Páginas

sábado, 3 de agosto de 2013

'El Cautivo de Granada' es el título de la segunda obra del toledano Marceliano Galiano El escritor se declara un enamorado de Granada y de su historia
JOSEFINA GROSSO GRANADA |
1. Ilustración sobre la figura de al-Jatib, que vivió una época gloriosa de Granada en la que se construyeron edificios que han llegado con pleno vigor al siglo XXI como el Palacio de la Madraza. 2. El autor toledano vuelve a poner a Granada como protagonista de sus novelas.
Todo el mundo conoce y sabe lo que es la Alhambra, ese mágico palacio que es el símbolo de esta ciudad. Ese que una vez fue sede de su esplendor máximo y que fue habitado por personas que, para muchos, son unos totales desconocidos. ¿Quién, paseando por los palacios nazaríes, no se ha imaginado cómo eran las personas que tuvieron el privilegio de vivir allí? Marceliano Galiano, autor de El cautivo de Granada -que gira en torno a Ibn al-Jatib, un hombre fundamental para la historia de Granada pero anónimo para la mayoría- se preguntó esto muchas veces: "Poco sabemos de los habitantes de los palacios, de esos granadinos que por aquel entonces gobernaban y vivían en estas tierras y que tras cientos de años lo perdieron todo". La historia, prosigue, "la escriben siempre los vencedores", afirma este toledano, tripulante de cabina de profesión que se declara un enamorado de Granada y de sus vestigios árabes y que, como cuenta, quiso dar voz con sus novelas "a los vencidos, a los que fueron olvidados y son unos completos desconocidos". 

Galiano presenta su segunda novela, El Cautivo de Granada, una historia apasionante que gira en torno a la vida de un gran hombre que, como afirma resignado, "a pesar de haber sido un gran erudito, médico, poeta, político e historiador sigue olvidado en la ciudad y en España". 

La historia tiene lugar en el reino de Granada del siglo XIV, periodo convulso donde los haya, y tiene como escenario principal el palacio de la Alhambra, sitio que conoció de pequeño y que afirma fue lo que le impulsó a documentarse y escribir sobre su historia. 

Galiano es de Toledo, una ciudad que tiene tradición musulmana, y es ahí donde tomó contacto por primera vez con este mundo que dice apasionarle tanto. "Siempre me he sentido atraído por el arte islámico, creo que son dueños de un refinamiento único y eso me creó esta especie de sentimiento hacia la preciosísima Granada", insiste el autor que afirma que "la Alhambra seduce con su magia". 

El aroma de arrayán fue su primera toma de contacto y con esta novela el autor se inmiscuyó en este mundo de lujo, esplendor, de luchas, sultanes y prisioneros y ahí supo de la existencia de la figura de Ibn al-Jatib, un hombre que, como cuenta resignado, era polifacético pero suenan más otros nombres de historiadores cristianos que el suyo, "por lo que yo he querido dar al gran público la oportunidad de conocer a este personaje histórico tan apasionante", insiste. En cuando a su faceta literaria, dice que era un autor "tremendo" que escribió sobre todo. "Me daba mucha pena que personajes literatos de su época como el Arcipreste de Hita o López de Ayala sean tan conocidos y él no, Al-Jatib no sale en los libros de historia" afirma rotundo. 

El Cautivo de Granada es una novela que transcurre en un escenario muy convulso, "un siglo tremendo, un tapiz sacudido por la guerra, la terrible peste negra que asolaba Europa, un siglo muy convulso pero apasionante". El trabajo documental que Galiano tuvo que hacer fue grande, ya que aunque su importancia para la historia de Granada fue capital, la información sobre el erudito es bastante escasa ."Escribir una novela histórica no es nada fácil, demanda mucho tiempo y un trabajo documental bastante grande , era un hombre grande pero poco conocido, la documentación me costó un año y medio y otro año escribirla". 

La publicación de la novela coincide con el aniversario del del Milenio de Granada y, curiosamente, con los siete siglos de la muerte de Al-Jatib, algo que ha venido como anillo al dedo a este escritor que pretende dar a conocer una historia apasionante y oculta. "Me molesta esa mala imagen del mundo musulmán que nos han querido inculcar. Les debemos mucho porque eran personas muy sabias que nos han dejado un legado impagable y digno de ser conocido y estudiado", concluye.

No hay comentarios:

Publicar un comentario