Viaje exclusivo a Marruecos editadoporGEO

Desde GEO tenemos una propuesta muy suculenta para tus vacaciones. Conocer el embrujo de Marrakech y recorrer sus mil rincones de la mano de un experto guía privado, descansar en los Riads con más encanto y mucho más…

Marrakech huele a especias

Recorrer los rincones más interesantes de la ciudad de Marrakech, callejear por el Zoco, visitar antigua Escuela Coránica Ben Youssef, el palacio de la Bahía, las tumbas Saaditas, los bellos jardines que rodean a la Mezquita de la Koutoubia, la mágica plaza de Jemaa-l-Fna son algunas de las paradas obligatorias.

Del oasis a las dunas¿Tienes unos días de vacaciones y no sabes a dónde irte de viaje?Marruecos es el país ideal para descansar; lleno de contrastes que te harán desconectar, con su hospitalaria gente, con los paisajes que te harán soñar, y con los sabores y aromas que te trasladarán a un mundo de sensaciones. Un mundo aparte, muy cerca de nosotros y lleno de sorpresas es lo que ofrece la exclusiva agencua Nuba. La agencia tiene una gama de viajes para los más aventureros. Este recorrido es ideal para viajar solo o acompañado. Del 5 al 12 de diciembre, por el Marruecos fértil a la fascinante Marrakech; desde los increíbles palmerales del Valle del Draa a las abruptas gargantas del Dades pasando por el infinito mar ocre del desierto al bullicioso enjambre humano de los zocos.

Atravesar el oasis de Skoura en todo terreno es una de las actividades más fascinantes del viaje que proponemos para estas Navidades. Desde Skoura hacia el Valle del río Dades se contemplan las inmensas cumbres de la cordillera del Atlas, la columna vertebral de Marruecos.

Antes de llegar a la villa de Boumalne en pleno Marruecos nos adentramos hasta el desfiladero de Tamlat, donde las rocas obtienen curiosas formas geométricas por la erosión del viento. Por ello, son merecedoras del apodo “dedos de mono”. En el valle, el cultivo de rosa damasquina, se extrae aceites y esencias que luego utilizan en cosmética. Igual que sucede con el aceite de argan, realizado por cooperativas de mujeres, fomentadas por el gobierno para que no abandonen las zonas rurales de Marruecos.

Marruecos, a lomos de un dromedario

Los pueblos bereberes construidos de adobe parecen intactos al paso del tiempo. Mercados, jaimas nómadas y manadas de dromedarios se cruzan por el camino.

Marruecos a lomos de un dromedarioEmprendemos rumbo al oasis de Tinerguir, hacia las gargantas del río Todra, en mitad de Marruecos. Los pueblos bereberes construidos de adobe parecen intactos al paso del tiempo. Mercados, jaimas nómadas y manadas de dromedarios se cruzan por el camino.

Y a lomos de un dromedario consiste nuestra siguiente actividad por las dunas de Erg Chebbi. El viaje continua hacia Alniff, con parada incluida para disfrutar de un té moruno, típico de Marruecos. Escarpando la cordillera del Sarghro atravesaremos parajes semidesérticos, pequeños bosques de acacias espinosas y calótropes con sus frutos, alimento típico de África central. También contemplaremos las ruinas de pueblos judeo-bereberes y oasis con pequeñas kasbahs.

Camino al valle del río Draa, famoso pueblos-fortaleza de adobe, el viajero tendrá la oportunidad de alojarse en un exclusivo Riad ubicado en el hermoso palmeral de Amezrou.

Marruecos, sabores y aromas

Marruecos es un mundo aparte, muy cerca de nosotros y lleno de sorpresas y contrastes, con su hospitalaria gente, sus oasis de ensueño y sus sabores y aromas.

Visita a Marrakech

Acompañado de un experto guía local recorreremos los monumentos más emblemáticos de Marrakech y los rincones más interesantes de la ciudad de Marrakech. Callejear por el aromático Zoco, visitar antigua Escuela Coránica Ben Youssef, entrar en el palacio de la Bahía, visitar las tumbas Saaditas, pasear por los bellos jardines que rodean a la Mezquita de la Koutoubia y por supuesto deambular por la mágica plaza de Jemaa-l-Fna. Marrakech huele a especias. En el corazón de la medina, parada obligatoria, se encuentran las casas-palacio de los nobles marroquíes. Pero también podrán ver maravillosos zocos donde regatear por piezas artesanales. Imprescindible adentrarse en el laberinto de las calles que encierran las murallas de la Ciudad Rosada.