S. VALLEJO GRANADA
-Ha sido nombrada por el CSIC nueva directora de la Estación Experimental del Zaidín en un proceso dividido entre lo que ha resultado de las elecciones y la decisión de la dirección del Consejo en Madrid. ¿Puede explicar el proceso?
-Para que no haya equívocos, le voy a leer directamente la norma de funcionamiento de los institutos de investigación del CSIC, que dice que la persona titular de la dirección será nombrada por la presidencia del CSIC a propuesta del centro y oído el centro y también oído un comité científico asesor en Madrid, que es un comité de notables. Incluso el comité científico puede incluir una nueva persona que ni siquiera haya salido del centro. Y en última instancia nombra el presidente.
-Esta norma es el funcionamiento habitual del CSIC.
-Sí, es un acuerdo del consejo rector del CSIC de junio de 2013 y en el pasado ha sido de una forma similar.
-¿Cómo asume el cargo?
-Es la segunda vez que me presento a la dirección de la Estación Experimental del Zaidín y además llevo 35 años trabajando aquí. He sido una persona que siempre ha participado mucho en la vida de la casa desde que llegué en los años 80 como becaria, en un momento de luchar por contratos de investigación dignos para todos los becarios predoctorales. En los 90 fui representante de personal; a mediados de 2000, como apasionada de la divulgación, empezamos con otros compañeros a trabajar la imagen externa del instituto y fui responsable de divulgación; y posteriormente he estado en un órgano que es el que organiza la política científica de todo el área de ciencias agrarias del Consejo. Actualmente soy miembro del comité de ética y del de bioética del Consejo y desde hace dos semanas la representante del CSIC en la comisión ejecutiva del Parque de las Ciencias. Para mí el ser directora no es un hecho aislado en mi carrera ya que siempre he estado muy comprometida con la Estación y es la puerta siguiente después de 35 años aquí. Me emociona además ser la primera directora en la historia de la Estación Experimental del Zaidín.
-Asume el reto de dirigir un centro con mucha historia pero en unos tiempos que no son los mejores. ¿Cómo ve la situación?
-Empezamos a ver la luz al final del túnel después del año pasado, que fue muy malo para los investigadores por los recortes. Pero la estación tiene potencial también para conseguir fondos en malos tiempos. Creo que trabajamos a muchos niveles, todos en temas agrarios y de ganadería, y que tenemos mucho potencial. Por ejemplo, en la última convocatoria de proyectos de excelencia de la Junta hemos tenido éxito en el 50% de los proyectos presentados. Y también estamos en el proyecto Recupera 2020, que es un proyecto junto con otros centros del CSIC de Andalucía que va a durar dos años sobre tecnologías innovadoras para la modernización de la explotación agraria andaluza.
-2012 fue tan malo que incluso se llegó a alertar del cierre si no llegaba la financiación.
-Fue muy crítico para el Consejo, que es el organismo público de investigación más importante. En esto es importante también saber que en Granada tenemos prácticamente un Campus del CSIC: estamos nosotros, la Escuela de Estudios Árabes, el Instituto de Ciencias de la Tierra, el López Neyra y el de Astrofísica. Granada es una ciudad de la ciencia y el CSIC tiene especial protagonismo, por eso uno de los aspectos que nos planteamos es estimular este Campus del CSIC, las relaciones intercentros. El año pasado luchamos por nuestra supervivencia y este empezamos a ver una tímida luz. Yo creo que todos los investigadores y el resto del personal somos muy luchadores porque además somos de los pocos funcionarios que tenemos que ganarnos el dinero para trabajar. Tenemos nuestro sueldo pero tenemos que pedir proyectos de investigación para trabajar en el día a día.
-Podemos decir entonces que el riesgo de cierre ha desaparecido.
-Yo diría que sí. Ahora animamos a que la gente nos conozca y a los licenciados que nos visiten y conozcan nuestra realidad para estimular vocaciones.
-¿Los fondos están llegando o hay dificultades para financiar la investigación?
