Uno de los vecinos del municipio cedió un local sin cobrar alquiler para que la asociación cuente con una sede fija
J. R. /E. P. LANJARÓN
La asociación Acompalia, nacida en 2012 en la costa de Granada para dar apoyo a enfermos terminales y a sus familiares, abrirá el próximo mes de noviembre un pequeño centro de cuidados paliativos en Lanjarón después de que un vecino del municipio les haya cedido un local, "sin cobrar el alquiler", para que tengan un lugar concreto donde realizar su actividad.
Así lo explicó la presidenta de Acompalia, Lindsay Ostervig, quien aseguró que seguirán adelante con el proyecto del gran centro de día y residencia proyectado en unos terrenos de Playa Granada de Motril para los que llevan "más de un año tramitando el certificado de utilidad pública y siempre necesitan un documento más".
Acompalia comenzó su andadura hace tres años, cuando hicieron pública su intención de construir un centro para hacer pasar de manera más agradable a los enfermos sin cura el tránsito hacia el siguiente paso, diseñado por el arquitecto motrileño Ángel Gijón y en unos terrenos cedidos por el Ayuntamiento de Motril para lo que hacía falta recaudar dos millones de euros con el fin de comenzar las obras. Ha pasado el tiempo y, aunque esta residencia de día aún no ha visto la luz, el trabajo de la veintena de voluntarios de la asociación no ha cesado dando colaborando con personas de toda la comarca.
Ahora, con la cesión gratuita del nuevo local contarán con una sede donde los interesados podrán acudir, "aunque se mantendrá el trabajo a domicilio y por la línea telefónica de ayuda" porque ya son muchas las personas que "han calmado ante la muerte".
A pesar de todos estos avances, el retraso de la llegada del certificado de utilidad pública está ralentizando la construcción del centro de cuidados paliativos y es que, tras un año enviando documentación "siempre" falta algún papel. "Cada vez que recibo una carta pienso que es la resolución pero es una nueva petición", reiteró Ostervig, quien narró que "primero se paralizó en Granada y, una vez desbloqueada, está en Madrid y siempre se espera que esté listo para el próximo mes".
Así lo explicó la presidenta de Acompalia, Lindsay Ostervig, quien aseguró que seguirán adelante con el proyecto del gran centro de día y residencia proyectado en unos terrenos de Playa Granada de Motril para los que llevan "más de un año tramitando el certificado de utilidad pública y siempre necesitan un documento más".
Acompalia comenzó su andadura hace tres años, cuando hicieron pública su intención de construir un centro para hacer pasar de manera más agradable a los enfermos sin cura el tránsito hacia el siguiente paso, diseñado por el arquitecto motrileño Ángel Gijón y en unos terrenos cedidos por el Ayuntamiento de Motril para lo que hacía falta recaudar dos millones de euros con el fin de comenzar las obras. Ha pasado el tiempo y, aunque esta residencia de día aún no ha visto la luz, el trabajo de la veintena de voluntarios de la asociación no ha cesado dando colaborando con personas de toda la comarca.
Ahora, con la cesión gratuita del nuevo local contarán con una sede donde los interesados podrán acudir, "aunque se mantendrá el trabajo a domicilio y por la línea telefónica de ayuda" porque ya son muchas las personas que "han calmado ante la muerte".
A pesar de todos estos avances, el retraso de la llegada del certificado de utilidad pública está ralentizando la construcción del centro de cuidados paliativos y es que, tras un año enviando documentación "siempre" falta algún papel. "Cada vez que recibo una carta pienso que es la resolución pero es una nueva petición", reiteró Ostervig, quien narró que "primero se paralizó en Granada y, una vez desbloqueada, está en Madrid y siempre se espera que esté listo para el próximo mes".
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