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domingo, 11 de octubre de 2015

Cuando el hueso no aguanta granadahoy.com

LA CONSULTA DEL ESPECIALISTA

Una de las causas comunes de dolor lumbar es la fractura vertebral.
ANTONIO RÍOS

SEGÚN un estudio de la Sociedad Española del Dolor, el 80% de la población mundial sufrirá dolor de espalda al menos una vez en la vida. De ellas, la mitad volverá a sufrir dolor de espalda en sucesivas ocasiones. El coste de este tipo de problemas para la Seguridad Social en España supone 6000 millones de euros cada año y el coste general del tratamiento puede llegar a suponer hasta el 2% del PIB. Lo normal es que se presente el dolor lumbar entre los 30 y 50 años de edad, el período más productivo de la vida laboral. 

Sin embargo, es a partir de los 65 años, cuando la intensidad de dolor y la necesidad de tratamiento, alcanzan una mayor relevancia. Una de las causas de dolor lumbar es la fractura vertebral. Se producen ante un mínimo traumatismo o esfuerzo en un paciente con osteoporosis o bien, tras un traumatismo de alta energía en el paciente joven. La consecuencia es un aplastamiento del cuerpo vertebral, sobre todo de su parte anterior. Esto provoca una alteración en la alineación de columna vertebral y el cuerpo tiende a ir hacia delante, como si el paciente tuviera una giba. Esta alteración se llama cifosis dorsal. Con frecuencia, las fracturas vertebrales más frecuentes asociadas a la soteoporosis, son de la columna dorsal. La columna lumbar se afecta en segundo lugar, ya que las vértebras lumbares son más resistentes y grandes que las dorsales o cervicales. Una vez que se produce una fractura vertebral, dependiendo de la edad del paciente, enfermedades asociadas e importancia de la fractura, se optará por un tratamiento conservador o quirúrgico. 

Tratamiento conservador 


Tras una fractura vertebral en su fase aguda, la inmovilización completa mediante un corsé rígido tipo faja está en controversia. Sus defensores argumentan que la restricción de la movilidad de las articulaciones posteriores limitando los movimientos hacia delante y hacia atrás de la columna, contribuye a mejorar el dolor, junto a reposo absoluto en cama durante un perídod entre 3 y 4 semanas. Sus detractores, en cambio, son más partidarios de una inmovilización más dinámica y no tan rígida, como ocurre con diferentes ostesis a la manera de un "body", que a la vez que da estabilidad a la columna, provee de una actitud en extensión de la columna pero respectando las curvaturas fisiológicas de la misma, y no reportando tanta rigidez como las ortesis más convencionales. En resumen, no obliga a la columna a estar demasiado recta debido a que es una inmovilización más elástica. 

Todo lo anterior se debe asociar a un tratamiento analgésico potente. Además, hay que comentarle al paciente la posibilidad de que se produzca una fase de estreñimiento de forma inmediata a la fractura, debido al hematoma y el dolor que provoca el hueso roto, sobre todo cuando es lumbar. 

Una vez la fase aguda está resuelta, es importante recomendar ejercicios específicos de fortalecimiento de toda la musculatura paravertebral y de las estructuras ligamentosas, reeducándola y aumentando su flexibilidad así como su resistencia. Está demostrado que su práctica de forma regular, reduce la necesidad de tomar analgésicos y reducen de forma significativa la incidencia de nuevas fracturas, especialmente la de cadera. El programa de ejercicios debe combinar ejercicios de extensión junto con aquellos que reducen la lordosis lumbar y la cifosis dorsal. Equilibrar la musculatura flexora de la columna (recto anterior, oblicuos) con la extensora (cuadrado lumbar, musculatura paravertebral, longissimo, iliocostal). 

Tratamiento quirúrgico 


La afectación más frecuente en la vértebra es la de la parte anterior debido a la fuerza de compresión que se ejerce sobre la vértebra; de ahí que estas fracturas no suelen provocar clínica neurológica y únicamente el dolor es la manifestación más frecuente. 

El tratamiento quirúrgico busca: 

-control y alivio del dolor mediante las técnicas menos agresivas posibles al tratarse de pacientes ancianos con enfermedades asociadas. 

-corregir la pérdida de altura de la vértebra fracturada. 

Las técnicas más frecuentemente utilizadas son: 

-Vertebroplastia: es una técnica que consiste en rellenar el cuerpo vertebral fracturado con un material viscoso pero de rápido fraguado y endurecimiento, que refuerce la vértebra de manera inmediata y evita que el aplastamiento progrese. NO pretende reexpandir la vértebra sino, únicamente, estabilizar la vértebra lesionada. Sus mejores resultados se obtienen cuando el hundimiento vertebral es inferior al 70% de la altura de la vértebra, cuando hay <3 a="" aprecia="" br="" cada="" caso="" casos="" conservador="" cors="" cuando="" de="" depender="" dolor="" dos="" edema="" el="" en="" enfermedades="" es="" estado="" fracturadas="" general="" ha="" indica.="" indicaci="" la="" los="" mejor.="" mejor="" menos="" meses="" momento="" movilizaci="" n="" nbsp="" ni="" no="" optado="" otros="" paciente="" particular.="" persiste="" pida="" por="" precisa="" principal.="" que="" r="" realiza="" realizaci="" reposo="" rmn="" rtebra="" rtebras="" s="" se="" sea="" si="" style="margin: 0px; padding: 0px;" su="" tambi="" tenga="" tolera="" tratamiento="" un="" una="" v="" va="" y="">
-Cifoplastia: consiste en la introducción de un balón hinchable dentro del cuerpo vertebral, su hinchado para lograr la expansión vertebral formando una cavidad y la posterior introducción de cemento óseo de alta viscosidad para rellenar dicho espacio. Con ella seremos capaces de restaurar la altura de la vértebra. Tiene las mismas indicaciones que la vertebroplastia pero la ventaja principal es que se puede realizar en fases más tempranas al no tener riesgo de fuga del cemento. 

-Cirugía abierta: en algunas ocasiones, la fractura tiene mayor entidad en lo que se refiere a la estabilidad biomecánica como neurológica, pudiendo haber patrones de muy importante cifosis dorsal que obliguen a la corrección quirúrgica de la misma para restaurar la alineación correcta. 

Su indicación es principalmente para aquellas fracturas vertebrales con compromiso neurológico asociado, en aquellos casos en los que exista una angulación >25º debido a una rotura del muro anterior vertebral.

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