El cartel del Museo Arqueológico de Granada dice que permanecerá cerrado por obras de remodelación; el problema, señores responsables de la cultura en Granada y Sevilla y luego lo de siempre la culpa a otros, dice así este recorte de prensa: “No hay fecha ni previsión de que en un plazo más o menos breve de tiempo pueda abrir su puertas al público el Museo Arqueológico de Granada, situado en la Casa de Castril, en el Albaicín, La Junta culpa al Ministerio de Cultura del retraso en la obra de intervención”.
Sea como fuere la verdad no tiene nada más que un camino y si la autonomía es un obstáculo para la cultura o viceversa, lo cierto es que los granadinos, y en especial los estudiantes de estas materias sean universitarios o no, no pueden disfrutar de dicho museo. Este museo forma parte de nuestras tradiciones y costumbres, y de nuestras raíces. A ver si de una vez por todas a quien corresponda abre el Museo, pues hace más de cuarenta años, con menos autonomías y menos gobiernos, no había problemas para que estuviese abierto. Y no es explicable que una ciudad como Granada, ciudad cultural, no sepa estar a la altura de las circunstancias, por lo de siempre: la falta de coordinación entre quienes gobiernan o militan en un lado u otro del poder.
El poder no puede ser infalible como tal, es una abstracción-ficción jurídica que ha de ser transformada en servicio a la ciudadanía, si esto no se entiende por mal camino vamos y así nos luce el pelo.
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