Debe abordarse una auditoría de los costes integrados en la tarifa para saber qué pagamos y qué recibimos a cambio
Mientras España entera tiembla de frío asistimos helados al encarecimiento del recibo de la luz que, según estimaciones del Gobierno, alcanzará los 100 euros de media cada año.
Un breve análisis de la evolución del recibo nos muestra que gran parte de ese recibo es la parte fija que todos pagamos; esta parte fija subió de un 35%, en enero de 2013, a un 65%, en febrero de 2014. Los expertos señalan que es como si tuviéramos una tarifa plana que no refleja ni mucho menos nuestros hábitos como consumidores, ni premia tampoco la eficiencia energética.
Pagamos así por la energía que no consumimos y eso hace que me parezca inadmisible que debamos soportar una parte fija tan elevada en el recibo de la luz y que consumir más o menos importe tan poco en el importe final del recibo.
La difícil situación económica de millones de familias en España hace que sea absolutamente imprescindible un debate en profundidad sobre este asunto, que nos permita conocer realmente cuál es el coste real de la energía que consumimos para evitar los abusos que se puedan estar cometiendo.
Para ello, debe abordarse una auditoría de los costes integrados en la tarifa energética para conocer qué es lo que pagamos y qué es lo que recibimos a cambio, porque creo que necesitamos absoluta transparencia sobre el funcionamiento del modelo actual.
A partir de ahí, se impone la reforma del mercado eléctrico y trabajar para aprovechar un elemento en el que realmente somos fuertes y competitivos como país para evitar nuestra alta dependencia energética exterior. Me refiero a que somos potencialmente fuertes en energía renovable, ya que disponemos de mucho tiempo de sol y de viento, como para valorar en qué medida esta posible ventaja competitiva puede permitir que una reforma energética abordada con sentido de Estado nos pueda permitir solucionar el enorme problema que para las familias españolas y las pequeñas empresas supone el recibo de la luz.
Tengo la impresión de que en esta legislatura en la que, sin mayoría absoluta, el Gobierno de Rajoy se ve obligado a pactar cambios en sus políticas, el tema de la subida continúa del recibo de la luz quizás encuentre una vía de solución con esa reforma energética que se hace necesaria. Ojalá sea así y no abusen más de nosotros.
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