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lunes, 6 de julio de 2020

La Sagra, en Granada, graba el impacto de una roca de un asteroide en la atmósfera granadahoy.com

El fenómeno llegó a ser tan voluminoso como la Luna llena

La Sagra, en Granada, graba el impacto de una roca de un asteroide en la atmósfera

R.G.

Una roca procedente de un asteroide ha impactado este domingo contra la atmósfera y generado una bola de fuego, un fenómeno  que ha podido ser visto desde todo el país, también desde Andalucía. La roca entró en la atmósfera a 72.000 kilómetros por hora. A las 0,58 (hora local peninsular) de este 5 de julio, desde todo el país ha podido verse cómo una brillante bola de fuego cruzaba rápidamente el cielo nocturno. El fenómeno, que llegó a ser casi tan luminoso como la Luna llena, se produjo al entrar en la atmósfera terrestre una roca procedente de un asteroide a gran velocidad y pudo ser grabado por los detectores de los observatorios de Calar Alto (Almería), La Sagra (Granada).
Estos detectores trabajan en el marco del Proyecto Smart, que se desarrolla desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) con el objetivo de monitorizar continuamente el cielo para registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar.
Este fenómeno ha sido analizado por el investigador responsable del Proyecto Smart, el astrofísico José María Madiedo del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC). Este análisis ha permitido determinar que la roca que originó esta bola de fuego entró en la atmósfera a unos 72.000 kilómetros por hora sobre el noreste de la provincia de Toledo.
Debido a esta elevada velocidad, el brusco rozamiento con el aire hizo que la roca se volviese incandescente a una altura de unos 81 kilómetros sobre el nivel del suelo, generándose así una bola de fuego casi tan brillante como la Luna llena.
Fue precisamente su gran luminosidad lo que provocó que el fenómeno pudiera verse desde más de 400 kilómetros de distancia. La bola de fuego avanzó en dirección noroeste y sobrevoló el sur de la Comunidad de Madrid, extinguiéndose a una altitud de unos 34 kilómetros sobre la localidad de Fuenlabrada. El estudio realizado ha podido determinar también que la roca se desintegró totalmente en la atmósfera, por lo que ningún fragmento consiguió llegar al suelo.

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