Será especialmente duro para quienes viven en Andalucía y Extremadura. El cambio climático y la contaminación hacen que el único periodo casi libre de polen sea entre octubre y diciembre.
EFE, MADRID
Los alérgicos al polen en Andalucía y Extremadura pasarán esta primavera peor que la anterior, los que residan en el centro sufrirán la alergia de forma moderada y los que estén en la zona septentrional, el litoral mediterráneo y en Canarias la padecerán con una intensidad de leve a muy leve. Es la previsión facilitada por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic), que ha establecido el nivel de intensidad en diferentes zonas geográficas del país, en el que hay cerca de ocho millones de personas alérgicas a pólenes de plantas, especialmente a las gramíneas, seguidas de olivo, ciprés, salsola, plátano de sombra y parietaria, y el 80% a varios tipos.
Los alérgicos al polen lo pasan mal especialmente en primavera, pero "no se libran" de la alergia en casi todo el año porque el único periodo en el que casi no hay ningún polen es entre octubre y principios de diciembre, y esto se debe al cambio climático y la contaminación. Este invierno tan cálido ha hecho que se adelante la floración de muchas especies, como de los cipreses y arizónicas que han dado problemas en los primeros días de enero y lo seguirán dando hasta abril. Ahora está empezando a polinizar el plátano, que también se ha adelantado en el tiempo en Cataluña, Valencia y Sevilla, y en Madrid los veremos próximamente. Ya en verano llegará el polen de los cenizos hasta noviembre, pero este año no lo hará en un nivel alto el de olivo.
Las previsiones sobre el nivel de intensidad de alergia se realizan a partir de los datos detemperatura, humedad y de las lluvias caídas en otoño e invierno porque, entre otras cosas, existe una relación directa entre estas precipitaciones y los recuentos de polen de gramíneas de la primavera siguiente. Atendiendo al número de gramíneas recogido, según ha explicado el presidente del Comité de Aerobiología de la Seaic, Ángel del Moral, la primavera se considera "muy leve" cuando es por debajo de los 1.000 granos por metro cúbico de aire, "leve" cuando la concentración es entre 1.000 y 4.000 granos; "moderada", de 4.000 a 6.000, e "intensa", más de 6.000.
Esta primavera -a partir de la lluvia caída a principios de marzo ya que el otoño ha sido caluroso y seco- se puede decir que será intensa para los alérgicos en Andalucía y Extremadura, ya que la previsión es que se recojan en Sevilla unos 5.900 granos por metro cúbico de aire y en algunas zonas de Extremadura como Cáceres y Badajoz 8.940 granos. En la zona centro se espera una primavera moderada con cifras de entre los 4.190 de Salamanca y los 6.200 de Toledo, pasando por los 4.980 que se esperan en Madrid. En la zona septentrional, que incluye la cornisa cantábrica, además de Navarra y la Rioja, la primavera tendrá una intensidad leve -entre los 1.050 de Santander y los 3.500 de Vitoria-, de la misma forma que en el litoral mediterráneo con cifras de entre 1.500 en Barcelona y 2.100 de Valencia. En las islas Canarias, la intensidad será muy leve y oscilará entre los 125 granos en Santa Cruz de Tenerife y unos 350 en Las Palmas de Gran Canaria.
Esto sucederá en primavera, pero los alérgicos sufren cada vez más en todo el año. El cambio climático está aumentando la proporción de CO2 en el ambiente y está alterando a las plantas, que modifican su comportamiento: adelantan la polinización y aumentan la producción de pólenes. Pero además, ese polen es distinto en una ciudad que en el campo porque en la urbe está sometidos a un estrés que modifica su composición proteica y aumenta su agresividad. Todos estos factores hacen que cada vez hallen más pólenes en el campo, pero que las alergias sean mayores en las ciudades, porque allí "son más agresivos".
Los alérgicos al polen lo pasan mal especialmente en primavera, pero "no se libran" de la alergia en casi todo el año porque el único periodo en el que casi no hay ningún polen es entre octubre y principios de diciembre, y esto se debe al cambio climático y la contaminación. Este invierno tan cálido ha hecho que se adelante la floración de muchas especies, como de los cipreses y arizónicas que han dado problemas en los primeros días de enero y lo seguirán dando hasta abril. Ahora está empezando a polinizar el plátano, que también se ha adelantado en el tiempo en Cataluña, Valencia y Sevilla, y en Madrid los veremos próximamente. Ya en verano llegará el polen de los cenizos hasta noviembre, pero este año no lo hará en un nivel alto el de olivo.
Las previsiones sobre el nivel de intensidad de alergia se realizan a partir de los datos detemperatura, humedad y de las lluvias caídas en otoño e invierno porque, entre otras cosas, existe una relación directa entre estas precipitaciones y los recuentos de polen de gramíneas de la primavera siguiente. Atendiendo al número de gramíneas recogido, según ha explicado el presidente del Comité de Aerobiología de la Seaic, Ángel del Moral, la primavera se considera "muy leve" cuando es por debajo de los 1.000 granos por metro cúbico de aire, "leve" cuando la concentración es entre 1.000 y 4.000 granos; "moderada", de 4.000 a 6.000, e "intensa", más de 6.000.
Esta primavera -a partir de la lluvia caída a principios de marzo ya que el otoño ha sido caluroso y seco- se puede decir que será intensa para los alérgicos en Andalucía y Extremadura, ya que la previsión es que se recojan en Sevilla unos 5.900 granos por metro cúbico de aire y en algunas zonas de Extremadura como Cáceres y Badajoz 8.940 granos. En la zona centro se espera una primavera moderada con cifras de entre los 4.190 de Salamanca y los 6.200 de Toledo, pasando por los 4.980 que se esperan en Madrid. En la zona septentrional, que incluye la cornisa cantábrica, además de Navarra y la Rioja, la primavera tendrá una intensidad leve -entre los 1.050 de Santander y los 3.500 de Vitoria-, de la misma forma que en el litoral mediterráneo con cifras de entre 1.500 en Barcelona y 2.100 de Valencia. En las islas Canarias, la intensidad será muy leve y oscilará entre los 125 granos en Santa Cruz de Tenerife y unos 350 en Las Palmas de Gran Canaria.
Esto sucederá en primavera, pero los alérgicos sufren cada vez más en todo el año. El cambio climático está aumentando la proporción de CO2 en el ambiente y está alterando a las plantas, que modifican su comportamiento: adelantan la polinización y aumentan la producción de pólenes. Pero además, ese polen es distinto en una ciudad que en el campo porque en la urbe está sometidos a un estrés que modifica su composición proteica y aumenta su agresividad. Todos estos factores hacen que cada vez hallen más pólenes en el campo, pero que las alergias sean mayores en las ciudades, porque allí "son más agresivos".
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