DIEGO MÁRQUEZGranada
La extrema izquierda granadina tiene bien engrasados todos sus resortes, y ha reaccionado como un solo hombre en los últimos días para apoyar al grupo de titiriteros acusados de enaltecimiento al terrorismo tras representar la obra «La bruja y Don Cristóbal» en el carnaval de Madrid, y a los dos jóvenes raperos del Albaicín a los que el juez tomará declaración tras actuar de oficio la Policía Nacional por una posible infracción de la ley de Seguridad Ciudadana al utilizar las caras de agentes locales en el video de una canción en la que podrían haber cometido un delito de injurias.
«¿De qué sirven los maderos / si no es para hacer fuego?», dice el estribillo de «Polizzia» de Ayax que rapea con su hermano gemelo Prok en un video en el que el letrero de la comisaría se convierte en un significativo «granja de cerdos».
La esfera artística underground granadina siempre se ha caracterizado por su tolerancia con los antisistema. Y cuando llegan los problemas, en un momento convulso como el actual, todos los movimientos, grupos y grupúsculos actúan al unísono, aunque hay matices.
Podemos Granada salió el lunes pasado a reivindicar el cese «inmediato» de la «persecución penal» de los miembros del grupo «Títeres desde abajo», ya fuera de prisión con cargos. Más duros fueron desde Izquierda Anticapitalista Revolucionaria (IZAR), una escisión de la asociación con la que Teresa Rodríguez y sus seguidores se integraron en Podemos.
IZAR, que se sitúa contra la «deriva pactista» de Rodríguez, tiene en Granada su principal referente andaluz y se mostró muy crítica en su día con la integración en la lista municipal apoyada por Podemos del ex jefe superior de Policía de Andalucía Oriental, Luis de Haro, hoy concejal, tras «probar suerte» en las primarias del PSOE. En esta ocasión, cargaron en un comunicado contra el Ahora Madrid, la formación que sustenta a Manuela Carmena en el Ayuntamiento de la capital.
El sectarismo va a más a medida que se profundiza en los mensajes que han proliferado estos días en apoyo de estos artistas que han conmocionado a la opinión pública con una obra que ya hicieron en Granada, sin la cobertura de las administraciones, en dos centros ocupados y auspiciados por la CNT,sindicato en el que milita uno de los titiriteros.
Juventudes Libertarias de Granada o la Biblioteca Social Hermanos Querose suman a los movimientos y espacios que mueven estos días con especial ahínco etiquetas en Twitter como #LibertadTitiriteros en la que desde hace varios días se ha venido anunciando el carrusel de manifestaciones de este fin de semana en toda España, con Granada como catalizador fundamental.
En esta misma red social, se lanza desde la cuenta Stop Represión Granada el lema «multados por cantar» en referencia al rapero granadino que recita en Polizzia que «firmaría» el suicidio de un agente.
«No se debe hacer eso, y se les debe educar desde jovencillos», indica José Miguel Castillo Higueras, concejal de Cultura de Granada en los años ochenta. Aún así, desdramatiza los acontecimientos de los últimos días y tiene en la memoria alguna exposición que ya escandalizó a la ciudad hace décadas. Son «cosas de niños».
Quienes las apoyan explícitamente están lejos de ser grupos multitudinarios pero sí consiguen mover, combinando las tradicionales estrategias filocomunistas de agitación con un habilidoso uso de las redes sociales, las líneas de pensamiento de una buena parte de la influyente comunidad universitaria.
Es muy potente también el movimiento de Stop Desahucios que incluso llamaron la atención de Albert Rivera en el mitin que dio en Granada antes de las generales. Fueron también nutridas las manifestaciones en apoyo deCarmen Bajo y Carlos Cano, detenidos en la huelga general del 29 de marzo tras unos altercados en un bar.
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