-Conseguimos dinero de proyectos europeos, de los que algunos están vigentes y sí llegan. Otros fondos llegan de la Junta, y en este caso estamos esperando a que lleguen porque sí hemos notado un retraso. También los del Plan Nacional del Ministerio, que tiene retraso en las convocatorias. Y son importantes también los contratos con empresas y fundaciones, pero no pueden asumirlo todo.
-La crisis, los recortes y la falta de fondos, ¿van a dejar tocada de verdad a la investigación?
-Esperemos que no. Lo que hay que evitar sobre todo es la sangría de personal, que se vaya la gente joven, la gente formada. Ese es el principal riesgo.
-Pero, ¿se puede evitar la fuga?
-La apuesta del país por la ciencia tiene que ser grande. Que todo el mundo sea consciente de su importancia. Tendríamos que mimarla más. La apuesta por la investigación no puede bajar la guardia.
-En la Estación Experimental cómo ha afectado esta situación.
-Hemos perdido gente joven, fundamentalmente investigadores postdoctorales. Pero sigue habiendo gente con un gran potencial. En el Consejo es importante las estancias postdoctorales fuera y lo importante es poder volver.
-¿Y se puede regresar?
-Hay posibilidades pero antes había más.
-¿Qué se puede hacer desde Granada?
-Desde la dirección lo que tenemos que demostrar es el enorme potencial que esta casa tiene en todos los aspectos; demostrar que podemos cooperar y hacer investigación básica y aplicada y transferir la tecnología que producimos; que podemos colaborar con las empresas, cooperativas, que todo lo que hacemos puede tener un impacto en la sociedad. Y pedir a los poderes públicos la apuesta por la ciencia.
-¿Qué retos tiene en esta nueva etapa?
-Para nosotros uno de los retos es ser un centro de excelencia Severo Ochoa, lo que se consigue siendo muy productivo en fondos y publicaciones, y estamos en ello. Luego hay que facilitar a los investigadores el acceso a los fondos, hacer que sea más fácil nombrando una comisión científica para hacer seguimiento de convocatorias; continuar el trabajo de difundir la investigación que hacemos. La divulgación es muy importante. Y también la conexión con las empresas. Acercar todo el sector de producción al centro.
-Para que no haya equívocos, le voy a leer directamente la norma de funcionamiento de los institutos de investigación del CSIC, que dice que la persona titular de la dirección será nombrada por la presidencia del CSIC a propuesta del centro y oído el centro y también oído un comité científico asesor en Madrid, que es un comité de notables. Incluso el comité científico puede incluir una nueva persona que ni siquiera haya salido del centro. Y en última instancia nombra el presidente.
-Esta norma es el funcionamiento habitual del CSIC.
-Sí, es un acuerdo del consejo rector del CSIC de junio de 2013 y en el pasado ha sido de una forma similar.
-¿Cómo asume el cargo?
-Es la segunda vez que me presento a la dirección de la Estación Experimental del Zaidín y además llevo 35 años trabajando aquí. He sido una persona que siempre ha participado mucho en la vida de la casa desde que llegué en los años 80 como becaria, en un momento de luchar por contratos de investigación dignos para todos los becarios predoctorales. En los 90 fui representante de personal; a mediados de 2000, como apasionada de la divulgación, empezamos con otros compañeros a trabajar la imagen externa del instituto y fui responsable de divulgación; y posteriormente he estado en un órgano que es el que organiza la política científica de todo el área de ciencias agrarias del Consejo. Actualmente soy miembro del comité de ética y del de bioética del Consejo y desde hace dos semanas la representante del CSIC en la comisión ejecutiva del Parque de las Ciencias. Para mí el ser directora no es un hecho aislado en mi carrera ya que siempre he estado muy comprometida con la Estación y es la puerta siguiente después de 35 años aquí. Me emociona además ser la primera directora en la historia de la Estación Experimental del Zaidín.
-Asume el reto de dirigir un centro con mucha historia pero en unos tiempos que no son los mejores. ¿Cómo ve la situación?
