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jueves, 19 de septiembre de 2013

"La gente iba antes al teatro aunque hubiera un Barcelona-Madrid" granadahoy.com

La compañía catalana llega este fin de semana al Teatro Isabel la Católica con 'El coloquio de los perros'
G. CAPPA GRANADA 
El director de Els Joglars, Ramón Fontserè.
Cipión y Berganza son dos canes encerrados en una perrera municipal que adquieren el don de hablar durante 24 horas. Y claro, los fieles animales, testigos mudos de las veleidades humanas, hace un retrato brutal de la sociedad. El argumento lo ideó un tal Miguel de Cervantes y ahora, más de 500 años después, Els Joglars retoma la historia bajo la dirección de Ramón Fontseré, que el año pasado tomó el relevo del inevitable Albert Boadella al frente de la compañía. Histriónico y corrosivo sobre las tablas -llegó a meterse en la piel del general Franco-, en la distancia corta es tan comedido como un jefe en su primer día de trabajo. El coloquio de los perros estará en el Teatro Isabel la Católica mañana viernes, el sábado y el domingo. 

-El texto que ha escrito para explicar la obra acaba con la firma Ramón Fontserè (bípedo). ¿Hacía falta esta aclaración? 

-La adaptación que hemos hecho de la obra de Cervantes está protagonizada por dos perros que reivindican su condición de animales haciendo uso de su libertad. Sin embargo, ya en el texto cervantino, esos perros demostraban tener más sentido común y más sabiduría que los bípedos racionales. En estos tiempos actuales, los animales se han mantenido en la naturaleza, mientras que a los bípedos nos parece un medio extraño, es como el aceite y el agua. Los bípedos, en nuestra prepotencia, hemos creído dominar la naturaleza, en los tiempos actuales se trata a las mascotas como si fueran personas, los bípedos quieren alinearlos en su equipo, pero los animales de la obra reivindican que los dejen en paz, que están orgullosos de ser perros. 

-En este diálogo perruno, ¿qué se olfatea de la sociedad actual? 

-La obra está escrita hace más de 500 años pero es igual, la condición humana, la miseria y la ridiculez permanecen igual que en la época de Cervantes en el siglo XVII. Evidentemente, ha habido una revolución tecnológica brutal, pero la condición humana es la misma. El coloquio de los perros es una crítica social de su época, aprovechaba para denunciar que se creía que los pastores era gente delicada, poetas , bucólicos que escribían sonetos a sus amadas... Y nada más lejos de la realidad, los perros describen a los pastores como auténticos lobos, son los que mataban a las ovejas y culpaban a los perros. Era una manera de desacreditar la novela pastoril de la época. 

-¿Quiénes son los pastores del siglo XXI? 

-Hay rebaños de pastores, empezando por los políticos. Hay muchas situaciones actuales que te retrotraen a las que escribió Cervantes en el siglo XVII. 

-Que después de 50 años sigan a la vanguardia teatral, ¿es mérito suyo o habla mal de los que tendrían que haber tomado el testigo? 

-Nosotros queremos seguir jugando a esto del teatro, seguir disfrutando de algo para lo que hemos nacido, no hay más objetivo que seguir haciendo teatro, observar la sociedad y estrenar producciones, que es lo que hemos hecho en los últimos 53 años. 

-Antes se encarcelaba a los actores, cosa que el propio Boadella vivió en sus carnes, ¿subir el IVA al 21% es otra manera de secuestrar el teatro? 

-Esto es increíble, hay una falta de lógica. No es que no nos guste contribuir, pero si una revista porno paga un 4% de IVA no entiendo que para hacer un Shakespeare o un Chejov se pague el 21%, es desproporcionado. El teatro es un sitio en el que no se puede pescar mucho dinero porque, además, tenemos que competir con el fútbol. Si hay un partido de esos grandes la gente no va al teatro, cosa que antes no ocurría. 

-¿Para cerrar las fechas de la gira consultan el calendario de la liga para no coincidir con un Barcelona-Madrid? 

-Eso es últimamente, yo recuerdo actuar en Madrid coincidiendo con partidos de estos y el teatro se llenaba, pero es que ahora ponen fútbol a todas horas y todos los días. Tengo amigos a los que los propios responsables del teatro les han dicho que se queden en sus casas porque hay un partido de fútbol. Son tiempos de resistencia. 

-A lo largo de estos años, ¿cómo han influido las cíclicas polémicas de Albert Boadella en un grupo en el que cada uno es hijo de su padre y de su madre? 

-Han repercutido, claro. Yo, personalmente, firmaría las declaraciones de Albert, pero Joglars es el arco parlamentario, hay opiniones políticas de todos los gustos y respetamos todas las opiniones. 

-Llevan cerca de tres años un presentar un estreno. Después de que personajes como Franco, Pujol o Felipe González hayan pasado por su tamiz, ¿valoran crear una obra en la que aparezca Mariano Rajoy? ¿Cómo lo retratarían? 

-Es curioso porque cuando repusimos El Nacional hace dos años nos dimos cuenta de que era una obra más actual que cuando la estrenamos. En cuanto a Mariano Rajoy, es verdad que sería un personaje de Joglars, pero es que tal y como está el panorama político no daríamos abasto, se podría hacer una obra cada mes tal y como van los acontecimientos. 

-¿Eso de que las grandes obras son intemporales no es una frase hecha? 

-Claro, Aristófanes o Cervantes son artistas que son capaces de retratar la condición humana y tocar temas que nunca pasan de moda. 

-Pero siempre está la soberbia del hombre moderno de mirar al pasado por encima del hombro, como si nuestros predecesores en el mundo fueran menos inteligentes porque no tenían wasapp... 

-Todo está inventado. Es verdad que existe eso de querer romper con todo y ser único, ya sea en teatro, música o literatura. Pero hay unos caminos y fuera de ellos no creo que se pueda hacer nada más. Cuando empezaba pensaba que iba a ser único, era inconsciente y tenía esas veleidades, pero los caminos para hacer teatro son los que son. Tiene más impacto en el público atenerte a las reglas del teatro que querer ser original. 

-¿El teatro ha conseguido reflejar mejor que el cine la evolución de la sociedad española? 

-No tengo ni idea, no sabría decirle... Vaya, ahora parezco Rajoy. Si ves las obras de Albert te das cuenta de que son un retrato de la Historia de España. El teatro, al ser un espectáculo ritualístico y en directo, puede recoger mejor la sociedad del momento. Pero en el cine también hay directores que saben narrar la historia del país. Todos nos acordamos de Ay Carmela, con Pajares y Maura, una historia que trasciende. 

-Y una demostración de que la Memoria Histórica no tiene que aburrir a las ovejas... 

-Claro, esto se da cuando el director sabe abordar un tema para que perdure en la memoria del espectador. Todo se resume en penetrar en la piel del espectador.

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