La gran mayoría de festivales de Granada han estado a punto de echar el cierre en los últimos años con los drásticos recortes de las aportaciones institucionales
G. CAPPA GRANADA
Los grandes festivales de Granada han ido adelgazando en los últimos años hasta quedarse en los huesos, lo que está bien para ganar el reality de televisión La Báscula, pero que está provocando auténticos desvelos en los responsables de los certámenes. Lo ejemplificó hace unas semanas la gerente de la Orquesta Ciudad de Granada (OCG), Alicia Pire, que confesó que la orquesta a punto estuvo de echar la persiana este verano en caso de no haber conseguido un acuerdo con Hacienda para aplazar el pago de la deuda tributaria de 800.000 euros. Días después, Emilio Egea también se sinceraba afirmando en la presentación del Festival Internacional de Jóvenes Realizadores que la edición número 20, que se cerró el pasado sábado, estuvo a punto de no celebrarse. ¿La razón? Egea, director del certamen, tuvo que organizar una cita con 55.000 euros, cuando en 2010 contaba con 189.000 euros.
El Festival Internacional de Jazz de Granada se presenta mañana con un bocado importante en sus cuentas: en 2010 contó con 189.000 euros para traer a la ciudad a los grandes artistas del momento y para esta edición tienen que cerrar el evento con 60.000 euros, de los que el Ayuntamiento de Granada aporta 30.000, 10.000 Junta de Andalucía y 10.000 Diputación. Eso sí, a diferencia de otros festivales, no mantiene deudas y suele recuperar en torno al 50% de la inversión mediante la taquilla. Curiosamente, el Festival Jazz en la Costa dobla en presupuesto al de la capital con el apoyo de Diputación y el Ayuntamiento de Almuñécar para cerrar una cita con 125.000 euros de dotación económica. Comparado con el Festival de Busquístar, que cuenta con 30.000 euros, el Festival de Jazz de Granada, el más antiguo de Andalucía, se mantiene a duras penas, más aún tras la marcha de Cervezas Alhambra, que aportaba 50.000 euros en conjunto al festival que se celebra en el Isabel la Católica y al que cada verano transcurre en El Majuelo. Pero se mantiene mientras desaparecen citas mastodónticas, como el Festival de Jazz de Madrid, donde las instituciones aportaban 140.000 euros.
Otro festival que llegará en las próximas fechas, el Hocus Pocus que dirige Mago Migue, se presenta este jueves con 40.000 euros de presupuesto, una cifra que es continuista respecto a la del año pasado, pero que supone un descenso de 20.000 euros respecto a la dotación de 60.000 que tenía en 2009. Así que MagoMigue hace magia en los escenarios y en los despachos para continuar con su proyecto de convertir a su ciudad en GranHada. En este presupuesto el Ayuntamiento sigue fiel al ilusionista granadina con su aportación de 30.000 euros.
El gran recorte se observa en la gran cita con la cultura, el Festival Internacional de Música y Danza, que ha pasado de 2.725.000 millones de euros en 2008 a 1.558.850 en la pasada edición, la primera de Diego Martínez al frente de la cita y su programación.
En mayo tendría que llegar la nueva edición del Festival Internacional de Poesía (FIP), aunque Fernando Valverde, codirector del certamen junto a Daniel Rodríguez Moya, todavía no sabe el presupuesto con el que trabajar. Asegurada la participación del Ayuntamiento de 30.000 euros, todavía está en el aire la colaboración del resto de instituciones. En el caso del FIP, han pasado de los boyantes 90.000 euros de hacer unos años a los 40.000 con los que cerraron la edición del pasado año, que llenó el Auditorio Manuel de Falla en uno de sus actos con la presencia del cantante Manolo García y el escritor Manuel Vilas. "Se han incrementado los costes pero han bajado los ingresos", señala Valverde. El FIP, que tiene vocación de ser un nexo con los autores del otro lado del Atlántico, ve estos últimos años cómo se han encarecido los billetes de avión para viajar desde Latinoamérica a España. "Antes conseguías un billete para un autor de México por 500 euros y ahora no bajan de 1.2000", señala. "Y los premios Nobel -cuya presencia ha sido un emblema de la cita- no han bajado sus cachés", continúa,
Y además de la OCG, que ha visto reducidas este año las aportaciones institucionales en 500.000 euros, quizás el caso más paradigmático de la dieta dukan de los festivales sea Cines del Sur, que echó a andar con cerca de 1,5 millones de euros en 2007 y que ahora sobrevive con los 125.000 que aporta la Junta de Andalucía.
