El retraso 'sine die' de la apertura del Centro Lorca provoca la pérdida de actos culturales sobre el poeta y la difusión universal de la ciudad de Granada
JUAN LUIS TAPIA
Alhambra y Federico García Lorca son las dos palabras que conforman la enseña mediática e imagen universal de Granada. El 'blanqueo' de los leones alhambreños y el enlosado marmóreo de su patio han situado nuevamente a los palacios nazaríes, con su remozada imagen, en la pantalla mundial de esta sociedad globalizada. Pero todo aquello relacionado con la vida y obra de Federico García Lorca está ralentizado, parado o interrumpido ante un Centro García Lorca con unas obras que vieron su fin antes de ser concluidas. La crisis económica ha dejado a este centro, el que albergaría los fondos documentales del poeta, en la lista de los proyectos 'interruptus' de Granada. No llegan los dineros para la conclusión del gran centro lorquiano, que debía haber sido inaugurado hace ya cinco años, allá por el 2007, al menos en la primera fecha que se ofreció de forma oficial; la más reciente es la de junio de 2010, y tampoco fue.
Las administraciones que participan en el consorcio que gestionará la madre de todas las sedes lorquianas mantienen desde hace años los tira y aflojas sobre quién de ellos falta por poner su parte. La Junta de Andalucía (PSOE), y esto es lo más reciente, culpa a la actual Diputación en manos de los populares de no haber puesto lo que le corresponde, y ahí sigue la bola. Algunos miembros de las filas andaluzas del PP condicionaron la solución al centro lorquiano a una victoria electoral autonómica que no pudo ser.
El pasado mes de junio el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, señaló que se había reunido con el secretario de Estado y con el consejero de Cultura y Deportes, Luciano Alonso (PSOE) y que se pediría un crédito a nombre del consorcio para pagar los 4,5 millones de sobrecoste, cantidad necesaria para terminar el edificio. En realidad, eso supone retomar un acuerdo que ya se había tomado hace un año y que se desechó posteriormente.
Más allá de disputas políticas, la realidad es que el que podría ser el buque insignia de Granada en el universo cultural permanece cerrado 'sine die'.
Ausencia lorquiana
Mientras otras ciudades con menor potencial y patrimonio cultural como Málaga y Córdoba han apostado por centros como la colección Thyssen y el Museo Picasso, y por centro poético y capitalidad europea de la cultura, Granada sigue con el gran proyecto García Lorca parado.
¿Se podría concebir una visita a Salzburgo sin un espacio cultural o musical dedicado a Mozart? Sería imposible. ¿Se podría imaginar que no existe cartel o mención alguna a la entrada de la ciudad austríaca de la existencia del compositor? Pues bien, la imagen y mención a García Lorca brilla por su ausencia en cualesquiera de las entradas a Granada. Solo se salva la localidad de Fuente Vaqueros.
Algunas empresas califican como pérdidas lo que han dejado de ganar. Si este principio se extrapola a como Granada aprovecha la marca García Lorca estaríamos en unos euromillonarios números rojos.
El coste cultural para la ciudad que supone el retraso del Centro Lorca también ha sido enorme. La gran exposición sobre 'Poeta en Nueva York' con la que iba a inaugurarse el centro no pudo celebrarse y se inaugurará en abril de 2013 en la Biblioteca Pública neoyorquina en paralelo a otras actividades literarias, musicales y cinematográficas. En ese gran proyecto trabaja la Fundación que lleva el nombre del poeta mientras aguarda a que se desbloqueen las obras de su nueva sede en Granada. «Tenía que haber sido el proyecto cultural más mimado y no ha tenido esa suerte», dijo Laura García Lorca.
Mientras se desbloquea el centro lorquiano la fundación mantiene su sede en Madrid, en la Residencia de Estudiantes, desde donde desarrolla actividades en distintas partes de España y del mundo. «Si esto (el Centro Lorca de Granada) es algo deseado por las instituciones, bien; si no, no se hace», señaló recientemente en una entrevista con IDEAL la sobrina del poeta.
El cierre del centro ha provocado que numerosas actividades relacionadas con García Lorca no hayan podido ser presentadas en Granada, desde el último trabajo discográfico de la gran Chavela Vargas a la última versión de la ópera 'Aynadamar' sobre el drama lorquiano o las más novedosas producciones teatrales sobre las obras del poeta, así como exposiciones y demás estudios lorquianos.
En 2010 la exposición sobre Dalí y Lorca se quedó en el CaixaFórum de Madrid, porque el préstamo de las obras expuestas no pudo prorrogarse ni ampliarse a una sede alternativa. También hubo que suspender, después de cambiar las fechas varias veces, el estreno de dos obras de teatro encargadas a Claudio Tolcachir y Pepa Gamboa, y un encuentro de doce poetas de primera fila de diferentes países del mundo. Más suerte tuvo la obra 'Comedia y sueño', de Juan Carlos Corazza, que se representó en el Teatro de CajaGranada y en el Festival de Otoño de Madrid.
Bajo mínimos
El Patronato Provincial Federico García Lorca, el que gestiona el museo casa natal del poeta en Fuente Vaqueros, modificó sus estatutos a la llegada al poder de los populares y quitó el voto a los representantes de los ayuntamientos lorquianos de Fuente Vaqueros, Pinos Puente, Valderrubio, Víznar y Alfacar. Con esta reforma el PP se hace con el mando de esta institución que comprende, además de la casa natal, de un Centro de Estudios Lorquianos con importantes donaciones, entre ellas toda la documentación utilizada por Ian Gibson para su investigación del asesinato del autor de 'Bodas de sangre'.
Tanto la casa como el centro han visto reducidas sus actividades y presupuestos debido a la crisis económica y muchas de las carencias del programa del '5 a las 5' han sido cubiertas por el Ayuntamiento de Fuente Vaqueros. Los diferentes gobiernos provinciales han visto en el proyecto del Centro Lorca un espacio en el que integrar el patronato provincial y crear un único organismo dedicado al poeta, siempre según fuentes culturales de la Diputación. Esta posibilidad chocaría con las donaciones realizadas al museo de Fuente Vaqueros, muchas de ellas condicionadas a que no pasaran a manos de los herederos del poeta.
Por otra parte, la Huerta de San Vicente, ahora en manos de una empresa de gestión cultural municipal, sigue siendo uno de los espacios más visitados de Granada, pero su presupuesto se ha visto reducido a la mínima expresión así como sus actividades, que se limitan al programa para escolares, las visitas, la verbena de títeres y un ciclo de cine clásico. Además, ahí están las denuncias del deterioro y estado de abandono de la casa realizadas por la oposición municipal y el conflicto laboral con los trabajadores destacado por lo sindicatos.
Lo último, durante la presentación de las candidaturas presentadas al premio que lleva el nombre del poeta, el concejal delegado de Cultura del Ayuntamiento de Granada, Juan García Montero, señaló que «el problema del Centro García Lorca estará solucionado en breve».
Lorca no acaba de despegar en Granada, de convertirse en un reclamo universal. Y es que ya lo dijo el poeta: «La suma de esfuerzos es un imposible en la ciudad de Granada».
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