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lunes, 27 de abril de 2020

“Esta pandemia nos abre oportunidades para vivir mejor” granadahoy.com

EMANUELE FELICE | ECONOMISTA


Emanuele Felice (Lanciano, 1977) es un reconocido economista italiano y doctor en Historia Económica por la Universidad de Pisa. Ha sido docente en las universidades de Bolonia, Siena, Autónoma de Barcelona y Pablo de Olavide de Sevilla, donde fue profesor visitante. Actualmente combina su labor como autor y columnista prolífico con la de profesor de Economía y Política económica en la Università D’Annunzio, en Pescara y responsable económico del Partido Democrático. Autor de varios ensayos, acaba de publicar en español Historia económica de la felicidad (Crítica, 2020).
–¿Hablar de felicidad en tiempos de coronavirus no es contraproducente?
–Mi libro (Historia económica de la felicidad, Crítica 2020) recoge una experiencia a largo plazo, que nos muestra que heos vivido tiempos peores. Esta pandemia está causando daños menores en comparación con las del pasado. Creo que es una situación que nadie se imaginaba, pero nos hace apreciar más la importancia de la cooperación internacional, el papel de la ciencia para el bienestar humano y la atención no sólo a los aspectos económicos sino a los derechos sociales como el de la salud y los derechos civiles.
–Usted describe el impacto de la epidemia de la peste negra en la Edad Media como factor de transformación de Europa. ¿Estamos en un momento similar?
–La magnitud es muy distinta. La gran peste de Europa mató un tercio de la población. Dicho esto, esta pandemia ha puesto en discusión los fundamentos básicos de la ideología de la economía neoliberal. Ha sacado a la luz la importancia de los derechos sociales o las diferencias entre Europa y Estados Unidos. La sanidad estadounidense está siendo más golpeada en términos de bajas que países con una sanidad pública fuerte como Alemania o Francia. La peste negra fue un cambio histórico que llevó a la Europa occidental a salir del feudalismo, pero en Europa 0riental, donde las ciudades estaban menos desarrolladas, fortaleció al mundo feudal. La pandemia actual va a acentuar tendencias que ya existían, como la salida del marco ideológico del mundo neoliberal y la competencia entre el sistema capitalista autoritario de China y el sistema capitalista democrático occidental, pese a que Estados Unidos no está ejerciendo un papel de líder mundial, lo que da fuerzas al capitalismo autoritario.
–¿Qué papel juega Europa?
–De esta crisis se puede salir con más o con menos Europa. Por lo que estoy viendo, como responsable económico del Partido Democrático (PD), vamos a salir con más Europa. Y Europa tiene que jugar un papel global como gran polo de la democracia liberal ante la retirada del liderazgo de Estados Unidos.
–Pero hemos visto algunas de las peores cosas de Europa, como la brecha entre el Norte y el Sur, que quedó patente en los reproches del ministro de Economía holandés a España e Italia.
–Esas cosas siempre han sucedido. Recuerde lo que le hicieron a Grecia en la crisis del euro. Yo veo que la posición de Holanda está aislada y va a perder. De momento, nosotros vamos a salir con más Europa porque los países del sur no tienen ninguna culpa moral de esta pandemia. Pero también debe significar una nueva política industrial.
–Nos enfrentamos a una pandemia como hace 700 años. ¿Esta crisis socavará la confianza de los ciudadanos en el progreso?
–Creo que no. Yo no sería tan dramático. Esta crisis nos demuestra incluso que las cosas han mejorado considerablemente respecto al pasado. Espero que cambie la actitud de la gente frente a ciertas cosas, como la obsesión por el trabajo, y que se revaloricen las relaciones humanas, ahora que estamos confinados en casa. Soy optimista. Esta crisis nos abre oportunidades para vivir mejor.
–En España...
–España es un caso particular. Conozco bien a las generaciones jóvenes españolas. Han vivido muchos años de progreso con la idea de que la vida es fácil. La crisis de 2008 ya derrumbó en parte ese concepto. Pero no veo negativo que se contemple al mundo con menos superficialidad. La fe ciega en el progreso es un error. Hay que creer en sus beneficios pero de forma consciente.
–A diferencia de España, la crisis ha reforzado la figura del presidente Conte pese a todo lo que está sufriendo Italia. ¿Por qué?
–A nivel nacional hemos dado respuestas rápidas y enérgicas que despuésn han seguido otros países como España. Lo que ocurre en Italia es que hay una región que está sufriendo mucho, que es Lombardía, por errores de los dirigentes autonómicos. Pero si excluimos a Lombardía, los datos de Italia son bastante buenos.
–¿Confía en una recuperación de la economía en V?
–Nadie lo sabe. Hay varios escenarios. Si en unos meses se acaba la pandemia, la recuperación será bastante rápida. Pero también es posible que haya nuevas oleadas o mutaciones. Yo creo que incluso si se acaba en dos años, habrá una gran recuperación, y confío en que sea sobre bases mejores que las actuales. Pero nuestra batalla ahora es luchar contra el virus.
–En el plano personal, ¿qué lecciones extrae de la pandemia?
–Soy un privilegiado. Tengo un empleo público como profesor universitario que no va a cambiar por la pandemia y puedo trabajar desde casa. Pero estar encerrado me he ha hecho pensar en el valor de las relaciones humanas.

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