanciamiento social, lo único que puedes hacer es videollamarles o jugar con ellos por internet”, señala.

A Scott, el escritor de Texas, no hay nada que le apetezca más ahora mismo que quedar con sus amigos en un bar para desahogarse.

“A un amigo le dije en broma que solo necesito dos cosas para recuperarme de la ruptura: un abrazo y un camarero. Por desgracia, ahora no puedo tener ni lo uno ni lo otro”, lamenta.

Es evidente que las opciones de socialización escasean, pero hay otras cosas que puedes hacer para mantenerte sano y centrarte en tu bienestar durante el confinamiento. Estas son las recomendaciones de los expertos para afrontar situaciones como esta durante la cuarentena.

Primero, acepta el dolor.

Como con cualquier otra ruptura, Gilbert recomienda a sus pacientes reflexionar sobre cómo se sienten en estas circunstancias especialmente duras.

“Piensa cómo es sentirte sin pareja durante una pandemia. Ignorar esos pensamientos solo hará que la ruptura sea más dura. Observar la experiencia y ser indulgente contigo te ayudará a superar el caos emocional para que puedas tomar mejores decisiones”, explica.

¿Y cómo se reflexiona sobre tu propia ruptura, exactamente?

“Pon por ejemplo que cotilleas a tu ex en Instagram o en Twitter. Eso es una reacción compulsiva que solo te hará sentirte más solo”, señala Gilbert. “En vez de eso, busca una alternativa: practicar yoga, escribir un diario, hacer ejercicio o incluso llamar a una línea de ayuda psicológica”.

Utiliza bien tu tiempo (y nada de cotillear su Instagram).

Ahora mismo tienes tiempo de sobra, no lo utilices para mantenerte al día de lo que publica tu ex. (Para empezar, ya sabes que está igual que el resto del mundo: en casa, quizás paseando a su perro o yendo a comprar una vez por semana. No te hace falta ver eso).

“Mi mejor consejo es que dejes de cotillear a tu ex por las redes”, corrobora Madden.

En vez de torturarte con sus historias de Instagram, aprovecha para leer un libro, propone.

“Descárgate algún libro sobre la dinámica de las relaciones. No la clase de libro sobre cómo enamorar a la persona que te gusta, sino libros que estudien en profundidad por qué las relaciones son buenas al principio y aun así muchas se acaban rompiendo. Recomiendo Maneras de amar, de Amir Levine. Es un libro sobre cómo nuestros estilos de apego influyen en nuestra forma de forjar relaciones, para bien y para mal”.

Distráete con el trabajo y las actividades que te gustan.

En vez de rumiar el dolor de la ruptura, Lee encuentra positivo distraerse con su trabajo. Mandar correos electrónicos y hacer llamadas es una distracción bienvenida ahora mismo, dice.

“Eso es lo que me mantiene de una pieza en estos momentos, mantener la normalidad dirigiendo las operaciones comerciales rutinarias de mi negocio”, aclara.

Si tu vida laboral vive horas bajas porque estabas sin trabajo o porque te han hecho un ERTE, céntrate en otros aspectos positivos de tu vida (tu familia y tus amigos, por ejemplo) y en actividades que favorezcan tu bienestar.

“He retomado mis entrenamientos estrictos”, comenta Lee. “Mantener mi actividad física como forma de autocuidado me ha ayudado”.

Haz un diario para medir tu progreso.
Diario

A Scott, una de las cosas que más le está costando es no tener forma de medir cómo va su progreso a la hora de superar a su ex. Antes, salir y estar rodeado de sus amigos le ayudaba a calibrar su recuperación.

“Al menos antes me podía preguntar: ¿me siento deprimido rodeado de gente o noto que vuelvo a sonreír? ¿Me dan igual todas las mujeres del bar o hay alguna que me parece interesante? ¿Me siento bien conmigo mismo?”, comenta. “Ahora, al no estar rodeado de gente, no puedo darme cuenta de esas cosas. No tengo forma de medir mi recuperación”.

Gilbert comprende esa angustia, pero no coincide en eso de que no haya formas de valorar el progreso tras una ruptura.

“Una forma de hacerlo durante la pandemia es escribir un diario: escribe todos los días de 5 a 10 cosas que te hayan alegrado (una ducha caliente o tener comida en el frigorífico) y quédate con eso. Pasado un tiempo, si lo sigues haciendo de forma constante, notarás que te resulta más sencillo dejar de centrarte en lo que no tienes para centrarte en lo que sí tienes”, sostiene.

Gilbert también subraya que recuperarse después de una ruptura no significa dejar de sufrir, sino que más bien “aprendes a dejar de reaccionar de malas maneras a tu discurso de ‘voy a estar solo el resto de mi vida’ y empiezas a pensar en positivo”.

Piensa en la alternativa: probablemente pasar el confinamiento con tu ex sería mucho peor.

Olvídate ya de ese cuento de que pasar la cuarentena juntos os habría unido más u os habría ayudado a resolver problemas que vienen de muy atrás. Los momentos difíciles no suelen llevar a finales felices como ese.

Madden comenta que tiene pacientes que siguen viviendo juntos después de haber roto porque no pasaron página antes de que se ordenara el confinamiento y, por lo general, la convivencia no es agradable.

“Algunos están cuidando a sus hijos y ayudándoles con los deberes en la misma casa y no es fácil. Mi consejo para estas personas es que creen su propio espacio si es posible y que, en cuanto puedan, se separen en casas distintas”, recomienda.

Si todavía vivís juntos, puede ser aún más duro si uno de los dos ya está conociendo a otra persona. “No puedes hacerle preguntas sobre nuevas parejas sin quedar como una persona celosa, aunque tuvieras derecho a hacerlo por miedo al coronavirus”, advierte Madden. “No es una situación agradable”.

Piensa que esta cuarentena te ofrece la posibilidad que romper de forma limpia.

Tómate el tiempo que necesites para procesar todas las emociones que sientes. Desenamórate si no lo has hecho aún. Llora por la relación perdida. Pero, finalmente, haz un esfuerzo por ver el lado positivo de haber roto en un momento así.

“A veces deseo que mi ex estuviera aquí, normalmente por motivos que no tienen que ver con la cuarentena”, admite Lee. “Pero estoy empezando a ver la distancia y el espacio como una oportunidad para romper de forma limpia”.

Poco a poco, Lee le está cogiendo el gusto a la cuarentena, a la que ahora considera una ventaja encubierta para ayudarla a recuperarse.

“Mi ex y yo hemos pasado por muchas épocas y cuando sufríamos un bache, siempre acababa cogiéndome el teléfono y volvíamos a quedar porque nos necesitábamos”, explica. “Ahora ya no podemos hacer eso. Si el distanciamiento social nos ayuda a romper del todo, no habrá sido en vano”.

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