A él se le debe, entre otras cosas, la puesta en marcha de la Casa de la Cultura 'Pedro Antonio de Alarcón', situada en Capileira
Sbastián Pérez Linares, en el centro, acompañado de Paco Martínmorales (segundo por la izquierda) y varios familiares y amigos en el pueblo de Caratáunas. / |
Se cumplen 16 años de la muerte del político granadino Sebastián Pérez Linares, el benefactor de La Alpujarra, igual que también lo fue el abogado, político y escritor de Albuñol, Natalio Rivas Santiago, fallecido el 16 de enero de 1958. Pérez Linares acudía a La Alpujarra muchas veces al año. Tenía amigos en todos los pueblos. Él adoraba esta tierra como el que más. Se desvivía por ella. También adoraba a su esposa María Teresa, a sus hijos: Sebastián (otro benefactor de La Alpujarra y otros lugares cuando fue presidente de la Diputación), Ignacio, Enrique y María Teresa, y demás familia. Pérez Linares fue subjefe provincial del Movimiento. Un hombre muy culto, religioso y generoso y con mucho mando que nunca empleó en tiempos de Franco.
La Casa de la Cultura 'Pedro Antonio de Alarcón', situada en Capileira, se puso en marcha en septiembre de 1972 gracias a Sebastián Pérez Linares (vicepresidente de la Diputación en aquellos entonces) y al alcalde de este municipio, Manuel Mendoza. También se debe a Pérez Linares la puesta en marcha y el adecentamiento de la Fuente Agria y El Chorrerón de Pórtugos, y otros enclaves de Válor, Pampaneira, Bubión, Lanjarón, Ugíjar, Murtas, Lújar, Órgiva, Almegíjar, etcétera, en algunos casos con la inestimable ayuda de varios amigos, como y por ejemplo, Antonio Gallego Morell, Rafael Gómez Montero, Agustín Laborde, Adolfo Martín, Cándido López, Manuel Prieto, Antonio Reyes, Juan Manuel Pérez, Antonio Caba, José Puertas, Pérez-Serrabona o Antonio Pipó Jaldo.
En Caratáunas, siendo su alcalde Salvador Rodríguez, y coincidiendo con las fiestas patronales en honor a San Marcos, se le rindió un emotivo homenaje a Sebastián Pérez Linares. Él muy emocionado agradeció el gesto que tuvieron con él. Se lo tenía merecido. En este acto estuvo también el dibujante gráfico Paco Martín Morales. La idea del homenaje fue de un servidor. Años más tarde, y ya fallecido el ilustre granadino que se codeaba con personas de distintas clases sociales y políticas, un paseo fue bautizado con su nombre. El alcalde era y sigue siendo Diego Fernández. A este acto también asistieron su familia y amigos. A Sebastián, en el ocaso de su vida, se le podía ver fotografiando los pueblos de La Alpujarra acompañado de varios de sus seres queridos. Cuando se acercaba a Capileira saludaba a Paco López, a 'Los Pérez', a Paco 'El Alguacil' que cuando se casó le hizo un gran regalo, etcétera. Antonio 'El Lújar', propietario de un establecimiento turístico de primer orden de Pórtugos, era uno de sus mejores amigos. El abogado y político de Ugíjar, Baldomero López, era otro de sus incondicionales, lo mismo que lo fue el que fuera alcalde de Válor, Juan Martos, el exalcalde de Múrtas, Cecilio Martín (padre), o el que fuera alcalde de Órgiva en dos ocasiones, Adolfo Martín.
Amante del arte
Sebastián Pérez Linares fue un gran entusiasta del arte, el cante, las tradiciones, los libros, los oficios, etcétera. Él potenció a través de la Caja Provincial de Ahorros de Granada el arte y las exposiciones. Cuando inauguró la sala de exposiciones de Pitres, en los bajos de la entidad de ahorro, estuvieron presentes con un ramillete de óleos José Ortuño y Fernando González. Todos brindaron con vino de la cara de enfrente: de Albondón. En La Alpujarra Sebastián fue uno de los primeros en potenciar los bailes cortijeros, el trovo y la música tradicional de la zona. A Antonio Álvarez (más conocido por 'Antoñico Pampaneira' le ayudó mucho para que su pueblo viviese del turismo. Y lo mismo hizo en Bubión y en otros pueblos. A Sebastián le encantaba recorrer pausadamente Mecina, Mecinilla, Fondales, Ferreirola, Atalbéitar, Busquístar, Trevélez, Juviles, la Contraviesa, Turón, Murtas, Lanjarón, Mecina Bombarón, Bérchules, Órgiva, Almegíjar, Picena, Gualchos, etcétera. Era un gran enamorado de los pueblos y de la gente de pueblo. Le gustaba charlar con los agricultores y los pastores, con la gente llana.
Sebastián Pérez Linares era afable, cercano, íntegro, humano y colaborador. Le importaba mucho el patrimonio y la historia. Siempre será recordado por su capacidad de trabajo y entendimiento con los demás para llevar a cabo importantes proyectos nuevos y de rehabilitación y conservación de espacios e inmuebles claves en la historia de La Alpujarra y otras zonas de la provincia de Granada. La Comarca de El Valle de Lecrín también solía visitarla. En esta zona hizo muchas cosas. Uno de sus grandes amigos fue Rafael Vílchez Valero 'El Sillero' (mi querido padre) que a pesar de tener distintas ideas políticas se llevaban muy bien. Nunca hablaron de política. Vílchez estudió pintura en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios de Granada con el gran maestro Gabriel Morcillo. A Sebastián Pérez le encantaban las cerezas que su amigo le llevaba de su finca situada junto al río. El viaje lo hacía en el tranvía. A Pérez Linares le encantaba también degustar los productos auténticos de la Venta Garví, la Venta de Natalio y la Venta de las Angustias. Cuando acudía a Vélez de Benaudalla compraba pestiños para la familia. Pérez Linares murió hace 16 años pero para su familia y amigos sigue vivo en el pensamiento.
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