La familia del niño motrileño acondroplásico ha conseguido que su caso sea conocido en todo el país y sigue luchando para darle todas las oportunidades
11.06.13 - 00:01 -
FERMÍN ANGUITA |
uis Alberto junto a su familia, en el teatro Calderón de Motril, donde tuvo lugar su gala solidaria. :: JAVIER MARTÍN
Luis Alberto Mota es un niño de siete años que tiene acondroplasia. Sus padres llevan todo ese tiempo luchando sin cuartel por su bienestar, tanto que su caso ha dado la vuelta al país y no son pocos los lazos tendidos hacia él gracias a las redes sociales, desde las que se ha tejido una madeja de solidaridad en torno al niño cuyos avances y logros son conocidos por miles de personas que muestran diariamente su interés por el caso.
A su corta edad, Luis Alberto ha tenido que superar escollos incomprensibles para los demás chavales, como el dolor físico o las barreras que se van haciendo más patentes a medida que pasan los años; pero sin embargo su carácter dulce le ha hecho ganarse por completo a un Motril que lo adora a consecuencia de su inevitable protagonismo mediático y, sobre todo, por el extraordinario valor de su sonrisa.
Sus padres, Silvia y José Luis, no han dado tregua jamás al desvelo por su hijo. Lo más complicado, como por desgracia ocurre siempre en este y otros muchos casos, es costear los tratamientos y atenciones del niño y con este fin, han organizado una nueva edición de la gala de la acondroplasia en el Teatro Calderón de Motril.
«Todo lo recaudado irá destinado al tratamiento medico de Luis Alberto que se compone de fisioterapia, piscina y psicomotricidad», explica su padre José Luis. El dinero obtenido en la gala servirá además para sufragar los gastos de traslado y alojamiento a Sevilla para sus revisiones periódicas en la unidad de rehabilitación del hospital Virgen de la Macarena, un centro de referencia en Andalucía en todo lo relativo a la acondroplasia.
Con esa meta familiar, el padre se lanzó a la calle la primera vez buscando apoyos, patrocinadores y público. El tema se fue de las manos, siempre para bien, ante la formidable respuesta de las empresas y de un público que en esta última cita desbordó todas las previsiones agotando las entradas y haciendo que la gente no parase de acudir a las puertas del teatro a preguntar e incluso a los propios anunciantes colaboradores.
«Vecinos, compañeros de trabajo, amigos, conocidos, gente del deporte y la moda... no tengo palabras para describir tanto apoyo y cariño», explica José Luis.
La de la última gala, fue una noche de experiencias y mucha emoción donde el público recibió información sobre la acondroplasia y su tratamiento fisioterapéutico, todo ello con una parte festiva e incluso una enorme sorpresa, la llamada telefónica en directo de El Arrebato para invitar a la familia al concierto que ofrecerán en las fiestas de agosto en Motril y así conocer a Luis Alberto. «Vemos como el cariño crece y esta ciudad es increíble por su respaldo y apoyo», expresaba un papá emocionado al término de la gala.
A su lado, siempre luchando por salir adelante está Silvia, la mamá de Luis Alberto quien también tiene una hermanita pequeña, Claudia. Los cuatro miran cada día al futuro con optimismo y esperanza en que muchas barreras físicas, morales y económicas puedan salvarse a golpe de cariño. La felicidad del niño es la gran meta a conseguir y los papás no han descansado desde que éste vino al mundo para que salga adelante con la cabeza bien alta y todas las posibilidades a su alcance para disfrutar de una existencia normal, tal y como él se merece.
Gastos
Luis Alberto, tiene una discapacidad física del 38% y su corta historia lleva impresa el sello del sacrificio, la lucha, los miedos, las dudas y el desvelo de tantas y tantas noches sin poder dormir.
A ello sus padres han tenido que unir el desconocimiento que alcanza un grado fuera de toda lógica ante el muro, a veces infranqueable de la administración, y, para más dolor, ante la abrumadora incultura de quienes no comprenden lo que esta familia lleva pasado.
Cumplidos los siete años concluyó la atención temprana, por lo que los padres han tenido que vérselas para hacer frente a situaciones y gastos que solo el empeño de esta pareja está siendo capaz de superar, para asombro y ejemplo de la ciudad y de muchos niños como él en toda España, creando incluso la Plataforma de Ayuda al Niño Luis Alberto. En Motril son muy pocos como él, pero el entorno debe tener una información sobre esta minusvalía, «es preciso que la gente sepa que es una minusvalía física, solo eso», decía José Luis. Información cuya ausencia causa no pocos equívocos que hieren en extremo. Por eso también nació la gala que se celebró nuevamente en el Teatro Calderón, que se puso a reventar de solidaridad. Y eso no tiene precio.
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