El Festival Internacional de Jazz de Granada se presenta mañana con un bocado importante en sus cuentas: en 2010 contó con 189.000 euros para traer a la ciudad a los grandes artistas del momento y para esta edición tienen que cerrar el evento con 60.000 euros, de los que el Ayuntamiento de Granada aporta 30.000, 10.000 Junta de Andalucía y 10.000 Diputación. Eso sí, a diferencia de otros festivales, no mantiene deudas y suele recuperar en torno al 50% de la inversión mediante la taquilla. Curiosamente, el Festival Jazz en la Costa dobla en presupuesto al de la capital con el apoyo de Diputación y el Ayuntamiento de Almuñécar para cerrar una cita con 125.000 euros de dotación económica. Comparado con el Festival de Busquístar, que cuenta con 30.000 euros, el Festival de Jazz de Granada, el más antiguo de Andalucía, se mantiene a duras penas, más aún tras la marcha de Cervezas Alhambra, que aportaba 50.000 euros en conjunto al festival que se celebra en el Isabel la Católica y al que cada verano transcurre en El Majuelo. Pero se mantiene mientras desaparecen citas mastodónticas, como el Festival de Jazz de Madrid, donde las instituciones aportaban 140.000 euros.
Otro festival que llegará en las próximas fechas, el Hocus Pocus que dirige Mago Migue, se presenta este jueves con 40.000 euros de presupuesto, una cifra que es continuista respecto a la del año pasado, pero que supone un descenso de 20.000 euros respecto a la dotación de 60.000 que tenía en 2009. Así que MagoMigue hace magia en los escenarios y en los despachos para continuar con su proyecto de convertir a su ciudad en GranHada. En este presupuesto el Ayuntamiento sigue fiel al ilusionista granadina con su aportación de 30.000 euros.
El gran recorte se observa en la gran cita con la cultura, el Festival Internacional de Música y Danza, que ha pasado de 2.725.000 millones de euros en 2008 a 1.558.850 en la pasada edición, la primera de Diego Martínez al frente de la cita y su programación.
En mayo tendría que llegar la nueva edición del Festival Internacional de Poesía (FIP), aunque Fernando Valverde, codirector del certamen junto a Daniel Rodríguez Moya, todavía no sabe el presupuesto con el que trabajar. Asegurada la participación del Ayuntamiento de 30.000 euros, todavía está en el aire la colaboración del resto de instituciones. En el caso del FIP, han pasado de los boyantes 90.000 euros de hacer unos años a los 40.000 con los que cerraron la edición del pasado año, que llenó el Auditorio Manuel de Falla en uno de sus actos con la presencia del cantante Manolo García y el escritor Manuel Vilas. "Se han incrementado los costes pero han bajado los ingresos", señala Valverde. El FIP, que tiene vocación de ser un nexo con los autores del otro lado del Atlántico, ve estos últimos años cómo se han encarecido los billetes de avión para viajar desde Latinoamérica a España. "Antes conseguías un billete para un autor de México por 500 euros y ahora no bajan de 1.2000", señala. "Y los premios Nobel -cuya presencia ha sido un emblema de la cita- no han bajado sus cachés", continúa,
Y además de la OCG, que ha visto reducidas este año las aportaciones institucionales en 500.000 euros, quizás el caso más paradigmático de la dieta dukan de los festivales sea Cines del Sur, que echó a andar con cerca de 1,5 millones de euros en 2007 y que ahora sobrevive con los 125.000 que aporta la Junta de Andalucía.
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