Las obras que se presentan mañana son ‘Esclavos en tierras bereberes’ y ‘Liam y el árbol de la sabiduría’
El escritor Jo-sé Cra-viotto presenta este viernes, 23 de febrero a las 18:30 horas en el Centro de Participación Activa de Albuñol sus novelas Esclavos en tierras bereberes y Liam y el árbol de la sabiduría (Primera y segunda parte).
En Esclavos en tierras bereberes, la historia está centrada en una serie de acontecimientos, muchos de los cuales fueron hechos realidad. Marcos, un joven de quince años, fue sacado de Albuñol junto a otros jóvenes y arrastrados por la rambla del Ahijón hasta la Rabita.
¿Los responsables? Un grupo de piratas bereberes que habían tomado la Rabita, Huarea, Melicena, Albuñol… Esclavos en África. Muchos de ellos fueron vendidos, otros se quedaron en los barcos.
Marcos, el protagonista de esta novela, tuvo que afrontar una serie de consecuencias en un barco pirata, y las fue afrontando por su fuerza y valentía. En esta novela, el lector puede disfrutar de los acontecimientos ocurridos porque una buena parte de esta lectura fue historia.
Por su parte, en la novela Liam y el árbol de la sabiduría, la avaricia y el odio del ser humano provocan la destrucción del mundo. Los sueños de Liam se hicieron realidad en la nueva tierra. Han pasado millones de años. La tierra vuelve a ser un gran vergel: El planeta azul.
(Él) buscó lo que un día se perdió con el planeta, hasta encontrarlo. El ser humano vuelve al mundo, pero no exentos de padecer los efectos de un ser que siempre ha estado ahí. Liam y su esposa Edna, dos guerreros preparados para combatir el mal.
José Craviotto Ruiz nació en Albuñol en la provincia de Granada. Sus padres se llamaban Eduardo y María. “Mi padre murió a una temprana edad y nos marchamos a Mallorca. Allí pasé mi juventud aunque ni mis hermanos ni yo dejamos de visitar Albuñol de vez en cuando”.
Pero Craviotto tiene verdadera pasión por la escritura. “Mi niñez no fue un camino de rosas. En 1965 ya tenía que estar trabajando y no tuve la posibilidad de estudiar ni siquiera hacer primaria. Ya instalados en Mallorca comencé a trabajar, solo era un niño. Pero se me daba bien fregar platos en el Hotel al cual había ido a pedir trabajo”, recuerda.
“Con 16 años ya era cocinero, al mismo tiempo que entrenaba karate en los gimnasios. Con 19 años vuelvo a la península, por problemas de salud me reúno con mi hermana Mari Ángeles. Ya no volvería a Mallorca pues conocí a la que sería mi esposa. Trabajé en un Restaurante de Roquetas de Mar durante cuatro años al mismo tiempo que trabajaba con mi hermano Andrés en su empresa de pintura, entrenaba y participaba en eventos de Artes Marciales”, rememora.
En 1984, Craviotto se desplaza a Granada. Era allí donde estaba la Federación de Karate y solicita una delegación para Almería, la cual le es concedida, pero le faltaba ser cinturón negro por la Federación Española de Karate. En los siguientes dos años consigue el primer Dan, después vendría el título de Entrenador y árbitro.
Trabajó como instructor de Karate en el Ayuntamiento de Vícar en 1986. “Tiempo después entré en el Ayuntamiento de Vícar en calidad de Trabajador público en concreto Oficial de pintura. Quiero recalcar que en los años 90 teníamos un gran equipo de Karate, más de 2000 licencias y un grupo de competidores que estaban participando en los campeonatos de Andalucía y de España”, sostiene.
Aunque el tiempo lo tenía muy reducido por el trabajo y las clases comenzó a estudiar. “Primero fue la ESO desde primero hasta cuarto. Todos los días cinco horas de estudio. Ya no paré de estudiar. Me preparé para el acceso a la Universidad y aprobé. Comencé la carrera de Historia, pero la he dejado estancada porque me cuesta llevar la escritura y la carrera”.
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