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martes, 10 de diciembre de 2013

Una reforma arquitectónica ejemplar La casa del Almirante granadahoy.com

a previsión es que el antiguo Hospital Militar abra sus puertas en un año como modelo de nuevas tendencias de la disciplina
BELÉN RICO GRANADA 
El medio es el mensaje. Esta frase de Marshall McLuhan es en esencia lo que están dando como resultado los trabajos de rehabilitación del Palacio del Almirante que será el curso que viene la nueva Escuela de Arquitectura de Granada. La nueva y la vieja, porque hace años que varias generaciones de alumnos paseaban por sus pasillos con la idea de comerse el mundo mientras podrían fantasear con sus discursos de recepción del Pritzker como sueñan los estudiantes de arte dramático con el que pronunciarán cuando reciban un Óscar. 

Era la época de los edificios de autor, faraónicos, impactantes, de presupuestos millonarios. Cuando cada pueblo quería tener como mínimo su Auditorio y su Museo. Luego se marcharon del Campo del Príncipe a las afueras y también comenzó la crisis del ladrillo. Lo que en un principio iba a ser un exilio de cuatro o cinco años va por once. Pero, con un poco de suerte, el curso 2014-2015 se volverá a impartir ya en el aquel emblemático edificio, cuya rehabilitación es una auténtica declaración de intenciones. 

"La arquitectura acaba teniendo su repercusión en la docencia. Estamos a los pies de la Alhambra y es importante que la Escuela entienda que puede tener una misión docente por su propio enfoque basado en el paisaje, el respeto al entorno, la relación con el patrimonio y a la vez con la contemporaneidad, la conexión con el barrio y con Granada". Así lo explica el arquitecto que firma esta larguísima y bella rehabilitación, Víctor López Cotelo, catedrático de Proyectos de la Universidad de Munich aunque con el estudio afincado en Madrid. 

Once años lleva a caballo entre estas dos ciudades y Granada para supervisar las obras de esta Escuela. Para él, hay un 'plus' del que podrá presumir este edificio y que no tiene que ver directamente con su trabajo de restauración y por el que tiene "la publicidad ya hecha". "¿Quién puede presumir de tener una Escuela de Arquitectura a los pies de la Alhambra?", señala el catedrático, para el que es fundamental que las universidades busquen ahora la diferenciación para atraer alumnos. 

Las obras de restauración debían ser respetuosas y lograr "el grado máximo de conservación de la totalidad de sus partes y/ o la recuperación de las partes desaparecidas (tantos estructurales como constructivas u ornamentales)", tal y como señalaban las condiciones urbanísticas y el catálogo de edificación. 

Y así era el trabajo de Víctor López que ganó el concurso internacional al que se presentaron algunos de los nombres más importantes de la arquitectura mundial. 

Él ha conservado las partes históricas para los usos más 'nobles', como las salas de profesores o la biblioteca. Once años lleva trabajando en este proyecto, al que se han destinado alrededor de 15 millones de euros. 

En la primera fase de la obra se invirtieron 6 millones de euros y en la segunda, 9, según los datos facilitados por el estudio de arquitectura de Víctor López, que prefiere no hacer cálculos de la cuantía que hay que sumar por los gastos generados por la paralización de las obras: desde la seguridad contratada para evitar el robo de materiales a las medidas que hay que establecer contra el deterioro de una actuación que se encuentra a medias, hasta el alquiler de los edificios a donde se trasladan las clases. "El plazo inicial era de cuatro años, justito, pero si no hubieran sido cuatro hubieran sido cinco", cuenta el arquitecto, para quien la paralización en 2008 por la retirada de la otra constructora dio un giro radical a cualquier posible plazo del proyecto. 

El plazo de apertura que se está barajando ahora es el de octubre de 2014. Ese es el plazo oficial de finalización de obras. "Eso no quita que en la medida que se pueda ganar tiempo, lo ganaremos. Lo que se intentará hacer es que ciertas partes terminadas vayan acondicionándose antes con el mobiliario. Lo que pasa es que eso tiene sus problemas, porque se solapan empresas. Habrá que llegar a acuerdos, y no es fácil" explica. 

El catedrático de Restauración de la UGR e impulsor cuando fue decano de la idea, Javier Gallego Roca, se muestra bastante optimista: "De todas formas, la Escuela ya tiene mucha experiencia en mudanzas". "Pero, estando en las circunstancias que están allí, tampoco hay que tenerlo todo perfecto para entrar aquí. Casi siempre en las ocupaciones, como cuando te compras un piso, te tienes que adaptar un poquito cuando entras", apostilla López Cotelo. "Yo siempre he tenido la confianza en que esto es una operación de inversión que es importante para la ciudad. Cuando haya 1.8000 alumnos trabajando en este barrio será como un regalo" dice el autor del proyecto de rehabilitación.

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