De un tiempo a esta parte desde las autoridades e instituciones sanitarias se está produciendo un movimiento dirigido a la promoción del sentido de responsabilidad individual, familiar y social en relación con la salud biopsicosocial y la adquisición por parte de los ciudadanos de aquellos conocimientos y habilidades necesarias para adoptar decisiones responsables en cuanto a su salud personal y la de su entorno.
Dentro de este movimiento están surgiendo distintas iniciativas encaminadas a promover modos de vida saludables y ofrecer distintas opciones en materia de salud a los ciudadanos. Entre ellas destacan las denominadas escuelas de salud, que en el momento presente se están convirtiendo en una herramienta eficaz de educación sanitaria.
Las escuelas de salud constituyen espacios físicos y/o virtuales que facilitan, por medio de la realización de talleres, cursos y conferencias, el aprendizaje y encuentro entre pacientes, familiares, cuidadores, asociaciones y profesionales sanitarios; que proporcionan experiencias vinculadas con la salud y promueven una reflexión compartida sobre los factores que influyen en ella.
Estas escuelas tienen como objeto mejorar la salud de las personas desde dos perspectivas bien diferentes; por un lado, mediante el desarrollo de actividades encaminadas a la prevención –de la obesidad, el tabaquismo y la hipertensión, entre otros- y, por otro, a través de la promoción de hábitos de vida sanos en un ambiente favorable a la salud.
En concreto, en el ámbito de las enfermedades respiratorias crónicas, la creación y puesta en marcha escuelas de salud que aborden de forma específica el mundo de la enfermedad respiratoria, posibilita, por un lado, el encuentro entre personas -pacientes y familiares- que tienen circunstancias y problemáticas similares, esto es, enfermedades respiratorias que afectan significativamente a su calidad de vida, lo que facilita un intercambio de vivencias que tiene efectos positivos sobre cada uno de ellos. Por el otro, constituyen un recurso y una forma eficaz de promover el intercambio de experiencias e información entre los enfermos, el colectivo de profesionales sanitarios y las empresas proveedoras de servicios de terapias respiratorias domiciliaria. De este modo, las escuelas de salud suponen una herramienta de gran utilidad para la difusión de conductas y comportamientos saludables –nutrición adecuada, realización de ejercicio físico, deshabituación tabáquica- y prácticas adecuadas en relación al manejo de las terapias respiratorias domiciliarias y adherencia al tratamiento.
Por último, propuestas como las escuelas de salud permiten convertir en corresponsables de su tratamiento a los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas, ya que incrementan su capacidad para proporcionarse autocuidado, lo que a su vez contribuye a la mejora de su salud biopsicosocial y calidad de vida.
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