En ocasiones se busca tener un día tranquilo al lado del mar y alejarse de la multitud que se concentra en algunas costas en verano
r a la playa no siempre significa que uno pueda desconectar o darse un baño tranquilo. Las costa de Granada se llenan de ciudadanos buscando huir de los 40 grados que se alcanzan en la capital. Esto hace que municipios costeros como Almuñécar, Salobreña o Motril acaben abarrotados de sombrillas y toallas.
Pero hay algunos lugares que, por su dificultad de acceso o su ubicación, tienen playas que no son muy concurridas, haciendo que se puedan pasar unas tardes tranquilas y solitarias apartado del mundo y del ruido de la civilización. Aunque no son muchos estos lugares, en Granada hay unos cuantos que cumplen este requisito.
Playa de El Ruso, Albuñol
El acceso a esta playa es algo complicado. Se debe bajar andando mediante un largo sendero algo accidentado llegando a un punto en el que el camino desaparece, ya que la naturaleza y los campos de cañaveras se han ido abriendo paso. Tras esto, se encuentra este paradisiaco lugar con un mar azul turquesa. El nombre se lo debe a un teniente ruso que vivió en la zona y que se encargó de crear el acceso a la playa.
Playa de Catarriján, Almuñécar
Esta paradisiaca playa perteneciente a la localidad sexitana cuenta con una preciosa orilla y un maravilloso fondo marino. Su acceso es algo largo, pues solamente se puede llegar en autobús o andando, ya que hay que descender un buen tramo de montaña. La playa es naturalista.
Playa La Rijana, Gualchos
Esta pequeña playa la forma una bella cala protegida por dos peñones, que hacen que apenas exista viento y marea alta. Así este entorno íntimo con un paisaje prácticamente virgen es perfecto para pasar una jornada de ensueño en la costa. Su acceso es a pie por un terreno algo empinado. Normalmente no suele ser muy transitada, pero en algunas ocasiones sí tiene algo de afluencia.
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