Violencia juvenil granadaoy.com

LA pelea tumultuaria ocurrida en el instituto La Contraviesa de Albuñol, en el que dos bandos de alumnos de entre 13 y 15 años, españoles y marroquíes, se entregaron a una brutal pelea que obligó a intervenir a la Guadia Civil, el juzgado de guardia y la Fiscalía de Menores, no es un caso corriente de violencia escolar. La disputa se originó, según han contado los propios chavales, en un lance en un partido de fútbol. Sin embargo, el hecho de que la pelea se aplazara al día siguiente dio tiempo a que cada bando preparara su lista de agravios e incluso a que pidiera a ayuda a elementos extraños al colegio. La Consejería de Educación achaca la pelea a la rivalidad de dos pandillas contrarias y sostiene que no fue fruto, o estuvo contaminada, por resabios xenófobos. Ojalá sea así. Sin embargo, por sus características insólitas, las autoridad judicial debe aclarar lo ocurrido y comunicarlo a la Consejería de Educación para que adopte las medidas que requiera el caso, y sobre todo evite que se pueda reproducir, e incluso agravar, el enfrentamiento de menores.