El Fondo de la UE está previsto para la reparación de estragos causados por catástrofes como terremotos, incendios, inundaciones, devastaciones forestales o de infraestructuras.
EUROPA PRESS NEWS VIA EUROPA PRESS VIA GETTY IMAGESVista del volcán de la Palma la pasada madrugada.
La erupción del CumbreVieja en La Palma, Canarias, Región Ultraperiférica (RUP) de la UE, y por tanto territorio europeo tan de pleno derecho como Alsacia o Flandes y tan ciudadanía europea su población como la de Estrasburgo o Bruselas, es un acontecimiento global como no habíamos visto en años. Nos sacude la conciencia de nuestra vulnerabilidad y de nuestras posibilidades para sobreponernos al fragor inexplicable de lo que lo que no podemos evitar. Una catásfrofe natural, cada vez más a menudo causadas por el cambio climático y el calentamiento global -un volcán que ruge no es el caso-, nos ha obligado a activar con celeridad forzada un prontuario de respuestas de solidaridad con los que sufren su impacto en primera persona y de reparación de daños, tejiendo puentes de esperanza hacia el día después del desastre, ese día de mañana que habrá de ser mejor que el hoy y hacernos mejores a todos.
En el frente de respuesta que corresponde a las Instituciones de la UE -incluido el Parlamento Europeo (PE) donde ejerzo representación de mi ciudadanía de origen eurodiputado residente en la RUP de Canarias-, nos hemos activado enseguida para la procuración de todos los compromisos de respuesta previstos en la arquitectura europea. Desde el minuto uno, con comunicación con el conjunto de l@s eurodiputad@s RUPS, con l@s President@s de los Grupos de la EuroCámara, con la Presidencia de la Comisión y l@s Comisari@s responsables; notablemente, es el caso de Elisa Ferreira, Comisaria de Política Regional y Fondos de Cohesión, además de portuguesa (EM que cuenta con dos RUPs en la UE: Madeira y Azores).
La primera línea de ayuda disponible es la que funda el Mecanismo Europeo de Protección Civil. Este instrumento puede activarse en respuesta a cualquier tipo de emergencia en cualquier parte del planeta, pero desde luego puede y debe activarse ante una situación como la padecida en este rincón de la UE que es la Isla Bonita, como se conoce a La Palma.
En este caso concreto, la Protección Civil UE abarca la cobertura satelital de Copernicus, y aportaciones europeas a la lucha contra incendios forestales y urbanos, despliegue de personal (bomberos, personal médico), purificación de agua, refugios temporales de emergencia y desplazamientos seguros. Su objetivo primordial es fomentar la cooperación con las propias autoridades nacionales (españolas, incluidas las autonómicas) de protección civil, y la concienciación y preparación de la respuesta coordinada de la población civil ante una asistencia rápida, eficaz y coordinada de movilización, evacuación y salvamento. Esa reserva de emergencia europea incluye recursos financieros especiales, con un capítulo agrícola y pesquero que desempeñarán un papel relevante en la reparación de daños en un escenario tan singular como es el de La Palma, primera productora de plátano de toda la Comunidad de Canarias.
Tan recientemente como en mayo de 2021, en el contexto del Marco Financiero Plurianual (MFF) 2021-2027, ha entrado en vigor el Reglamento (Ley europea) de refuerzo de la Protección Civil UE, previendo 1263 millones de euros para este período (y hasta 2056 para el impacto del Covid).
Pero aún más importancia reviste la activación del Fondo de Solidaridad UE para emergencias y ayudas a la reconstrucción en caso de catástrofes naturales graves. Se considera “grave” si el daño asciende al 0´6% PIB de un Estado miembro (EM), al 1´5% PIB interregional en caso de que no afecte a la totalidad de un EM, y al 1% en caso de que se trate de una RUP. El PIB de Canarias ha basculado en torno a los 47000 millones de euros anuales antes de la pandemia, reducido en un 30% como consecuencia del brutal impacto del Covid sobre los insumos del turismo y los servicios asociados, puede estimarse en 2021 en torno a los 40.000 millones de euros. Un 1% asciende a 400 millones de euros, cifra que sin duda alguna superarán los daños materiales en el momento en que proceda su estimación objetivada. Importa subrayar que esta cantidad actúa como umbral para el acceso al Fondo, no como límite cuantitativo de la ayuda disponible, que puede incluso -de acuerdo con el principio de “flexibilidad” presupuestaria interanual- imputarse al ejercicio siguiente hasta compensar el total del soporte financiero que en cada caso se requiera.
El Fondo de SolidaridadUE está previsto para la reparación de estragos causados por catástrofes como terremotos, incendios, inundaciones, devastaciones forestales o de infraestructuras: todo ello, todo, está sumado -y cómo, emblemáticamente- en la erupción del volcán palmero con una incontenible y furiosa dimanación de lava, gases y cenizas de inmenso poder destructivo, que ha deglutido en pocos días centenares de viviendas, explotaciones agrícolas e infraestructuras críticas. De la cualificación de La Palma para la Ayuda de la UE no cabe la menor discusión: lo único importante es cuánta va a ser necesario activar y cómo hacer que llegue cuanto antes a ponerse manos a la obra.
El objetivo del Fondo es el restablecimiento de Infraestructuras dañadas, abastecimiento energético y de agua potable, telecomunicaciones interrumpidas, transportes, establecimientos sanitarios (centros médicos) y educativos (colegios); puesta a disposición de alojamientos provisionales y financiación de servicios de auxilio a la población; protección de patrimonio cultural y limpieza de zonas siniestradas, incluidas las zonas naturales.
Estas Ayudas europeas se suman a las adoptadas con ejemplar diligencia por todas las administraciones territoriales, con sus primeros responsables políticos al frente. Los 14 Ayuntamientos palmeros, el Cabildo de La Palma, el Gobierno de Canarias y el Gobierno de España (con su Presidente entregado toda la semana a atender esta prioridad absoluta), coronado este despliegue de solidaridad con la presencia de los Reyes toda la jornada del jueves, en un intenso y significativo abrazo de solidaridad con los damnificados, aportando un mensaje de compromiso y esperanza en la superación del momento de tan invencible angustia y desolación por la pérdida de tantos bienes y recuerdos (afortunadamente, no ha habido que lamentar víctimas personales).
El Gobierno de Canarias, con su Presidente AV Torres a la cabeza, ha comprometido un Decreto Ley de urgencia con medidas de emergencia: declaración de zona catasfrófica; creación de una Oficina única de atención personalizada y tramitación de ayudas; soluciones alojativas dignas y compra inmediata de un parque de vivienda pública (el primer anuncio asciende hasta casi las 300); y líneas de reparación económica de daños y ayudas sociales y empresas (servicios, explotaciones agrícolas y ganaderas). Por su parte, el Gobierno de España – con su Prediente Pedro Sánchez al pie del terreno en contacto con los damnificados -compromete asimismo un Decreto Ley de Urgencia con cuantas medidas se encuentren al alcance de las competencias del Estado para complementar el esfuerzo de la Comunidad Autónoma de Canarias, con La Palma en el corazón de l@s español@s y de la política nacional, incluyendo el anuncio de que la próxima Conferencia de Presidentes (prevista para el mes de diciembre) se celebrará en La Palma.
Toda la solidaridad es poca a la vista del estrago impactante del volcán. Toda cuenta. Toda suma. Y, en aras de la esperanza de quienes padecen desgarro de la incertidumbre y la intemperie ante la devastadora y telúrica fuerza de la lava que arde, toda solidaridad debe materializarse, y debe llegar cuanto antes. Un abrazo, La Palma.
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