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La Fábrica de Nuestra Señora del Pilar se convertirá en la sala de exposiciones más grande de toda la Costa Tropical

NACHO MARTÍN / MOTRIL

El recinto tendrá mil metros cuadrados de superficie.

La Fábrica de Nuestra Señora del Pilar está ligada a la historia de Motril. Son muchos los habitantes de esta ciudad que cuentan con algún miembro de una generación anterior que tuvo algo que ver con la fábrica más productiva de la zona, y que desde su cierre en los años 80 permaneció en ruinas, a pesar de albergar en su interior polvoriento uno de los patrimonios de arqueología industrial más importantes del mundo. Así pues los motrileños están deseando que vuelva a abrir sus puertas para revivir ese pasado glorioso gracias a la caña de azúcar, del que los viejos aún hablan.

Ese momento está cerca. El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Motril, Nicolás Navarro, asegura que las obras de rehabilitación de la antigua Fábrica del Pilar "van a buen ritmo", por lo que en las próximas semanas, se abrirá parcialmente.

En concreto, se pondrá en uso una de las naves del recinto que se ha reconvertido en la que será la sala de exposiciones de mayores dimensiones de toda la Costa Tropical. Se trata de un recinto con más de 1.000 metros cuadrados de superficie distribuidos en dos grandes plantas en las que podrán tener cabida por sus características obras de gran magnitud. Según el edil, "es un espacio cuya recuperación está dejando con la boca abierta a todo aquel que ha podido acceder a su interior y que se presentará en sociedad para acoger el Certamen Nacional de Pintura Ramón Portillo de Motril".

Este último, que aún está en plazo de admisión de obras (desde el 17 de octubre hasta el 10 de noviembre) contará con entrada libre al nuevo recinto del 25 de noviembre al 23 de diciembre de este año. La sala acogerá los cuadros de la cuarta edición del certamen.

El futuro de esta sala de exposiciones, que ha sido rehabilitada respetando al máximo su pasado y combinándolo con un diseño moderno, está pensado para albergar exposiciones de gran calado en colaboración con otras instituciones.

En estos momentos, Cultura está en conversaciones con organizaciones como el Parque de las Ciencias de Andalucía o el Legado Andalusí para que importantes muestras den contenido a la nave del almacén del complejo fabril que será abierta como gran espacio de exposiciones. En concreto, el alcalde de Motril, Carlos Rojas, firmó en julio un convenio con la gerente del Consorcio de la Fundación del Reino de Granada, Francisca Pleguezuelos, para fijar las condiciones en las que se desarrollará la colaboración entre ambas instituciones, de cara a 2013 y en el que jugará un papel destacado la sala de exposiciones de la nave del azúcar.

La apertura de este enclave el Ayuntamiento lo quiere hacer coincidir con la del mirador sur de la factoría que supondrá nuevas zonas verdes y de esparcimiento para la ciudad.

Nicolás Navarro mostró su alegría por la próxima apertura al público de esta sala de exposiciones y expresó su deseo de que "se convierta en un revulsivo cultural no solo para la comarca costera, sino para la provincia y para la comunidad autónoma". El primer edil dijo que "de esta zona del museo disfrutarán todas las familias que vengan al futuro establecimiento, que combinará una zona de ocio y de restauración con el complejo museístico" y añadió que "esta actuación supone además una importante generación de empleo para nuestra ciudad".

La puesta en valor del complejo industrial forma parte del plan de Motril de convertirse en la ciudad del azúcar y recuperar el legado azucarero.

El proyecto del que forma parte, mucho más ambicioso, valorado en 600.000 euros, contempla crear un Museo Industrial de la Caña de Azúcar. Por lo pronto, antes de que finalice este año se abrirá la sala de exposiciones y el restaurante del azúcar, devolviendo la antigua Fábrica del Pilar a los motrileños. El siguiente paso será, gracias a los 300.000 euros otorgados por el Ministerio de Cultura, la urbanización de la zona norte, la protección de la maquinaria, que supone una auténtica joya de arqueología industrial y la rehabilitación de la fachada de la nave de molinos.