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sábado, 30 de enero de 2016

Los niños alzan la voz y piden PAZ granadahoy.com

Más de 3.000 niños y adolescentes de los colegios Sagrado Corazón, Escolapios y Genil celebran el Día de la Paz en la explanada del Palacio de Congresos con un canto a la solidaridad
G. CAPPA 
El Día de la Paz conmemora la muerte de Gandhi.

A los niños se les pueda dar un caramelo y celebrar un Día de la Paz con el mismo carácter reivindicativo de cuando una miss gana un concurso de belleza y se lanza a una letanía de buenas intenciones; pero también se puede organizar un acto reivindicativo, valiente, leyendo testimonios de refugiados sirios en los que se habla, sin tapujos, de sus miserias, de su dolor, de la muerte... Así fue el acto que ayer organizaron los colegios Sagrado Corazón, Escolapios y Genil, que movilizaron a más de 3.000 alumnos en la explanada del Palacio de Congresos para demostrar que la sociedad, y más aún los niños y los jóvenes, van cien pasos por delante de los políticos que cierran fronteras. 

De hecho, la expedición del Sagrado Corazón estaba comandada por un grupo de alumnos con caretas de los presidentes europeos, como el mismo Mariano Rajoy, Angela Merkel, Alexis Tsipras o François Hollande. Todos llevaban una pancarta con la bandera del país correspondiente -del presidente de Iraq no encontraron imagen y el alumno se limitó a ponerse un pañuelo al cuello-, debajo de la cual se podía leer: "Bienvenidos, emigrantes". 

Desde 1964, para conmemorar la muerte de Gandhi, se celebra el 30 de enero el Día Escolar de la No Violencia y la Paz, reconocido por la Unesco en 1993. En esta fecha se recuerda la necesidad de la educación para la tolerancia, la solidaridad, el respeto a los Derechos Humanos, la no violencia y la paz. 


Este es el mensaje que se trasladó a los miles de escolares que guardaron rigurosamente un minuto de silencio por los fallecidos en su intento de llegar a Europa, escapando de otra muerte segura con un conflicto que ha desplazado a millones de personas desde Siria. Y conseguir que muchos de los alumnos, de apenas tres años, permanecieran en silencio, fue toda una lección para los que enturbian los minutos de silencio en los partidos de fútbol. Eso sí, también hubo baile, música, una flashmob y todo el jolgorio que son capaces de organizar 3.000 niños y jóvenes, que lanzaron a sus mayores un mensaje bien claro: abajo las fronteras mentales.

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