-Empezamos a ver la luz al final del túnel después del año pasado, que fue muy malo para los investigadores por los recortes. Pero la estación tiene potencial también para conseguir fondos en malos tiempos. Creo que trabajamos a muchos niveles, todos en temas agrarios y de ganadería, y que tenemos mucho potencial. Por ejemplo, en la última convocatoria de proyectos de excelencia de la Junta hemos tenido éxito en el 50% de los proyectos presentados. Y también estamos en el proyecto Recupera 2020, que es un proyecto junto con otros centros del CSIC de Andalucía que va a durar dos años sobre tecnologías innovadoras para la modernización de la explotación agraria andaluza.
-2012 fue tan malo que incluso se llegó a alertar del cierre si no llegaba la financiación.
-Fue muy crítico para el Consejo, que es el organismo público de investigación más importante. En esto es importante también saber que en Granada tenemos prácticamente un Campus del CSIC: estamos nosotros, la Escuela de Estudios Árabes, el Instituto de Ciencias de la Tierra, el López Neyra y el de Astrofísica. Granada es una ciudad de la ciencia y el CSIC tiene especial protagonismo, por eso uno de los aspectos que nos planteamos es estimular este Campus del CSIC, las relaciones intercentros. El año pasado luchamos por nuestra supervivencia y este empezamos a ver una tímida luz. Yo creo que todos los investigadores y el resto del personal somos muy luchadores porque además somos de los pocos funcionarios que tenemos que ganarnos el dinero para trabajar. Tenemos nuestro sueldo pero tenemos que pedir proyectos de investigación para trabajar en el día a día.
-Podemos decir entonces que el riesgo de cierre ha desaparecido.
-Yo diría que sí. Ahora animamos a que la gente nos conozca y a los licenciados que nos visiten y conozcan nuestra realidad para estimular vocaciones.
-¿Los fondos están llegando o hay dificultades para financiar la investigación?
-Conseguimos dinero de proyectos europeos, de los que algunos están vigentes y sí llegan. Otros fondos llegan de la Junta, y en este caso estamos esperando a que lleguen porque sí hemos notado un retraso. También los del Plan Nacional del Ministerio, que tiene retraso en las convocatorias. Y son importantes también los contratos con empresas y fundaciones, pero no pueden asumirlo todo.
-La crisis, los recortes y la falta de fondos, ¿van a dejar tocada de verdad a la investigación?
-Esperemos que no. Lo que hay que evitar sobre todo es la sangría de personal, que se vaya la gente joven, la gente formada. Ese es el principal riesgo.
-Pero, ¿se puede evitar la fuga?
-La apuesta del país por la ciencia tiene que ser grande. Que todo el mundo sea consciente de su importancia. Tendríamos que mimarla más. La apuesta por la investigación no puede bajar la guardia.
-En la Estación Experimental cómo ha afectado esta situación.
-Hemos perdido gente joven, fundamentalmente investigadores postdoctorales. Pero sigue habiendo gente con un gran potencial. En el Consejo es importante las estancias postdoctorales fuera y lo importante es poder volver.
-¿Y se puede regresar?
-Hay posibilidades pero antes había más.
-¿Qué se puede hacer desde Granada?
-Desde la dirección lo que tenemos que demostrar es el enorme potencial que esta casa tiene en todos los aspectos; demostrar que podemos cooperar y hacer investigación básica y aplicada y transferir la tecnología que producimos; que podemos colaborar con las empresas, cooperativas, que todo lo que hacemos puede tener un impacto en la sociedad. Y pedir a los poderes públicos la apuesta por la ciencia.
-¿Qué retos tiene en esta nueva etapa?
-Para nosotros uno de los retos es ser un centro de excelencia Severo Ochoa, lo que se consigue siendo muy productivo en fondos y publicaciones, y estamos en ello. Luego hay que facilitar a los investigadores el acceso a los fondos, hacer que sea más fácil nombrando una comisión científica para hacer seguimiento de convocatorias; continuar el trabajo de difundir la investigación que hacemos. La divulgación es muy importante. Y también la conexión con las empresas. Acercar todo el sector de producción al centro.
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