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sábado, 16 de mayo de 2020

Los problemas de piel que pueden provocar las mascarillas y cómo solucionarlos elhuffingtonpost

Acné, dermatitis y rozaduras son algunos de los más comunes.

Por 
Uxía Prieto


GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO
Las mascarillas son un elemento fundamental para protegernos frente al coronavirus. Su uso ya es obligatorio en el transporte público y se baraja la posibilidad de que esta medida se extienda también a otros espacios cerrados en los que es complicado mantener la distancia social.

No queda otra que usarla, pero hacerlo puede ser verdaderamente incómodo para algunas personas, como las que llevan gafas y soportan que los cristales se empañen, e incluso derivar en problemas en la piel. Desde granitos o rozaduras hasta brotes de dermatitis. Las mascarillas provocan un microambiente en el que aumenta la humedad, la fricción y el calor, de ahí la irritación.

En el caso de las mascarillas de tela las consecuencias pueden ser peores ya que al ser, como avisó la OMS, un “potencial foco de infección”, pueden provocar problemas de hongos.
Por suerte se pueden tomar algunas medidas para prevenir y aliviar estas problemas. La primera recomendación de los dermatólogos es clara: hidratar, hidratar e hidratar. Es el primer paso para evitar que la piel se seque y que las irritaciones empiecen a aparecer. Por eso los médicos recomiendan dejar aparcado durante estos meses el maquillaje, que puede obstruir los poros, y en tal caso apostar por cremas hidratantes con color o BB Creams. Tampoco puede faltar la protección solar: estamos más blancos que nunca y los rayos ultravioleta penetran a través de las mascarillas.
A pesar de tener en cuenta estos consejos y prevenciones, los problemas pueden seguir apareciendo. Estas son las recomendaciones de los dermatólogos, aunque si las reacciones son severas, lo mejor es consultar siempre a un especialista.

Acné

Es uno de los ‘efectos secundarios’ más comunes que aparecen después de llevar la mascarilla durante horas. Los expertos recomiendan, ante todo, limpiar muy bien la cara antes y después de utilizarla y no cambiar de forma radical la rutina habitual de cuidado de la piel.

El dermatólogo Brendan Camp explicó a la edición estadounidense de HuffPost que en estos casos “menos es más” y recomendó algunos tratamientos más agresivos para los granitos más rebeldes. “Se puede cubrir esa zona con ácido salicílico o peróxido de benzoílo debajo de la mascarilla”.

Dermatitis

La piel más sensible es la que más posibilidades tiene de sufrir un brote de dermatitis por uso de mascarillas. Puede ser de varios tipos. “La dermatitis alérgica contacto suele aparecer en zona limitada y presenta una erupción enrojecida y que pica”, explica el doctor Camp, que cuenta que la pequeña barra de metal para ajustar la mascarilla puede provocar esta reacción.

También puede aparecer un tipo de dermatitis causada por la fricción, y dermatitis perioral, que aparece alrededor de la boca y puede parecer un brote de acné.

La recomendación más habitual para intentar tratar estas reacciones es utilizar un limpiador muy suave y sin fragancia. En los casos más graves y persistentes lo mejor es acudir a un dermatólogo que pueda recetar un tratamiento más adecuado y eficiente.

Piel seca
Algunas mascarillas pueden absorber la grasa natural de la piel. “Sin ella la piel se enrojece y se vuelve áspera y sensible”, explica el doctor Camp. Es importante evitar que esto ocurra porque cuanto más sensible, más posibilidades de irritación, dermatitis y otro tipo de problemas.

Para hidratar las pieles más secas se puede recurrir a productos que incluyan ingredientes como las ceramidas, que mantienen la humedad de la piel y evitan la deshidratación, o el ácido hialurónico.

Marcas y rozaduras

Las sufren especialmente los que están en primera línea y tienen que llevar la mascarilla puesta durante muchas horas. Desde que empezó la pandemia hemos visto las imágenes de sanitarios con marcas en la cara tras acabar sus turnos de trabajo. Esto ocurre porque las paredes de pequeños vasos sanguíneos se dañan.

La dermatóloga Deanne Mraz Robinson recomienda aplicar productos como el gel de árnica, que también suele utilizarse después de tratamientos estéticos que provocan quemazón en la piel.

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