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sábado, 3 de agosto de 2013

"La crisis determinará quién debe dedicarse a otra cosa" granadahoy.com

El responsable de Teatro de la Zambra hace doblete con la producción de 'Duende' en el Generalife y del ciclo 'Los Veranos del Corral'
G. CAPPA GRANADA |
Raúl Comba, ayer, en las calles del Realejo.

El productor Raúl Comba fue el primer espectador del espectáculo Duende que protagoniza el verano en el teatro del Generalife. Primero lo visualizó en su cabeza y ahora, noche tras noche, ve como sus sueños se materializan en un escenario. También es el responsable de Los Veranos del Corral, el ciclo que cumple 15 años y que esta edición ha recortado a la mitad la programación tras el 'abandono' del Ministerio de Cultura. 

-¿Hay que tener el don de la ubicuidad para llevar a buen puerto estos dos ciclos que se desarrollan al mismo tiempo? 

-Los Veranos del Corral cumple 15 y el proceso está ya automatizado. Por otro lado, la producción de Duendecuenta con la ayuda de la gente del teatro Alhambra, unos profesionales que valen mucho y suponen una gran ayuda para llegar a todos lados. 

-Cuando no se cuenta con financiación siempre queda la duda de cómo hubiese quedado un espectáculo con los medios adecuados. En el caso de 'Duende', ¿el resultado final está a la altura de lo que tenía en la cabeza? 

-Llevo mucho tiempo pensando que si encontrara financiación podría hacer esto o aquello. Desgraciadamente, las artes escénicas y la cultura en general no han encontrado todavía un sistema de financiación. No son tiempos para pensar que ahora se va estructurar un sistema de financiación para la cultura, aunque ya es hora de que nuestros responsables políticos entiendan que la cultura, y en concreto el flamenco, tendría que ser algo estructural en una ciudad como Granada, algo estratégico porque tiene mucho rendimiento que dar. Pero todo está manga por hombro y hacemos o nada o grandes fastos. El flamenco, desde sus orígenes, ha despertado el interés del extranjero, siempre ha habido interés desde los viajeros románticos, gente culta de todo el mundo que son capaces de sostener una bienal de flamenco en Amsterdam o un programa estable de flamenco en París. Cuando al público le ofreces una combinación de una ciudad singular como Granada y un arte como el flamenco es algo que tiene que funcionar, pero tiene que ser una buena oferta sostenible. Los rendimientos que tiene Sevilla con la Bienal de Flamenco es algo que está para quien quiera estudiarlo, y no hablo de copiar este modelo, hablo de diseñar una programación con un perfil adaptado a Granada, se trata de equilibrar el servicio al público granadino, ofrecer lo que demanda el público de aquí. Es inconcebible que una ciudad como Granada, que tiene ahora una generación espléndida de artistas de mucho talento que cubre todos los frentes, no sea capaz de darse cuenta de que es algo que puede generar riqueza. 

-Al principio de la crisis se decía que iba a ser una oportunidad para que las cosas se reequilibraran. Además de que los cachés son ahora más razonables, ¿se ha sacado algo positivo de esta situación? 

-El negocio entendido de una manera tradicional está hundido, entre otras cosas porque las administraciones coparon el mercado y derivaron el caché político. Claro, con el pinchazo de la burbuja, el gasto en cultura se ha venido al suelo y ahora mismo no hay mercado, estamos en una fase en la que hay que reconstruirlo todo. Es un momento de oportunidades, de reestructurarnos de manera diferente. Seguirá saliendo gente con talento, aunque hay que tener en cuenta que el talento es un bien escaso. Quizás una de las cuestiones que va a dilucidar la crisis es quién debe de quedarse y quién tiene que buscarse las habichuelas por otro lado. 

-¿Está saturado de artistas el mercado? 

-Mucho, a nivel técnico la gente está preparada como nunca, pero gente que tenga un lenguaje propio y tenga interés ya es otra cosa. El mercado está bastante atorado, la fórmula de comprar fama antes que talento todavía sobrevive, y eso que comprar talento es bastante más barato y a la larga es más rentable. 

-La programación de 'Los Veranos del Corral' se ha visto reducida a la mitad sin la subvención del Ministerio de Cultura. ¿Por qué este año no ha llegado el dinero? 

-No hemos pasado la criba, nos hemos quedado dos puntos por debajo. Sospecho que tiene que ver con cosas de territorialidad, pero ha supuesto un paso para atrás aunque el año que viene insistiremos. 

-¿Cuánto dinero aportaba el Ministerio? 

-Unos 20.000 euros. Las ayudas son para asegurar el caché a los artistas sin permitir que ninguno especule con este caché. El resto de los gastos, promoción, personal y producción nos lo jugamos a la taquilla. Las ayudas van directamente al espectador, porque de esta manera podemos poner las entradas a 16 euros y no a 30 o 40, que es precio real de la entrada. Lo triste es que ante una situación como esta no tengamos chance ante el Ayuntamiento y la Diputación porque ya sabemos que tenemos un no por respuesta porque ya tienen copado este sector con sus prácticas clientelares. Lo que me ha dado más pena es que CajaGranada, que ha sido patrocinador desde el primer año, ha dejado de estar presente, lo que indica también la difícil situación que atraviesa. 

-¿Qué le parece que la Junta destine más de 300.000 euros al tejido de las peñas flamencas de Andalucía? 

-Me parece estupendo que el Gobierno preste atención a una de las tramas socioculturales más importantes que se dan en este país, articulan todo el territorio y en lugar de reunirse para hablar de fútbol se juntan para hablar de fandangos. 

-Pero a nivel de calle, lo que no se acaba de entender es que se apoye económicamente un festival flamenco en Nueva York. 

-Eso es algo que habría que preguntar, ¿qué sentido tiene que un alemán fabrique un Volkswagen y por unas ayudas del gobierno alemán lo venda en España por mucho menos? ¿Qué retorno podemos tener con esa política que se lleva trabajando mucho tiempo? ¿Cuándo nos van a pasar un informe de cuáles son los beneficios?

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