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domingo, 22 de diciembre de 2013

Las ocho reglas de oro para ahorrar en la luz granadahoy.com

El precio de la energía ha propiciado que la conciencia en el consumo gane adeptos La mayoría de las ideas requieren inversión, pero otras son simples gestos cotidianos
ARANTXA ASENSIO GRANADA 
La vertiginosa subida de la tarifa eléctrica en un 11% ha puesto a más de un granadino a hacer números. Lo desproporcionado del encarecimiento y el hecho de estar en invierno -época en la que el consumo se dispara- ha provocado la indignación de usuarios y colectivos de consumidores, que piden un nuevo sistema para fijar los precios de la luz. Mientras esa nueva regulación llega, es momento de aplicar algunos consejos básicos con los que intentar, en la medida de lo posible, adelgazar la factura. 

Una de las medidas que cualquier usuario puede adoptar en su domicilio es reducir la potencia. Según explica Manuel Amate, de DomoElectra, quienes tengan instalados los nuevos contadores de la luz únicamente tienen que llamar a su compañía suministradora y solicitar la reducción de la potencia. El mínimo a contratar es de 3,45 kilovatios, que es "lo más usual, lo que tiene el 70% de los usuarios". Hasta esa potencia pueden bajar los que tengan contratados 4,6 o 5,75 kilovatios. La consecuencia, aparte de pagar menos en el término de potencia, es la obligación de 'planificar' el uso de los electrodomésticos para que no 'salte' el automático. 

Paradójicamente, para ahorrar, según destaca Amate, "se requiere una inversión". Así, la segunda medida que se puede adoptar en cualquier hogar granadino es la sustitución de las bombillas por LED. "Vale más dinero que una incandescente, pero se amortizan". 

Bastante más inversión requiere el siguiente consejo: optar "siempre" por electrodomésticos con calificación energética A o superior. Si se va a adquirir un sistema de aire acondicionado, que sea inverter. "Con 3.000 frigorías se puede climatizar un salón de 30 metros cuadrados con 1.000 vatios, que es lo que gasta un secador al mínimo de potencia". También la elección del sistema de calefacción puede suponer un ahorro. "Mejor emisores termoeléctricos, que tienen termostatos programables". 

Más sencilla -y sobre todo económica- es la cuarta propuesta para bajar los humos de la factura: contar con la luz del sol y su capacidad de calentar, por pocas que sean las horas que luzca en los meses de invierno. Levantar las persianas y recorrer las cortinas puede ayudar a caldear una habitación. Para ventilar es suficiente abrir las ventanas cinco o diez minutos. Por contra, cuando el sol se pone conviene bajar persianas y cerrar las cortinas. 

Sí requiere inversión económica el quinto mandamiento: cambiar los cierres de las ventanas por otros que eviten la pérdida de calor. "Los cerramientos son muy malos en muchas construcciones", advierte Amate. 

Para los que no tengan muy claro meterse en obras, quizá sí puedan optar por la sexta propuesta para ahorrar. Contar con lo último de lo último. ¿Y que es lo más nuevo? "Ahora hay unos póster calefacción que vienen de Rusia y funcionan muy bien", explica el técnico de DomoElectra. Apenas consumen 347 watios y pueden calentar unos ocho o nueve metros cuadrados. La tecnología con la que están fabricados se utilizó en los viajes espaciales a la estación orbital MIR. Ahora puede utilizarse en un nivel más terrenal por 40 euros. 

La siguiente medida para ahorrar no tiene ningún coste. Consiste no dejar encendido elstand by de los aparatos eléctricos. "Lo mejor es tener todos esos equipos enchufados a una regleta. Con apagar ésta desconectamos todo". 

Los propietarios de smartphones pueden aplicarse el siguiente consejo. La batería de esos pequeños dispositivos apenas dura unas horas, lo que hace imprescindible conectarlos con frecuencia a la corriente para cargarlos. No son pocos los que dedican las horas de sueño a dejar enchufados sus móviles para que se recarguen. Error. "Son vampiros de luz, se quedan conectados y aunque no los utilices generan consumo". Para solucionarlo, se puede optar por un enchufe programable, que se activa y consume sólo las horas que esté programado. 

Algunas de estas propuestas requieren una inversión más o menos importante, pero otras únicamente requieren de un mínimo esfuerzo diario. Es posible que el ahorro apenas sea perceptible en la factura, pero no está demás, al menos, intentarlo.

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