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sábado, 14 de noviembre de 2015

La Vega marca la ruta para blindar los parques agrarios de toda España granadahoy.com

DESARROLLO SOSTENIBLE | LA PLATAFORMA SALVEMOS LA VEGA RECLAMA UN ENTE SUPRAMUNICIPAL

V. GOMARIZ BELDA GRANada
Panorámica aérea de la vertiente occidental de la Vega de Granada.

El trabajo que se viene realizando en los últimos años desde la Plataforma Salvemos la Vega se ha convertido en todo un referente a nivel nacional. Tanto que la 'lucha' ciudadana por conservar este espacio ha llegado al plano institucional, y lo que es mejor, ha logrado el consenso de todas las administraciones. Más allá del color político que sean, cada uno desde su ámbito de responsabilidad han sabido entender que ha llegado el momento de la Vega de Granada. 

En ese contexto, la capital acoge desde ayer las primeras jornadas Intervegas que reúne a agentes de las diecisiete comunidades autónomas de España relacionados con parques agrarios con el objetivo de debatir el mejor modelo de conservación y desarrollo sin perder de vista la sostenibilidad. 

Y en ese proyecto se encuentra inmersa la zona circundada por una treintena de municipios, incluida la ciudad de Granada. Desde meses atrás el empeño de Salvemos la Vega -incluida su vertiente más educativa, Vega Educa- ha hecho que el lema de Fuenteovejuna se haga patente en este caso. Tanto que las reivindicaciones sociales han alcanzado un notable eco. El ejemplo son los sucesivos convenios -a diferentes niveles- que han sido ratificados desde primeros de este año. El último se firma hoy en el cortijo de La Marquesa, que tendrá por nombre el 'Pacto del Granado', de ámbito estatal. 

Un gesto que vendrá a reforzar el papel de la Vega de Granada en cuanto a protección se refiere. Desde la referida plataforma advierten de que hay que ser más ambiciosos a la hora de articular un plan de preservación del entorno natural. Este movimiento reclama la creación de un ente supramunicipal, que por encima de las localidades afectadas, pueda coordinar acciones comunes más allá del criterio localista de cada ayuntamiento. 

En ese sentido, aplauden el borrador del Plan Especial de la Vega presentado recientemente por la Junta de Andalucía, pero insisten en que está "incompleto". A juicio de Javier Alonso (Vega Educa), el Gobierno andaluz tiene mucho que decir en este tema para dar carpetazo a posibles conductas encaminadas al "vegacidio". 

En ese sentido, apunta a dos principales carencias que a día de hoy presenta el Plan Especial. Por un lado, la falta de concreción. "No se presentan medidas y plazos concretos. Nos sigue sonando a que no se sabe hacia donde vamos", apuntó ayer Alonso al a vez que incidió en la oportunidad para "desactivar" las amenazas que pueda tener la Vega. Así, insiste en la idoneidad de la existencia de ese organismo que haga las veces de coordinador entre las distintas instituciones. Principalmente, la actividad que pueda surgir de aquí en adelante desde el ámbito municipal. Todo eso sin un ente regulador "es complicado", advirtió. 

Y es que la ambiciosa postura que mantiene Salvemos la Vega cuenta con un horizonte más completo. José Jiménez es profesor titular de la Universidad de Granada y es un integrante más de este colectivo. Desde su punto de vista lo ideal es actuar desde un plano "integral" para concebir la Vega en todo su conjunto y no a modo parcelario como lo hace el Potaug, y el que podría denominar como su hijo menor, el Plan Especial. Esa perspectiva global se pierde, según Jiménez, porque fuera de la competencia directa de ese documento quedan las áreas no urbanas o urbanizables. Una parte indispensable a la hora de entender el espacio. 

El agua es una de las señales de identidad dentro del mismo. La 'cicatriz' del Genil junto a la red de afluentes y acequias hacen del líquido elemento un condicionante a tener en cuenta. Tanto que este docente universitario propone que el sistema hidráulico sea uno de los ejes sobre los que pivote la manera de entender la Vega. Al fin y al cabo es un ingrediente básico en la labor agrícola para el riego de las plantaciones en el que las comunidades de regantes tienen mucho que decir. 

Dentro de las cautelas a las que se hacía referencia desde Vega Educa, Jiménez apunta a ejemplos muy concretos como el "poder modificar aquellos elementos que sean contrarios a la preservación". Caso de las infraestructuras o el suelo urbanizable, punto este último que en muchos casos tendría que ser recalificado de uso rural. 

