Son iniciativas que han venido para quedarse y que van a formar parte de nuestra vida cada vez más intensidad
Ayer se supo que el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid ha desestimado la demanda por competencia desleal presentada contra Blablacar porque esta plataforma no tiene como objeto empresarial organizar el transporte de viajeros por carretera, sino que se limita a poner en contacto a particulares que quieren realizar un viaje juntos y compartir determinados gastos.
También señala la sentencia que los conductores no están contratados por Blablacar, ni pertenecen a una empresa o a una industria dedicada al transporte sino que son particulares que por su cuenta y riesgo se ofrecen a la plataforma buscando a personas que tengan interés en realizar ese mismo viaje y pagar, no en el sentido de pagar un canon o un servicio, sino de pagar el coste de un viaje.
La sentencia me satisface por muchos motivos. Uno de ellos es que (lo confieso) yo soy usuario de Blablacar desde hace ya más de 3 años y tengo que decir que la experiencia es extraordinariamente positiva.
Pretender poner puertas al campo es una tarea imposible y eso es lo que se pretende cuando se acude a los tribunales para bloquear estas iniciativas sociales que ponen en contacto a la ciudadanía para colaborar en actividades cotidianas. Estudiantes, turistas, trabajadores precarios o funcionarios son (entre otros) el tipo de usuarios con los que me he encontrado en los viajes compartidos y de los que he aprendido muchas cosas.
En la aparición de este tipo de iniciativas entre las que de encuentran los portales para compartir y alquilar apartamentos o está de Blablacar, la crisis económica ha tenido mucho que ver. Seguramente habrá que velar por asegurar la existencia de una regulación para que estas actividades económicas tengan las tributaciones y los requisitos legales que correspondan; pero ello no obsta para asegurar que son iniciativas que han venido para quedarse y que van a formar parte de nuestra vida cotidiana con cada vez más intensidad.
En el fondo, son elementos que generan competencia en los diferentes sectores de actividad y asegurando que juegan con reglas claras y equitativas, también ayudarán a que todos los interesados ofrezcan cada vez mejores servicios.
En cualquier caso, como usuario de Blablacar les puedo asegurar que compartir coche y kilómetros es una gran experiencia de la que salgo cada vez más satisfecho.
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