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lunes, 29 de septiembre de 2014

Cebada granada, a los ocho días segada diariodeleón.es

Eolas publica la investigación de Javier Rúa que reúne más de tres mil refranes de la provincia sobre el tiempo


Imagen de un campo en el sur de León - MARÍA JESÚS MARCOS ARTEAGA
CRISTINA FANJUL | LEÓN 28/09/2014

Ha escrito el profesor Javier Rúa un libro imprescindible, una investigación en la que ha empleado más de seis años de trabajo y que ha concluido con la recopilación y análisis de todos los refranes que acerca del tiempo, tanto meteorológico como cronológico, hay en la provincia. El investigador ha recorrido setenta pueblos y ha invertido cientos de horas con un centenar de personas, personas que atesoran, aún, sabiduría de siglos, frases que, como arcanos, encierran el secreto para pronosticar, para descifrar, para presagiar qué nos depara el cielo.
Durante todo este tiempo, Javier Rúa fue buscando y encontrando, tirando del hilo para no encontrar, sabiendo que el empeño le llevaría a una nueva madeja y, así, poco a poco, con paciencia y esfuerzo fue ahorrando frases de leyenda, más de tres mil, que ahora Ediciones Eolas publica para que no se pierdan, aunque los vivos que saben usarlas sean cada vez más breves.
Javier Rúa se ha puesto el traje de antropólogo para mostrar que en una provincia tan extensa como León cada comarca dedica los refranes a sus necesidades primordiales. En la montaña, los hay sobre nieve y frío, en el sur sobre campo y en el Bierzo, «pues en el Bierzo nos encontramos todos, aunque los más interesantes son los que nos hablan de los pronósticos de la lluvia».
Destaca el profesor que cada refrán es una pequeña historia, un cuento —«la luna de octubre nueve lunas cubre»— que nos habla de nosotros mismos. Sin embargo, y a pesar de la gran labor que ha cumplido, Rúa Aller lamenta la gran cantidad de sabiduría popular que se ha perdido. «A veces llegaba a un pueblo y me decían que si hubiera llegado un mes antes, ‘qué pena, mi padre sí que podría haberle contado muchas historias, pero ya ve, murió el mes pasado’...», recuerda pesaroso el autor del libro, que habla con orgullo de la gran fidelidad que ha encontrado hacia la sabiduría popular. Y es que, como recoge la obra, no hay peor tiempo que aquel que viene a destiempo. Los refranes esconden en su seno valor cultural puesto que en ellos se encuentran los valores y la cosmovisión del espíritu hispano, tienen una indiscutible riqueza moral puesto que evalúan conductas, aportan calidad retórica, valor estético y aportan ganancia didáctica. No hay más que acudir a Cervantes: «Paréceme Sancho que no hay refrán que no sea verdadero, porque todos son sentencias sacadas de la mesma experiencia, madre de las ciencias todas
»

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