Al fin y al cabo a lo que se aspira es a que la "interrelación" entre agricultura, ocio, cultura y turismo sea una realidad desde una hoja de ruta conjunta. 

El hipotético ente supramunicipal que se reivindica desde el movimiento ciudadano contaría con una dotación presupuestaria que permitiese armonizar el trabajo de todos los agentes implicados (ayuntamientos, propietarios, agricultores, la Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir...). 

Preguntadas por ello las autoridades públicas, todas coinciden en lo mismo. Se han dado pasos hacia adelante en el último tiempo y a partir de ahora quizá sea el momento para analizar las posibilidades que pueda haber. El presidente de la Diputación, José Entrena, indicó que hay que "tener claro hacia donde queremos ir". Bajo esa premisa reconoce que es "complejo" la elección de la figura jurídica que pudiera aglutinar las distintas voluntades. 

No obstante, abogó por aprovechar las sesiones que hasta hoy se desarrollarán para fijar criterios sobre este asunto. "Pretendemos ver entre todos ver cuál es el mejor camino para poner en valor la Vega", puntualizó Entrena quien se mostró esperanzado en que el diálogo abierto de pie al aprovechamiento de los recursos -con las cautelas medioambientales perceptivas- para motivar la creación de empleo. 

Por su parte, la delegada de la Junta de Andalucía en Granada, Sandra García, aludió a la Oficina Técnica que ya contempla el Plan Especial propuesto por el Ejecutivo autonómico como ventanilla común. La delegada abogó por "entre todos" buscar alternativas, al margen de esa propuesta inicial, para bajo el paraguas de la utilidad decidirse, según convenga o no tras un pormenorizado análisis, por una "entidad participativa". 

Al margen de ese debate, García resaltó el trabajo que los grupos de desarrollo rural Alfanevada y Vega Sierra Elvira vienen realizando en la zona en lo relativo a colaboración y estrategia económica. Algo más de 8 millones de euros se han invertido en el último marco operativo, indicó la representante de la Junta en la provincia, y ya se trabaja con miras al próximo. 

García se congratuló del consenso que ha generado el proyecto bajo un objetivo único: "Que la gente se quede en la Vega, la cultive y mantenga el paisaje porque no es algo artificial. Lo tiene que mantener el día a día", aseguró. En esa línea de cooperación, prometió recoger las conclusiones que se establezcan en las jornadas nacionales para "incorporarlas a iniciativas futuras". 

Desde la capital, la concejal de Medio Ambiente, Telesfora Ruiz, incidió en dar frenazo al hormigón para que no siga comiéndose los espacios verdes. "O nos ponemos de acuerdo o mal lo llevamos", esgrimió la edil del Ayuntamiento de Granada. Desde el pleno convencimiento de que las alianzas son obligadas recordó que urge dejar atrás los hábitos especulativos del pasado. "Tenemos un especial interés en que esto se resguarde", para que las próximas generaciones puedan disfrutar del paisaje rural que existe a apenas metros del asfalto. 

Esa forma de concebir la Vega también incide de lleno en la labor investigadora. De hecho, la Universidad de Granada (UGR) tiene mucho que decir. Su rectora, Pilar Aranda, volvió a mostrar su apoyo a la plataforma. "Vamos a estar siempre ahí", indicó. El arropo de la UGR será una constante, señaló, en todo lo relativo a seminarios, talleres y foros como el que comenzó a celebrarse ayer en Granada. 

Además, la mejora en las técnicas agrícolas, el estudio del valor nutritivo de los productos endémicos, la antropología, el patrimonio de la Vega o la movilidad a través de la misma son temas de plena concurrencia en el trabajo del personal docente de la Universidad. "Nosotros como investigadores estamos obligados a apoyar esos valores para transmitirlos a la sociedad", concluyó. 

Esa respuesta unánime es un aliciente en el camino emprendido por Salvemos la Vega. La labor realizada hasta la fecha no ha caído en saco roto. Al menos eso parece. Cierto es que tampoco era algo baladí. Como recordó su coordinador, Juan Raya, "se ha perdido casi el 40% del terreno". Aún así, la esperanza sigue firme porque "queda mucha Vega en muy buenas condiciones". Si se llega tarde a erradicar lo que se podría denominar como un problema histórico lo dirá el tiempo. Ahora, el optimismo impera. 

Como bien reflexiona su compañero Javier Alonso la presente legislatura debe ser la definitiva para que "tengamos una Vega protegida y dinamizada". El avance es necesario, es más urge para ir hacia una solución que contente a todos. "Esperemos que después de las generales, sin nervios electorales, avancemos todos".

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