El sector, que llega ahora a su momento álgido, ha aumentado la superficie cultivada un 14% en 12 años
ROSA FERNÁNDEZ MOTRIL
Los agricultores granadinos afrontan la nueva campaña con optimismo, a la espera de lograr buenos precios. En estos momentos, la mayoría de productos están saliendo de las plantaciones hacia las empresas del sector para su comercialización en los distintos mercados. La Costa de Granada, así, vive el punto más álgido de su campaña hortofrutícola, que se prolongará hasta prácticamente el próximo mes de marzo y que da trabajo a 4.000 personas. En empresas como Granada-La Palma, donde estos días la actividad es incesante, hay 1.200 trabajadores.
Según datos de la Consejería de Agricultura, la superficie total de invernaderos en la Costa de Granada, estimada en 2.946 hectáreas, ha crecido un 14% entre 2001 y 2013 y más del 65% de lo que se produce en estos terrenos sale en camiones al mercado exterior, principalmente a países como Alemania, Reino Unido, Francia y Holanda.
El sector hortofrutícola de la Costa, sin duda, es uno de los causantes de que Granada venda productos por valor de 800 millones de euros, de que sea la cuarta provincia exportadora de frutas y hortalizas de Andalucía, o de que se produzcan, por ejemplo, 84.196 toneladas de tomate, que mueven 150 millones de euros, o 79.669 toneladas de pepino, que a su vez generan 62,5 millones de euros.
El secretario provincial de COAG Granada, Miguel Monferrer, informó de que de las 6.500 hectáreas que conforman la producción bajo plástico de la comarca, unas 3.000 se dedican al tomate cherry, otro 30% al pepino holandés y, el resto, a productos como judía, pimiento italiano, calabacín o tomate pera.
El laborioso cherry, que necesita unos 80 días de cultivo, está teniendo precios en torno a 1 euro o 1,10 y este año -según Monferrer- se ha plantado un poco más tarde, "la mayor parte en septiembre, en vez de en agosto". Dentro de un mercado donde las empresas de distribución imponen precios a la baja, esta pequeña joya sigue manteniendo el tipo en de los mercados, algo que le viene muy bien a la Costa Tropical, que es líder mundial en este segmento, gracias a cooperativas tan potentes como Granada-La Palma, que ha encontrado en la innovación y especialización sus mejores armas.
Precisamente, el gerente de esta empresa y representante del sector de Frutas y Hortalizas de Cooperativas Agro-alimentarias de Granada, Pedro Ruiz, destaca los buenos resultados de la campaña de verano en productos como el tomate, aunque reconoció que el pepino obtuvo menos rentabilidad. En este último caso, el pepino de tipo holandés, que ocupa actualmente unas 1.900 hectáreas en la Costa, está en detrimento, por los malos resultados de las últimas campañas. Monferrer espera que este año se recupere, para que los agricultores sigan animándose a plantar este producto en el futuro. Así, el secretario provincial de COAG Granada explicó que de haber tan solo unas 500 hectáreas en 2004 pasó a 2.100 hace 4 años, cuando se alcanzó el pico más álgido. No era de extrañar, puesto que se trataba de un cultivo agradecido que se recolecta en apenas 35 días. Sin embargo, después ha ido "cada vez a peor", con episodios para olvidar como la crisis del E-Coli. Las razones de su caída no están en la sobreproducción, sino en factores como el veto ruso, circunstancia que han aprovechado las grandes cadenas para mantener unos precios que no cubren apenas los costes de los agricultores. El año pasado, incluso, el sector se planteó la retirada de producto por las bajísimas cotizaciones.
Sin embargo, empresas y agricultores no se ponen de acuerdo y Granada y Almería se miran con recelo a la hora de tirar pepino, por lo que Monferrer no ve fácil una regulación, a pesar de que "en Europa, el 90% de pepino en esta época del año es de esta zona".
Según datos de la Consejería de Agricultura, la superficie total de invernaderos en la Costa de Granada, estimada en 2.946 hectáreas, ha crecido un 14% entre 2001 y 2013 y más del 65% de lo que se produce en estos terrenos sale en camiones al mercado exterior, principalmente a países como Alemania, Reino Unido, Francia y Holanda.
El sector hortofrutícola de la Costa, sin duda, es uno de los causantes de que Granada venda productos por valor de 800 millones de euros, de que sea la cuarta provincia exportadora de frutas y hortalizas de Andalucía, o de que se produzcan, por ejemplo, 84.196 toneladas de tomate, que mueven 150 millones de euros, o 79.669 toneladas de pepino, que a su vez generan 62,5 millones de euros.
El secretario provincial de COAG Granada, Miguel Monferrer, informó de que de las 6.500 hectáreas que conforman la producción bajo plástico de la comarca, unas 3.000 se dedican al tomate cherry, otro 30% al pepino holandés y, el resto, a productos como judía, pimiento italiano, calabacín o tomate pera.
El laborioso cherry, que necesita unos 80 días de cultivo, está teniendo precios en torno a 1 euro o 1,10 y este año -según Monferrer- se ha plantado un poco más tarde, "la mayor parte en septiembre, en vez de en agosto". Dentro de un mercado donde las empresas de distribución imponen precios a la baja, esta pequeña joya sigue manteniendo el tipo en de los mercados, algo que le viene muy bien a la Costa Tropical, que es líder mundial en este segmento, gracias a cooperativas tan potentes como Granada-La Palma, que ha encontrado en la innovación y especialización sus mejores armas.
Precisamente, el gerente de esta empresa y representante del sector de Frutas y Hortalizas de Cooperativas Agro-alimentarias de Granada, Pedro Ruiz, destaca los buenos resultados de la campaña de verano en productos como el tomate, aunque reconoció que el pepino obtuvo menos rentabilidad. En este último caso, el pepino de tipo holandés, que ocupa actualmente unas 1.900 hectáreas en la Costa, está en detrimento, por los malos resultados de las últimas campañas. Monferrer espera que este año se recupere, para que los agricultores sigan animándose a plantar este producto en el futuro. Así, el secretario provincial de COAG Granada explicó que de haber tan solo unas 500 hectáreas en 2004 pasó a 2.100 hace 4 años, cuando se alcanzó el pico más álgido. No era de extrañar, puesto que se trataba de un cultivo agradecido que se recolecta en apenas 35 días. Sin embargo, después ha ido "cada vez a peor", con episodios para olvidar como la crisis del E-Coli. Las razones de su caída no están en la sobreproducción, sino en factores como el veto ruso, circunstancia que han aprovechado las grandes cadenas para mantener unos precios que no cubren apenas los costes de los agricultores. El año pasado, incluso, el sector se planteó la retirada de producto por las bajísimas cotizaciones.
Sin embargo, empresas y agricultores no se ponen de acuerdo y Granada y Almería se miran con recelo a la hora de tirar pepino, por lo que Monferrer no ve fácil una regulación, a pesar de que "en Europa, el 90% de pepino en esta época del año es de esta zona".
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