Amigos de la Tierra predice más hambre en este continente por la tala masiva.
Los biocarburantes no escapan a la polémica. Según Proyecto Gran Simio, Greenpeace y organizaciones indigenistas de todo el mundo, los enormes monoculitvos de palma, maíz o azúcar en países subdesarrollados están arrasando las mejores selvas tropicales del planeta en perjuicio de la biodiversidad y de las poblaciones locales. El objetivo ahora parecen ser las ricas tierras africanas, según un demoledor informe de la asociación Amigos de la Tierra titulado Africa: Up for Grabs, en el que se predice mayor escasez de alimentos en este continente ya que sus bosques “están siendo talados siguiendo el patrón de décadas de explotación de otros recursos naturales en África”. A partir de las conclusiones de Ayuda en Acción y de otras ONG que han creado una potente coalición de asociaciaciones contra los monocultivos energéticos en países del Sur, el informe de Amigos de la Tierra asegura que la clave para detener la conquista de nuevos territorios está en que los países de la UE abandonen el objetivo de sustituir por biocombustibles el 10% de los carburantes del transporte para el año 2020.
“La cantidad de tierra que se están apropiando en África para satisfacer la creciente demanda de biocombustibles en Europa se subestima y está fuera de control”, asegura Kirtana Chandrasekaran, activista de Amigos de la Tierra. “Especialmente en África, mientras haya una demanda masiva de biocombustibles desde el mercado europeo, será difícil de controlar. Si ponemos en práctica los objetivos de biocombustibles, la situación va a empeorar. Esto es sólo una pequeña muestra de lo que está por venir”.
Para aprovechar la creciente demanda, varias empresas europeas siembran ahora cultivos de biocombustibles como la jatrofa, la caña de azúcar y el aceite de palma en África, como lo han hecho antes en Indonesia, Malasia, Brasil o Colombia. La tendencia en el continente negro es especialmente preocupante porque coincide con un aumento del precio de los alimentos básicos que puede agravar las hambrunas en países como Etiopía, Tanzania o Senegal. De hecho, Naciones Unidas ha apuntado la demanda de biocombustibles como factor que contribuirá a elevar en un 40% los precios de los alimentos durante la próxima década.
El informe de Amigos de la Tierra se concentra en 11 países africanos en los que las empresas extranjeras tienen prisa por cultivar y no se detienen ni ante la pre-sencia de una selva milenaria. En Tanzania, por ejemplo, se dice que alrededor de 40 empresas de propiedad extranjera han invertido en proyectos de agrocombustibles. Sostiene que estas actividades en realidad aumentan las emisiones de carbono, en muchos casos porque los bosques vírgenes están siendo talados.
Por si fuera poco, el sector del biodiésel en España no levanta cabeza. Casi un año y medio después de la entrada en vigor de las medidas anti-dumping adoptadas por la Unión Europea para frenar la entrada masiva de biodiésel fraudulento procedente de Estados Unidos, el mercado español vuelve a ser invadido por importaciones desleales, ahora procedentes de Argentina. Y para rematar el mal momento que vive este sector energético, el retraso que acumula la aprobación por parte del Ministerio de Industria del Real Decreto de especificaciones técnicas de los carburantes está impidiendo aumentar la mezcla de bioetanol y biodiésel en las gasolinas y gasóleos, respectivamente, de uso común. No es de extrañar por ello que, según la patronal renovable APPA, el 75% de las 46 fábricas de biodiésel abiertas en los últimos años estén prácticamente paradas, con un ratio medio de funcionamiento del sector del 10%.
Foto: Entrevista con trabajadores de la empresa Emergem, comunidad de Dzeve, Distrito de Bilene, Mozambique. Autor: Daniel Ribeiro. Del Informe de Amigos de la Tierra, Africa: Up for Grabs.
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